Robsten Addiction
LA MEJOR PAREJA DEL MUNDO!!!!!!!!!!!!!!!
miércoles, 21 de septiembre de 2011
CAP XI
Ninguno de los personajes de Twilight me pertenece, tampoco los actores que los interpretan aunque si por mi fuera esos dos se la pasarian juntos hasta en la sopa.
Se cambiaron los apellidos de los actores por cuestiones de que pueden cerrarme el pequeño blog.
Gracias por leer.
Kristen y Robert
Kristen permaneció en la cama hasta que los técnicos volvieron a organizarlo todo para regrabar la escena del beso después del desaguisado de la primera toma.
Robert aun se sentía demasiado atontado como para acordarse de cómo debía actuar pero finalmente encontró su conciencia en donde pensó que no estaría. Y con ello su tranquilidad al menos superficialmente. Por dentro seguía ardiendo, jamás había reaccionado así al besar a una mujer y descubría que era algo totalmente incitante y…delicioso, no había otra manera de describirlo.
El descanso de cinco minutos termino, lo suficiente para que Kristen se serenara y comenzara a pensar con claridad, parecía que eso se estaba volviendo una costumbre, eso de intentar pensar con claridad pero había que estaba fallando estrepitosamente. Sentía que había llegado la hora de admitir que se sentía bien teniendo a Robert cerca, la hacia reír, en pocos días había aprendido a comprenderla y por la manera en que besaba él quería algo más que ella no se sentía preparada para darle a nadie.
Cuando Catherine retomo la escena ambos jóvenes sentian que estaban ya preparado para hacerlo bien, y la química entre ello volvió a surgir de la manera en que Catherine se había dado cuenta. Ambos jóvenes se dieron a la caza de la mejor escena y cuando terminaron, ambos con los labios magullados de tantos besos ambos se sintieron satisfechos.
- Vaya día – dijo Catherine comentando como quien no quiere la cosa. Se acerco a los dos jóvenes y les dijo sin asomo de burla – ustedes son los chicos con mas química que he visto en mi carrera.
Kristen le sonrió y después le sonrió a Robert que se quedo mirándola seriamente uno segundos más antes de sonreír.
Ya sabía que estaba perdido por ella y esperaba que ella correspondiera a sus sentimientos, había decidido que no la presionaría pero le haría saber sus sentimientos a medida que el tiempo pasara, sutilmente, coqueteándole, intentaría atraparla en sus manos para acunarla durante lo que le quedaba de vida, sabía que tenía que estar haciendo el ridículo consigo mismo, que nunca se había dejado gobernar por los institutos pero sabía, por instinto, que le faltaba muy poco para terminar enamorándose de ella. No podía explicar cómo, solo sabía que el sentimiento estaba ahí y que iba a seguir creciendo conforme siguiera pasando tiempo con ella.
Era inevitable.
Cuando todo quedo listo salieron de la casa, juntos, si, pero ninguno de los dos dijo nada mas, tenían que partir de ahí a filmar una de las escenas con los lobos y los Cullen.
Kristen se cambio rápidamente y salió de la casa huyendo nuevamente de sus sentimientos, Robert la siguió sin que ella se diera cuenta, Kristen Estaba pensando en todo cuando súbitamente se detuvo y se tropezó con Robert que la había seguido de cerca.
Ambos rieron, Kristen pensó que podía manejarlo lo suficiente así que subió al bus que los llevaría.
Robert la miraba caminar, silenciosa y disimuladamente. Aun podía sentirla cerca, saborear el gusto de sus labios rosados, respirar la cadencia agitada de su aliento.
Se estremeció internamente. Las sensaciones que le despertó eran de tal anhelo que solo bastaba un recuerdo de ella para perder completamente la tranquilidad.
Absurdo.
Entro al bus tras ella captando, como un depredador, el olor que su piel desprendía, trastornándolo profundamente, haciendo que la deseara… enormemente.
Pero no como a una presa, aunque no le hubiera importado devorarla a ella lentamente, sino como una mujer, una en la que deseaba enormemente despertar lo que él estaba sintiendo en ese momento.
Ella le comento algo y se obligo a prestarle atención a sus palabras, con esa voz que había comenzado a enloquecerlo.
- creo que no seremos muy exitosos. – dijo Kristen mirando hacia el frente - es una producción que más bien pinta independiente.
