Las vidas de Pattinson y Stewart son solo de ellos, yo solo me limito a echarle mas leña al fuego.
Los personajes de Twilight son propiedad e Steph Meyer y Summit Enterteinment.
Por seguridad y para que no me saquen el blog del aire se cambiaron los apellidos de nuestros queridos (Pattinson/Parkinson) y (Stewart/Stanford), así como se apreciaran cambios en la productora Summit (Subbit) y los nombres de los actores.
Gracias por leer
Robert y Kristen
Las grabaciones de ese día se extendieron bastante más tiempo de lo normal, cuando terminaron era casi media noche y todo el personal se hallaba agotado, se habían grabado las escenas correspondientes al estacionamiento de la escuela de Forks, era en realidad una azotea ambientada para que pareciera un estacionamiento y habían tenido que hacer las escenas muchas veces mientras cada una de ellas se acomodaba en una sola toma y quedaba lista para que les aplicaran los efectos especiales.
Kristen había tenido muchas caídas, especialmente porque quiso elaborar ella misma la escena y no dejar que una extra la hiciera.
Así que había hecho múltiples escenas en donde Rob la sostenía y ambos caían al piso mientras sostenía su mano al frente para aparentar que detenía el auto solo con su mano.
Kristen sentía que cada vez que Rob y ella caían al piso el intentaba sostenerla y soportar la fuerza de la caída, y hasta que no dominaron la caída para evitar lastimarse Catherine no les dejo terminar.
Robert estaba algo cansado pero contento de poder haber estado cerca de Kristen durante todo el día, parecía que se había recuperado, en mayor parte, de lo que le había contado al inicio del día.
Ella había sonreído y se sentía orgulloso de haberla hecho sonreír aunque tuviera esos inconvenientes. Esperaba llegar más lejos y convertirse en algo parecido a un confidente con ella.
Esperaba también no encontrarse con aquella cara de rata para no rompérsela por ser un estúpido con esa chica maravillosa.
También estaban presentes Ashley, Kellan, Nikki y Jackson, habían grabado esa misma escena ya que tenían que ver en el momento en que Edward salvaba a Bella.
Entraron a la carpa en donde habían sido maquillados para ese día, Kristen sacudió la cabeza rociando toda la tienda.
Y a Robert que venía justo detrás de ella y el cual se quedo mirando el juego que el cabello oscuro llevaba a cabo en el blanco rostro.
Kristen se sentó y empapo una pompa desechable de loción desmaquilladora y comenzó a retirarse la máscara de su personaje.
-Jodido maquillaje…- murmuro mirándose al espejo y pasándose la pompa varias veces por el mismo sitio.
Robert estaba al lado de ella y la contemplaba fijamente esperando ver a la Kristen que se escondía bajo el maquillaje, la cual no era menos bella que su personaje, sonrió ante la exasperación de la joven al quitarse la mezcla.
El siguió su ejemplo aunque se sentía un poco, solo un poco, amanerado al tener que retirar el maquillaje de su rostro, pero no podían poner a los de maquillaje, que bastante trabajo tenían, a desmaquillarlos como debían. El sabía bien de eso pues al haber participado en otras películas, los de maquillaje eran obligados también a dejar inmaculada la piel de los actores.
Catherine se acerco a la tienda en el momento en que Kristen se retiraba las lentes de contacto, ella los miraba con suspicacia y algo mas, Kristen espero que no fuera lo que estaba imaginando, Catherine tenía esa mirada siempre que se venía algo difícil en las grabaciones, y como la conocía de antes de comenzar a rodar la película, sabia cuales eran las expresiones de su rostro y había aprendido a identificar a la mayoría de ellas.
-lo hicieron maravillosamente, congenian de una manera que no había visto nunca. Por eso he decidido que mañana nos desplazaremos a lo que va a ser el bosquejo de la casa de la protagonista, estaremos todo el día grabando la escena del…beso, en la habitación de Bella.
Se detuvo un poco en la última frase esperando a que los jóvenes la asimilaran, Kristen hizo lo posible por no ponerse colorada, e intento mantener la expresión serena, no quería que Robert se enterara de que su corazón había comenzado a revolucionar, aun recordaba la audición en donde habían estado tan cerca de besarse y el momento en que el había sido seleccionado como Edward.
Había habido algo ahí que había quedado casi como “pendiente”, un contacto que ambos habían deseado casi inconscientemente y que se había visto interrumpido por las circunstancias.