- ¿y por que piensas eso?- dijo el intentando entender su razón.
- Creo que no tenemos el presupuesto adecuado para lo que se espera de esto, no me quejo, solamente creo que la productora debería invertir un poco más, no me importa a mí, pero no sé cómo se lo tomara Catherine si esto fracasa.
- No lo hará, ella se ve bastante entusiasmada y eso es bueno. Aun cuando no tenga el éxito que espera se que se sentirá orgullosa de lo que ha hecho.
- Eres muy positivo – dijo Kristen sonriendo
- Y persistente – contesto él como quien no quería la cosa lanzando una mirada profunda a ese par de sesgados ojos verdes que le devolvían la mirada como si de alguna manera hubiera entendido lo críptico que escondía su frase, ojos que parecían mirar a través de su misma alma y que a la vez eran poseedores de múltiples secretos, y esa ceja se levantaba orgullosa y le daba un aspecto tan felino que se sentía el la presa de ella, de su encanto, de todo su ser.
Soltó una carcajada mental ante su propio sentimentalismo. Parecía que estar cerca de ella afectaba todo lo que consideraba normal.
El celular le vibro en el bolsillo, había recibido un mensaje de su hermana saludándolo. Lo abrió y le contesto mientras Kristen lo miraba.
Cuando cerro el celular la descubrió mirándolo, parecía que quería preguntarle algo así que se adelanto.
- mi hermana, me recuerda que me lave detrás de las orejas – dijo el recordando esa recomendación de Lizzie que le pedía también que llamara más seguido, otra vez, porque su mama lo echaba de menos.
Kristen rio también pensando en que su hermano era casi del mismo tipo de comentarios cada vez que se comunicaban. Esperaba hablar pronto con él, aunque no lo demostrara también los echaba mucho de menos, a su madre, su padre, sus otros hermanos.
No incluyo a Michael en la jugada, no desde que había mantenido la pelea con él. Aun no la había llamado ni había hecho nada por comunicarse con ella, seguramente estaba durmiendo la mona o quien sabia que. No le importaba, ni sentía que le interesara lo cual era mucho más inquietante, al inicio de las cosas le preocupaba lo que le pasara el pero con el tiempo a él parecía molestarle que ella le preguntara sobre sus propias cosas.
A veces no lo llamaba porque sentía que él se enfadaría. Pero ahora que sabía, o más bien presentía en donde estaba, porque era al mismo sitio donde estaba desde hacía años para ese tiempo, no podía preocuparle. Siempre encontraba amigos que lo llevaran de regreso a su casa, y que lo acompañaran en sus fiestas.
No había recibido una oferta de trabajo en un tiempo ni había hecho ningún casting para nada más.
A ella le molestaba especialmente porque estaba despilfarrando su talento de actor, pero cuando le había sugerido que asistiera a uno él se había negado diciendo que más adelante se presentaría y que no estuviera presionándolo.
Luego pensó en hacia unos segundos cuando vio esa sonrisa en la cara de Robert mientras estaba leyendo el mensaje de texto, por un momento la curiosidad la invadió preguntándose quién había escrito ese mensaje para que el sonriera de esa manera y a su pesar sintió una incomoda sensación en el pecho debido a ello.
Como si estuviera… ¿celosa?
No, no podía estarlo pero tampoco tenía por qué sentir esa sensación de fresco bienestar cuando él dijo, sin pedírselo siquiera, que era su hermana quien lo había escrito. No quería pensar en que había llegado a imaginar que era algún tipo de novia o amigobia la que había escrito ese mensaje y que por eso se había sentido como lo había hecho.
Desplazo esos pensamientos, como mucho otros, al fondo de su cerebro para analizarlos cuando tuviera seguridad de hacerlo.
- la persistencia es una buena cualidad.- comento ella intentando mostrarse algo indiferente.
- Sí, creo que me va a servir bastante –dijo el mirando hacia la ventana cuando el bus comenzó a moverse hacia la autopista.
Kristen hablo de naderías con él, las siguientes escenas que grabarían eran de las pocas en las que Bella no estaba por lo que ella debía regresar al hotel, pensó que tendría tiempo extra para ver que nueva tarea le había dejado su tutor.
Cuando llego allí la recibieron en recepción con la razón de que tenía un mensaje, la mujer le paso la nota en donde había escrito el nombre de la persona que la había llamado, mientras subía en el ascensor Kristen vio que había sido Mike.
Cuando entro en su habitación, cerró la puerta con un sentimiento de aprensión que sabía que no debía sentir. Incluso mientras se sentaba en la cama y aferraba su móvil en la mano derecha, lo miraba dudando seriamente de llamar. ¿Valdría la pena? Pensaba completamente decepcionada de sí misma.
Marco los números una y otra vez esperando tener el valor suficiente para oprimir el botón que abría la llamada.
Las dudas nunca la habían asaltado tanto como en ese momento, pero al último segundo su dedo pulgar decidió actuar por cuenta propia y oprimió el botón esperando no arrepentirse.
Tal como lo esperaba timbro bastantes veces pero este no le contesto y no quería imaginarse el estado de su voz cuando llamo ni cuando hablo con la recepcionista, seguramente habría sido un logro que ella pudiera entenderle.
“Michael, me pediste que te llamara y aquí estoy pero veo que no puedes responder…” estaba dejándole un mensaje de voz, pero no sabía que mas decirle a partir de ahí “llámame…cuando puedas hacerlo” dijo con la voz exasperada. Corto la llamada y arrojo el celular a la mesa de noche. Que pérdida de tiempo, pensaba. Tomo el laptop de su maletín y lo abrió para comenzar a checar los deberes que su tutor le había dejado.
Reviso el correo encontrando una felicitación del mismo por el trabajo que había enviado días atrás. Se sintió orgullosa de sí misma e inevitablemente volvió a pensar en Mike y en cómo había abandonado los estudios sin más. Kristen no quería ser como cualquier otra tonta estrella de Hollywood, actuando a medias y con el cerebro de una niña de cinco años, no, quería saber más cosas, por eso leía siempre que su trabajo le daba tiempo y casi terminaba la secundaria a cargo del tutor, es cierto que recibía las clases por internet y por correspondencia pero lo prefería a no hacer nada.
Reviso sus deberes y comenzó a buscar los más importantes para realizarlos primero.
Otra persona que no tenía nada que hacer en sus pensamientos rondo por su mente. Se pregunto qué estaría haciendo en esos momentos aunque técnicamente lo sabía. Por una inexplicable razón se pregunto si estaría pensando en ella.
Y que acertada estaba.
Robert aun la atesoraba en su mente, especialmente los últimos momentos con ella, se repetían una y otra vez en su cabeza como un CD que estaba programado para repetirse una y otra vez.
Mientras era víctima de otra pasteurización con el maquillaje dedico esos minutos a su paraíso personal, en donde declaraba sus sentimientos, los claros y los no tan claros, a una Kristen que correspondía plenamente y ambos eran felices.
Si, como no.
Terminaron de maquillarlo y comenzó a vestirse a la usanza de épocas anteriores, tendría encuentros con lobos imaginarios en donde Edward estaba con los Cullen cazando en territorio Quileute.
Se encontró con Kellan, Nikki, Elizabeth y Peter, ensayaron una que otra parte de lis libretos aprendidos y cuando todo el escenario estuvo listo salieron a grabar, hacia mucho frio y Robert veía como el aliento abandonaba las respiraciones de todos para mezclarse con el ambiente. Había una serie de cámaras que emularían al mirar de los lobos y Catherine les había mostrado una serie de escenas en donde había grabado a unos lobos corriendo y las cotejaría con las escenas que grabaran en ese momento.
Robert lo hizo todo perfectamente aunque se sentía mecánico, y porque no decirlo, la extrañaba enormemente, al tener escenas casi todas con ella se habían acostumbrado a su presencia en pocos días, y sabía que aunque no tenía derecho a extrañarla lo hacía enormemente.
Cuando terminaron era bien entrada la noche así que no tenía una excusa para ir a verla, probablemente estaría dormida ya.
Entraron al hotel bastante más tarde debido a un embotellamiento que el que conducía no había podido evitar, todos estaban cansados y subieron a su habitación lo más pronto posible.
Kristen se hallaba en su cama mirando hacia el techo, ellos aun no habían llegado y aunque sabía que estaban con Catherine no pudo evitar sobre preocuparse o preguntarse si su demora se debía a algo más que las simples grabaciones.