Ahora tendrían que hacerlo, las veces que la directora exigiera, para que la escena quedara retratando la esencia de un beso entre la humana y el vampiro.
Robert miro a Kristen pero no vio en ella nada que pudiera identificar como si estuviera perturbada por algo, el también podía jugar a que no le importaba, o no le daba ningún tipo de trascendencia, pero dentro de él algo bullo y ardió, el saber que besaría a esa chica le parecía algo descomunal y sintió que las manos le sudaban mientras ellas mismas deseaban tener contacto con la blanca piel de Kristen.
Se sintió perturbado, extrañado y raramente ansioso por que el día siguiente llegara, pero no debía agobiarla con sus propios deseos, puede que no estuviera del todo recuperada de la pelea con la rata y no se sentía capaz de mayores entusiasmos, esperaba poder contener sus sentimientos hacia ella en el momento en que la tuviera cerca, la besara y la tocara.
Sabia por el libreto que la escena era algo subida de tono, lo que podía considerarse de esa manera, y no quería que ella se sintiera incomoda o tuviera algún tipo de prejuicio por la relación que mantenía.
Respiro hondo y asintió aceptando los designios de su directora, y del destino, de una manera neutral, como todo buen actor haría.
Kristen, aunque mantenía su expresión estoica, se encontraba casi en la misma situación que Robert, su curiosidad femenina parecía alentarla a intentar comprobar cómo besaba un chico como Parkinson, pero la parte más macabra de ella quería saber lo que era estar en brazos de él. No entendía el sentido de sus pensamientos y menos cuando estos se trasladaron a Mike y lo que sucedía entre ellos, y que no le importara realmente lo que pasara cuando él se estaba encargando de destruir cualquier sentimiento positivo que tuviera hacia él.
No debía esperar con algún sentimiento de ansiedad que el día siguiente llegara más rápido, pero sí que lo hacía.
Ambos jóvenes salieron en silencio de la tienda de maquillaje y se direccionaron hacia el trasporte que los llevaría de vuelta al hotel.
Cuando subieron Robert se hizo a su lado y la miro durante unos segundos antes de volverse a mirar hacia el frente.
Un celular vibro, aun a un hombro de distancia Robert sintió que ella se ponía muy tensa, como si de alguna manera temiera por esa llamada.
La sintió moverse a su lado e hizo lo posible por no mirarla e interrumpir la privacidad que requería recibir esa llamada.
- Hola, ma – dijo en voz baja la joven relajando la tensión de sus hombros notablemente. – terminando otro día de grabación, estamos camino al hotel.
No se escuchaba lo que su madre decía pero parecía que el hablar con ella le subió un poco más el ánimo, cosa que, sin explicación, le subió el ánimo a él también.
Pero luego algo le dijo que borro la sonrisa inmediatamente. Robert casi sintió la puñalada de tristeza.
- no es posible – dijo Kristen negando con la cabeza y cerrando los ojos. – lo siento mama, hablare con él.
Kristen siguió hablando con su madre más tiempo casi hasta que llegaron al hotel. Cuando corto la comunicación desde el móvil, suspiro pesadamente aun con los ojos cerrados.
- ¿sucedió algo? – se atrevió a preguntar Robert al verla tan abatida sintiendo un picor incomodo en el pecho.
- ya sabes de qué se trata –dijo Kristen inclinando un poco la cabeza – Michael tuvo una discusión con mi madre en donde no salí muy bien parada…y se volvió un poco pesado.
Otra vez… pensó Robert intentando no mostrar una expresión demasiado odiosa, para que ella no se diera cuenta de lo profundamente que le afectaba el hecho de que fuera novia de ese guarro.
- todo va a estar bien – dijo el alargando su mano, estuvo a punto de ponerla en su mejilla pero le pareció que el gesto podría ser considerado atrevido y termino posando la mano en su delgado hombro. – ya verás que todo…se va a solucionar.
No quería decir realmente eso, pero quería verla animada y si eso implicaba que ella tuviera esperanzas de reconciliarse con ese matacho, pues no tenía otra opción que darle todas las que pudiera.
Ella sonrió y puso su mano sobre la de él, que estaba apoyada en su hombro a manera de aprecio. Luego el retiro, la de ella, dejándolo a él acariciar compresivamente su hombro y deleitarse con el calor que la piel de ella trasmitía a través de la tela del sweater que estaba usando.