Estuvo tentada de levantarse muchas veces pero acabo cediendo a su sentido común, seguramente se estaba preocupando en vano y Robert estaba en su cama, roncando después del duro día de trabajo.
Cerró los ojos e intento contar ovejas, solo que estas tenían la cabeza de Robert y por más que intento verlas como animalitos quien termino bailando frente a sus ojos fue el.
Y curiosamente al hacer el ejercicio de contar las cabezas de el muchacho la somnolencia, que hasta el momento había sido esquiva, llego a ella con toda la potencia que podía dar a un cuerpo, en esos momentos, agotado.
Al día siguiente el despertador la ayudo a desprenderse del sueño, hacía mucho tiempo no dormía tan bien. Se levanto y se sentó en la cama a repasar el horario de ese día y las grabaciones que tenían pendientes. Pensó en Robert pero sabía que si hubiera sucedido algo ella lo sabría
Tenía grabación con Billy (Charlie) de su arribo a Forks así que ese día no tendría grabaciones con Robert.
Se baño rápidamente y fue al encuentro de Catherine. Seguramente estaría ya esperándola para partir hacia la casa que emularía la casa de Bella.
Al salir de la habitación se volvió a preguntar cómo le habría ido a Robert en su grabación de escena con los cartones, o lobos imaginarios, era eso lo que había entendido que Catherine le había relatado respecto a la simulación de presencia de lobos verdaderos en animación por computadora.
No desayuno especialmente, solo un café negro, seguramente si Jules lo supiera la reñiría sobre no alimentarse bien, siempre decía que estaba muy delgada pero Kristen sabía también que en ocasiones solo se lo decía para molestarla por ser bajita y huesuda. Suspiro extrañando la entrañable amistad que compartía con su madre, su único apoyo, junto con sus hermanos, cuando tuvo que dejar la escuela por lo que le decían allá.
Pero sería mejor no pensar en eso, se dijo, recuerdos que eran dolorosos para ella por ser quien era y que sabía que no valía la pena traer a su mente ahora que ese nuevo proyecto estaba empezando.
Cuando salió había alguno que otro de los técnicos que había visto en ocasiones anteriores, se saludaron y ella se hizo a un lado a esperar a Billy, su temporal padre.
Este bajo aproximadamente quince minutos después acompañado de Catherine que dispuso todo para irse a la locación de la casa de Bella, casi a las afueras de la ciudad.
Kristen subió al autobús y Billy se subió al lado de ella.
Tardaron cerca de quince minutos en romper el hielo pero después él le contaba cosas de ella y ella algunas propias, no era dada a confiar mucho en la gente y ese había sido otro factor determinante en su vida en la escuela, que en los pocos que había confiado le habían vuelto la cara con envidia al ver a lo que se dedicaba en sus tiempos libres de la escuela.
Sacudió la cabeza al mismo tiempo que llegaban por fin a donde se supone que Bella vivía con su padre, estacionada en el frente de la casa había una patrulla de policía que seguramente Billy conduciría, se bajaron del autobús y riendo juntos caminaron hacia detrás de la casa donde les estaba esperando las conocidas tiendas de maquillaje y de vestuario.
No les llevo mucho tiempo terminar la escena en el exterior de la casa, fue la de dentro de esta la que les llevo más tiempo del necesario, porque Catherine quería que se notara la esencia de la escena.
Cuando terminaron rayaba la noche, Catherine sabía que no podía permitirse esas pérdidas de tiempo pues la productora no les había dado mucho tiempo pero tampoco quería cansar demasiado a los actores por lo que dio la orden de regresar.
Cuando llegaron al hotel Kristen se despidió de todos y se marcho a su habitación, a adelantar algo de la nueva tarea pendiente. Había dejado el móvil sobre la cama por lo que al tomarlo reviso que tenía un mensaje de voz de Michael.
Esperando que fuera algo coherente lo abrió y espero a que comenzara a cantar,
- - Hola, amor? Como estas? Siento no haber respondido tu mensaje pero estaba algo ocupado en ese momento…- la voz de Mike pareció dudar en ese ratico, Kristen creía adivinar por que – en fin, bebe, espero que tu día haya ido bien y puedas descansar, no te vayas a desgastar tanto, te mando un beso y buenas noches.
Kristen cortó el móvil con el mensaje y se masajeo la frente con desesperación. ¿Ahora que le pasaba a Mike?, pensaba ella completamente anonadada por ese cambio, se escuchaba…sobrio, o tal vez estaba tan borracho que se hacía escuchar sobrio…
Mike no era del tipo cariñoso, tenía sus maneras de expresar cariño, con la mirada, tal vez incluso en la manera en que la tocaba, pero no era muy dado a muestras de cariño en público, en eso se parecían bastantes, ella era muy reservada pero últimamente se preguntaba si no era reservada precisamente porque él lo era, después de todo estaban juntos desde hacía varios años y puede que su personalidad se hubiera acoplado a la de Mike…no sabía ya ni que pensar.
Sonrió al recordar lo que decía en el mensaje, sobrio o no se preocupaba por cómo había ido su día, no habían peleado en ese corto tiempo…las cosas podían mejorar en la relación.
Con ese pensamiento decidió meterse a la cama y descansar para el día siguiente.
Robert
Tal como hizo ella Robert permaneció parte del día en el hotel pensando en donde estaría la chica en ese momento, que estaría haciendo y con quien estaría grabando escena, le pregunto a uno de los camarógrafos suplentes y él le dijo que habían ido hacia la emulación de la casa de los Swan y que estaba ahí con quien iba a interpretar al padre de Bella, Billy.
Decidió subir y escribirle a su madre, tal como Lizzie le sugirió que hiciera el día anterior, y vaya que tenía bastantes cosas que contarle.
Apoyo la cabeza en la pared de la cama, la laptop en el regazo y usando red comenzó a escribir correo a su madre.
En el le hablaba de la audición, de los días que habían pasado entonces, y de lo que había hecho hasta el momento, escribía casi sin darse cuenta así que cuando le dio enviado al kilométrico correo ni siquiera supo en qué momento lo hizo, se puso a mirar más páginas de internet, bajo unos compases para usarlos en su guitarra y cuando iba a cerrarla un pitido suave le indico que acaba de recibir un correo, cuando lo miro se dio cuenta de que era uno de su madre, la respuesta al correo que le había enviado minutos antes.
Sonrió mientras lo abría pensando en que su madre se preocupaba mucho por el seguramente había estado pendiente todo el tiempo del correo para notar cuando él le escribiera.
“Rob: Vaya, casi tengo que aniquilar a pedidos a Vic y a Lizzie para que te presionaran a que llamaras, escribieras o dieras alguna muestra de vida desde esa última llamada que tuvimos ¬¬, porque te encanta torturarme? Nah! Solo estoy bromeando, solo quiero saber cómo te va, y por lo que escribes parece que muy bien me alegra hijo, quiere decir que tomaste la decisión correcta, aunque también me pone triste saber que pasaras más tiempo fuera si las implicaciones del trabajo así te lo piden, mucha suerte…y hablando de otras cosas…quisieras decirme quien es Kristen? La has mencionado al menos treinta veces en todo el correo…no es por presionarte pero…Vic y Lizzie quieren saber y yo también me muero de curiosidad, nunca habíamos recibido más de tres palabas en tus correos y ahora….exigimos saber quién es! Pero no te sientas presionado, hijo, saludos de tu padre…”
Robert miro las últimas palabras del correo completamente abochornado y…enfadado? Hizo clic en el mensaje anterior que había escrito a su madre y lo releyó con angustia descubriendo que se había puesto, efectivamente, en bandeja de plata para las mujeres de su familia, su madre, Lizzie y Vic tenían razón, el nombre de Kristen impregnaba casi cada renglón de todo lo que había escrito.
“Estoy perdido” pensó para sí mientras le daba responder al correo de su madre, la quería a morir, pero sabia que aun era demasiado pronto para hacerle saber a su madre lo que le estaba pasando con esa muchacha, seguramente su madre pensaría que era u depravado porque ella era menor de edad… no, su madre nunca pensaría eso después de todo la edad entre su padre y ella era casi la misma entre Kristen y él, pero debía aceptar que se había puesto en demasiada evidencia y que su madre no lo dejaría en paz hasta averiguar ciertamente quien era Kristen.
“Ni yo lo sé ma” pensó, no sabía quién era Kristen, lo poco que sabía era lo que lo tenia así, y planeaba averiguar mucho mas.