El bus se detuvo y todos bajaron, los últimos en bajar fueron los muchachos. Robert iba detrás de Kristen intentando leer cada una de sus expresiones, clasificando cuales eran buenas y cuales malas, al final ganaron las malas, pero eso no evito que la acompañara hasta la puerta de su habitación del hotel para cerciorarse de que estaba todo bien.
Cuando ella abrió la puerta con la tarjeta se volvió, por un momento Robert vio que sus ojos parecían mirarlo más intensamente que nunca, pero luego, tan rápidamente que creyó haberlo imaginado, la expresión fue sustituida por una de cansancio, la muchacha le sonrió benévolamente.
- muchas gracias, Rob, por todo – y quería decir por todo, pensó Kristen, gracias a el había realmente disfrutado el día, al menos la mayor parte de este, lo había sentido tan cerca cada vez que tropezaban grabando la famosa escena del auto descontrolado. Había tenido permanentemente bajo su nariz ese olor a té que lo envolvía, como su olor natural.
- no es nada, espero que de verdad estés bien, descansa, mañana será un día pesado – lo dijo rápidamente, como si no quisiera darle importancia, y aunque a oídos de ella así pareció, ella sabía en el fondo, que al menos de su lado, el día siguiente tendría una trascendencia en la que no quería pensar, pero que indudablemente estaría presente.
- buenas noches – dijo Kristen cerrando suavemente la puerta.
Sola en su habitación, en silencio, echaba de menos la compañía de alguien, no era que no estuviera a acostumbrada a estar sola, ni tampoco que no pudiera vivir sin alguien al lado, pero extrañaba tener a alguien con quien hablar.
Normalmente, en algunos de sus viajes, Michael la acompañaba, y se sentía a gusto con él, pero la situación de esta película era otra, parecía que desde el momento en que había firmado el contrato para Twilight, toda su vida había dado giros inesperados, una vida que consideraba casi organizada, a excepción de los múltiples viajes y películas, era como si de repente hubiese abierto los ojos ante la realidad que tal vez, ciega de gusto o amor por Michael y su forma de vida independiente, se había negado a ver.
Se sentó en la cama y envió un mensaje de texto al móvil de Orégano.
“Necesitamos hablar, ahora”
No podía dejar pasar la noche sin hablar con él, su madre le había dicho que la había llamado perra y que no podía esperar para verla para escupirle en la cara.
No conocía esa faceta de Mike, y necesitaba saber qué demonios estaba pasando, no podía creer que todo su hostil comportamiento se debiera simplemente a un estúpido ataque de celos.
Ella sabía que él era posesivo y cuando se beso con Ryan Reynolds en Adventureland, habían peleado bastante, pero jamás así, jamás una filmación se había metido en su vida personal de esa manera, ella era muy cuidadosa con su privacidad y le molestaba bastante tener personas alrededor intentando averiguar cosas que no les concernían.
Unos minutos después el teléfono vibro, cuando apretó el botón de contestar un estallido de música casi la deja sorda.
- ¿Mike? – pregunto casi gritando- Michael, ¿me escuchas?-
Durante unos momentos no fue posible escuchar si los gritos provenían de la algarabía o si era el mismo gritando, luego se calmaron un poco cuando el pareció moverse dentro del sitio donde se suponía que estaba.
- Kris…- dijo el chico con la voz tomada, Kristen se estremeció de ira, era imposible que le dijera lo que tenía que decirle con tanto trago en su cuerpo, sabía que al día siguiente no se acordaría de nada. Pero algo quería fluir de ella, quería sentir que había cumplido con advertirle a Mike que si se volvía a meter con su madre o con ella, o a insultarlas, las cosas iban a tener que quedarse donde estaban.
-si soy yo – dijo ella poniéndose de pie en la habitación – ¿quien te crees que eres para ir a decirle a mi madre que soy una perra?, ¿que demonios es lo que te está pasando, Mike?, ¿acaso no quieres que sigamos juntos, es eso?, actúas de esta jodida manera por qué quieres que sea yo la que corte con esta relación… ¿enfermiza?
- nunca te habías referido a nosotros de esa manera – dijo él, parecía que estuviera hablando con un niño y casi lograba hacerla sentir…mal
- nunca me habías llamado lo que me llamaste delante de mi mama.
El se quedo en silencio, Kristen incluso pensó que se había quedado dormido.