Robert y Kristen
A la mañana siguiente una lluvia pertinaz seguía cubriendo el hotel donde se alojaban, solamente les quedaban pocas escenas en ese sitio, posteriormente todo el elenco tendría que viajar a Portland para mas escenas. Ese día correspondía a partes de la escena del partido de Baseboll y todos se preguntaban en donde irían a grabar, Catherine había mencionado un parque natural bastante amplio que bien podía dar la apariencia de bosque, a todos los actores los saludaron con la noticia de que la directora se había ido pronto, más temprano que los demás para arreglar todo lo que implicaba hacer una escena de esa magnitud, la cual parecía bastante difícil, y en donde tendrían que fingir ser vampiros muy seguros jugando Baseboll en un campo con habilidades excepcionales.
Kristen se cruzo con Robert justo cuando iban a bajar hacia el comedor a tomar un desayuno rápido, antes de que ninguno de los dos lo previera se encontraron hablando, como si de grandes amigos se tratara de los acontecimientos del día anterior y el de antes de ese, cuando cada uno tuvo que ir a hacer sus propias tomas sin el otro. Kristen le hablo de cómo era Billy y de lo bien que habían caído como padre e hija, él le conto, poniéndole chiste al asunto su escena montada con lobos de cartón y esas cosas, riendo ambos terminaron en el comedor con el resto de los Cullen quienes en breve estarían listos para partir hacia parte de la grabación del partido de futbol.
martes, 7 de junio de 2011
CAPITULO X
Ninguno de los personajes de Twilight me pertenece, tampoco los actores que los interpretan aunque si por mi fuera esos dos se la pasarian juntos hasta en la sopa.
Se cambiaron los apellidos de los actores por cuestiones de que pueden cerrarme el pequeño blog.
Gracias por leer.
Kristen y Robert
El sueño, la pesadez y el cansancio duraron en Kristen hasta las 04:00 hora en la que despertó abruptamente con imágenes de lo que había estado soñando demasiado vividas, parpadeaba intentando alejarlas pero cuando cerraba los ojos las imágenes aun estaban ahí, entremezcladas con la somnolencia, sin poder dejarlas en el inconsciente. Y lo peor de todo, o al menos eso le parecía a ella, era que todos los sueños estaban relacionados con Parkinson y ella en posiciones y situaciones que hacían que su cara se llenara de congestión y sonrojo, y que la hubieran hecho despertarse de súbito, tan de súbito como lo había hecho.
Parpadeó unas veces más hasta que lo único que hubo frente a sus ojos fue la oscuridad de la habitación.
Se paso una mano temblorosa por la frente perlada de sudor, la piel a pesar de esto estaba fría y suave, temblorosa, débil.
¿Porque se sentía de esa manera? No podía llegar a considerarse a sí misma, al menos en la actualidad, exactamente virginal, no tenia que temblar por haber tenido un sueño de esa categoría con Parkinson, un chico al que apenas conocía y que era casi su amigo. Espero a que su pulso se normalizara y a medida que lo iba haciendo comenzaba a visualizar en su mente cosas, imágenes, recuerdos de ese sueño, partes que hubiera querido censurar pero que volvían irremediablemente a ella… Las manos finas y grandes de Parkinson, acariciándole lentamente los brazos, la espalda, las caderas, levantando el sweater que portaba en ese sueño y que por cosas de la vida era el más viejo y más grande que tenia, mientras lo levantaba rozaba con la punta de los dedos la piel que iba dejando al descubierto…hasta llegar a…
Sintió la garganta seca y se levanto quitándose las cobijas de encima y dirigiéndose al baño. Tanteo con sus manos temblorosas el interruptor de la luz y esta se encendió. De inmediato su imagen le devolvió la mirada reflejada en el gran espejo del cuarto de baño. Su cabello enmarañado y húmedo de sudor, las mejillas, habitualmente pálidas y blancas, estaban teñidas levemente de un rubor de excitación involuntaria, miro a sus propios ojos profundos y… ¿Qué?, brillantes, como una lumbre…hacía mucho tiempo que no tenía los ojos de esa manera, desde…
Aun no podía recordarlo y le sorprendió no querer hacerlo.
Incluso ahora tenía pensamientos demasiado contradictorios y sentía que la cabeza se le había hecho un salpicón de donde no podía escoger nada para ordenar.
Desde que conocía a Mike había creído que lo que sentía con él era amor, aun quería creerlo, había sido el primer y el único hombre con el que había mantenido relaciones y guardaba bastantes sentimientos por él.
Pero inevitablemente analizaba su situación actual las dudas comenzaban a acrecentarse dentro de su pecho, dudas, particularmente, respecto a sus sentimientos por él y los de el por ella. Siempre le decía que la quería, que la amaba, pero el trato con su familia era pésimo y si la quisiera de verdad habría hecho un esfuerzo por llevarse mejor con todos ellos, cosa que hacía muy al contrario. Ellos lo aceptaban, a regañadientes pero lo hacían, pero aun en presencia de ella no podían evitar el desdén que sentían hacia él. Decían que él no le convenía pero ella, tozuda como era, se había negado a las palabras de ello confiando en el amor que sentía por él para que la guiara. Pero ahora, su corazón le dictaba cosas demasiado diferentes que las de hace unos años. Su corazón palpitaba en contra de continuar con la relación, pero su mente le decía que no podía echar por la borda tantos años de relación. Debía darle una oportunidad, una más, para poder saber si estaban destinados a estar juntos o solamente se habían complementado uno al otro temporalmente hasta encontrar al verdadero otro.
Miro a su reflejo nuevamente intentando darle el valor requerido a las determinaciones que estaba tomando, bajo la mirada al lavamanos y levantando la mano hacia la llave la abrió, el agua fría pego en sus palmas y así fría se la lanzo a la cara para despertarse del todo a la realidad. Pero a la vez que el agua caía en su cuello y orejas, las imágenes del sueño que había tenido antes comenzaron a pasar una tras de otra frente a ella, como en unas diapositivas.
Ahora estaba esta situación que estaba comenzando a enloquecerla, ¿de qué serviría tener una amistad tan perturbadora como era la de Robert si estaba tomando las determinaciones necesarias para continuar su relación tormentosa con su novio?
Tal vez, inconscientemente, estaba dándole a entender a él cosas que no eran, tal vez en un intento por controlar su propia confusión podía haberlo arrastrado a él a un malentendido con el que no se sentía lo suficientemente fuerte para pelear. Él le inspiraba cosas más profundas que el simple gusto por su atractivo, así no lo conociera realmente. Algo había en el que la llamaba inexorablemente y si quería que su relación, o la oportunidad que le estaba dando funcionara, debía apartar de si sentimientos que no correspondieran a una sincera amistad con Robert. Esperaba no haberlo lastimado, esperaba no haber hecho nada que pudiera perjudicarlo de alguna manera, el había sido muy bueno con ella y tendría que compensarlo algún día.
Analizaría las cosas, una vez más, pero sabía que llegaría a la misma conclusión, hasta no ver no creer y ella iba a agotas hasta las últimas posibilidades para intentar salvar su relación, iba a poner su parte, la parte que le tocaba como novia, ahora todo dependería de Mike y de lo que realmente quisiera con ellos.
Se puso la ropa, se recogió el cabello en una desordenada coleta, y comenzó a hacer la tarea que tenía pendiente del curso. Avanzo tanto en ella que cuando amaneció ya la tenía lista para enviarla a su tutor.
Cuando lo hizo cerro la laptop y se vistió para bajar a desayunar, recordando mientras bajaba las escaleras, algo en lo que no había pensado realmente y era en que pasaría el día de hoy, cuando ambos tuvieran que besarse para emular una de las escenas del libro. Un estremecimiento involuntario la recorrió cuando pensó en ello. Pero quiso dejarlo en paz, al menos por el momento, y para su propia tranquilidad mental.
Apartando su cabeza de pensamientos estúpidos termino de arreglarse y salió de la habitación rumbo al comedor para desayunar. Era la primera en levantarse, por lo que vio, ya que las mesas estaban listas pero no había nadie en el comedor excepto los cocineros, se sentó en una de las sillas y eligió un panecillo relleno de mantequilla y un café más bien negro para desayunar.
Comenzó a beberlo mirando a la nada y repasando mentalmente lo que había leído del libreto y la escena, cogió el cuadernillo que había traído con ella y comenzó a repasar una y otra vez sus propios diálogos, y aunque estaba empeñada en ellos y sabia la mayoría, también sabía que su cabeza estaba muy lejos de allí.