- ¡contéstame!, ¿quieres que dejemos esto aquí?, necesito tiempo Mike, tengo que asimilar la manera en la que estas actuando, y tengo que pensar si es lo que quiero para mi…
- cuando teníamos quince años…juramos que íbamos a estar juntos para siempre… pedirle tiempo a una relación…es como terminarla en tiempo lento…- dijo el chico, su voz se escuchaba cerca al llanto, ¡maldición! Pensó ella, el alcohol le había alborotado los sentimientos.
-cuando tenía quince años espere que eso sucediera Mike, aun lo espero pero…tu…tu no eres el mismo de siempre, algo pasa en tu vida, siempre me cuentas todo, confiamos tanto el uno en el otro, Mike, que esta situación se antoja demasiado extraña, demasiado…se que algo sucede, y no es de mi parte…- una imagen de Robert Parkinson escogió ese momento para cruzar por su mente haciendo que el pulso contra el celular le temblara perceptiblemente, lo que le daba la señal, la pequeña señal de que en parte si podía ser culpa de ella. – yo te quiero Mike, estamos juntos desde hace mucho tiempo…pero tienes que plantearte las cosas, yo amo mi trabajo, amo actuar, cada vez que inicio un proyecto con una pareja diferente a ti te comportas de una manera terrible…- “No aguanto más”, pensó la joven internamente. Esperaba que el entendiera que necesitaba tiempo para reflexionar las cosas.
- no me dejes – dijo él solamente, su voz se escuchaba como si estuviera poniendo la bocina en la comisura de su boca.- no me dejes, por favor.
Kristen sintió que se hundía un poco, sentía el remordimiento y sensaciones de compasión que el siempre sabia despertar en ella, aunque se consideraba una chica fuerte, Mike sabia cuáles eran sus debilidades, lamentablemente él se encontraba entre ellas, aun a pesar de lo acontecido ese día.
- no voy a dejarte…pero no me obligues a hacerlo Mike. – dijo ella antes de poder detenerse.
El silencio reino entre ellos por unos momentos, luego el suspirando hablo con esa voz arrastrada de alcohol.
- está bien…lo siento mucho…pero te echo de menos…quiero verte.
Kristen pensó unos momentos en que el pudiera acudir a alguna de las grabaciones, pero al recordar lo que había pasado la primera vez que el Robert se encontraron y lo que hallo en la mirada de ambos, lo pensó mejor.
- espero volver a la ciudad pronto, algunas de las grabaciones son allá. En cuanto tenga noticias de cuando regresaremos, te lo hare saber. – Kristen intento hablar con entusiasmo, seguro que con lo ebrio que estaba no podía discernir si ella estaba animada o no.
- yo también lo espero…ansiosamente – escucho que respiraba fuertemente y un momento después escucho sus arcadas.
Estaba trasbocando.
Kristen se masajeo la frente pecosa con fuerza, esperaba tener la suficiente entereza para seguir hasta que la relación diera.
Pero en el fondo sabía que algo había cambiado, y que ese cambio seria definitivo para ambos, Mike y ella.
Se despidió deseando que se pusiera mejor y dejando el móvil en la mesa de noche, se quito los zapatos y las medias, y sin preocuparse por cambiarse o quitarse la ropa se metió debajo de las cobijas y se durmió de inmediato.
Tan pronto como la puerta se cerró Robert camino sin ganas hacia su habitación pensando irremediablemente en ella. En ella y en todas las sensaciones, incluido el instinto de protección, el deseo, la atracción y la ternura. Aun le costaba trabajo creer que en tan poco tiempo esa chiquilla pudiera inspirarle tanto.
Nunca se había “enamorado” realmente y se pregunto si este sería el caso. Tenía muchos de los síntomas que implicaban un enamoramiento, o al menos lo que había leído.
Y no podía ser presa de ese sentimiento en el momento menos oportuno. Cuando el objeto de sus recién descubiertos sentimientos estaba atravesando por la crisis de su único noviazgo conocido a lo largo de su vida.
Si, ahora se hallaba con su portátil en la habitación mirando nuevamente, una y otra vez, las biografías y fotografías que había de ella en la red.
Se sintió una vez más como el fan obseso, y se sintió aun mas enfermo cuando vio fotografías que enfatizaban la belleza de sus ojos y de toda ella. Algunas sensuales, otras tomadas al azar, pero todas ellas lo suficientemente claras y precisas para hacer que sus hormonas despertaran más de lo necesario.
- Kristen…- murmuro inconscientemente mientras levantaba su mano y deslizaba su dedo índice por una fotografía en donde se la apreciaba con el cabello rubio y una camisa blanca sin mangas. Se veía preciosa…y la deseo mucho en ese momento.
Pero no se sentía mal de desearla, al fin y al cabo era hombre y el deseo o atracción sexual era solo una de las muchas cosas que le llamaban la atención de esa muchacha.
Su carácter reservado pero a todas luces fuerte cuando debía serlo, sus movimientos inconscientes y consientes, su manera de caminar, de mirar, de levantar esa ceja enloquecedora, de fijar su mirada intensa en el. De…tanto.
El teléfono celular comenzó a sonar sacándolo de sus ensoñaciones.
-¿hola? – pregunto pensando que en Londres seria de día.
- Robert Parkinson…- dijo una voz que no supo identificar si enfurecida o tranquila, era la voz de su madre que siempre lo llamaba por su nombre completo cuando estaba enfadada por algo.
- ¿ma? – pregunto desconcertado y sintiéndose culpable al instante al recordar que unas semanas atrás había acordado llamarla y contarle como iba todo, pero entre ajetreo de grabaciones, de…sus recién descubiertos sentimientos y otras cosas lo había olvidado completamente.
- ah!- dijo la mujer apartando el teléfono de su boca o eso pareció – finalmente se acuerda de que tiene una madre – dijo la mujer.
- ¡oh maldición! – dijo Robert entre dientes pensando en esa manera en que su madre se dirigía – ma, lo siento mucho, maldición, he tenido unos días muy agotadores, no he podido…
- en algún momento de tu día podrías sacar ese maldito aparato cuadrado al que llamas móvil y llamar hacia la casa de tus progenitores, no sale muy económico pero incluso así, hay algo llamado mail y mensajería instantánea.
-si, ma, lo sé, créeme que lo sé, y te pido mil perdones, no tengo cara para…
- no tienes voz más bien, jovencito,- escucho la voz de su padre cerca con lo que confirmo que su madre había puesto el altavoz.
- te oyes mal, Claudia – dijo lentamente Lizzi, acercándose al teléfono, ¡ay Dios! Ahí estaban, todos los Parkinson para hacerle la vida de cuadros.
- déjame en paz, monstruo – dijo Robert en voz baja intentando parecer serio sin lograrlo, nunca iba a poder quitarle esas mañanas a sus “queridas” hermanas, así que ni mejor se esforzaba.- que haces escuchando conversaciones de menores
- cállate Claudia, ahora dime, como es eso que vas a interpretara un vampiro? Mama me lo conto todo.
“Maldición” pensó el joven un poco contrariado, pensó que su madre guardaría el secreto por unos días mas pero era evidente que no lo iba a hacer, y cuando sus hermanas se enteraran de que la película era basada en algún libro harían de las suyas leyendo toda la serie y burlándose de los pasajes en el libro que le corresponderían a él cómo Edward Cullen.
Su madre le reprendió noblemente y le pidió que no olvidara llamarlos para reportarles cualquier novedad, hacía tiempo que se había hecho mayor de edad pero su madre lo trataba como si fuera un niño, se había sentido orgullosa de el por su interpretación en Harry Potter, pero no había dejado de tratarlo como si aun tuviera esa edad.
Cuando corto la comunicación sus ojos inmediatamente se dirigieron a la pantalla del la laptop, en donde seguía brillando, hermosamente, la figura de Kristen en esa filmación, In The Land of Women.
Deseaba más que nada volver a su habitación para asegurarse de que estaba bien, que estaba durmiendo, descansando, como debía ser. Y casi había dado los pasos que le faltaban cuando retrocedió.
No podía presionarla, no quería hacerlo, quería que lo aceptara libremente, quería enamorarla realmente, quería ser agradable a sus ojos, quería…besar su boca. Nada más a eso aspiraba de momento.
Suspirando cual idiota enamorado de la luna, se quito la camisa y sin preocuparse por retirarse los jeans se metió bajo las cobijas a descansar.
Bueno en el siguiente Cap. grabaran la escena del beso y las cosas se descontrolaran un poquin, no pude adelantar esa escena porque tengo mucho trabajo, pero espero poner la actualización tan pronto como mi tiempo me lo permita, nuevamente gracias al que se tome el trabajo de leer esto. Las situaciones son ficticias, mezcladas con la realidad de las grabaciones como tiempo lugares y tal vez algunas escenas, de resto es como me imagino yo, está loca cabeza, que comenzó a surgir la hermosa relación que parecen tener estos dos en la vida real, muchas gracias nuevamente.