Robert abrió los ojos rápidamente, intentando aclarar la vista, despertar a la realidad después de lo que había estado soñando se le antojaba irritante.
Sacudió la cabeza, en toda su vida nunca había tenido un sueño tan vivido con una mujer, ni siquiera con sus esporádicas novias y no en la posición en la que se encontraba cuando había soñado con Stanford, parecía que el haber estado mirándola en fotografías había hecho alguna especie de puente entre él y su subconsciente, emulándola en sus pensamientos y ahora en sus sueños. Se quito el pelo de los ojos al mismo tiempo que miraba alrededor de la habitación sintiéndose como un estúpido por desear que ese sueño no hubiese acabado nunca, o no en el momento en que lo hizo. Intento imaginarse por unos segundos cual sería la reacción de Stanford si algún día se enterara de la clase de sueños que le estaba inspirando.
La imagen se le antojo tan real en ese momento, deslizaba lentamente la lengua por la piel de su abdomen, sus dedos tocaban sus suaves piernas, sus labios besaban casi imperceptiblemente toda la extensión de su piel…
Se burlo de sí mismo y aparto la imagen antes de que hiciera mella en su fisonomía y se llamo todas las formas de estúpido nuevamente pensando en que nunca tendría oportunidad de hacer algo semejante y una depresión y desazón nada propia de un hombre le atenazo el pecho. Miro a su reloj de viaje apoyado en la mesa de noche y se dio cuenta de que se le estaba haciendo tarde para levantarse. Le tomo menos tiempo del que creía arreglarse y quedar listo para el día.
Cuando llego al comedor solamente había una figura solitaria en el comedor y la reconoció tan fácilmente que hizo una mueca, también el gesto se debía a la manera en como su corazón comenzó a palpitar sin ningún tipo de control ni ritmo. Observo sus movimientos lentamente mientras esta llevaba la taza a sus labios y sus ojos seguían las líneas del cuadernillo que reconoció como el libreto.
Sus pasos siguieron llevándolo inexorablemente a ella pero se detuvo a unos pasos para admirarla detalladamente, sin cuidado de que ella se enterara, algo que no podría hacer más adelante. Luego siguió avanzando hacia ella.
Kristen escucho unos pasos pesados detrás de ella pero no se volvió por que su instinto le revelo quien era el que caminaba así, la sombra de este cubrió los tímidos rayos de sol que hasta ese momento estaban comenzando a iluminar el hotel. EL se sentó en la silla frente a ella.
- Buenos Días – saludo cortésmente sonriéndole, esperando que no tomara a mal ese gesto. Se dio cuenta de la poco elegante, pero adorable, manera en que tragaba el pedazo de panecillo que había estado masticando.
- Hola –saludo ella entre bocados, con un gesto de la mano.
Robert la analizo con una maña que estaba comenzando a adquirir para con ella. Ella le devolvió el gesto por unos segundos para después concentrarse en otro panecillo y en la lectura del libreto. Robert se sirvió un café negro extrañando la típica bebida inglesa al desayuno, té. No tenía demasiado apetito por lo que le dio unos sorbos lentos mientras pensaba en la mejor manera de abordar una conversación. Igual consumiría todas las calorías que le hacían falta con el almuerzo.
En ese momento, antes de que él pudiera hablar se les unió Catherine con una lata de redbull como única acompañante.
- Hola, chicos – dijo suspirando y sentándose al lado de Kristen – vaya mañana, estoy a punto de congelarme – le dio un sorbo largo a la redbull y se volvió a Kristen con una mirada de orgullo – me alegra que practiques, la escena de hoy debe quedar muy bien – dijo mirándolos a los dos. – creo que es mejor que te apresures, Kristen, es mejor que empecemos temprano, para terminar temprano, espero, con suerte grabar algo de los Cullen hoy.
Kristen se metió un panecillo entero en la boca y lo bajo con el café. Se puso de pie al mismo tiempo que Robert y ambos caminaron con Catherine hacia la salida del hotel.
Robert repasaba mentalmente el libreto, se lo sabía de memoria así como sabía de memoria la escena que grabarían ese día. Sentía que las manos volvían a sudarle al pensar en estar tan cerca de esa muchacha.
Las vanes los estaban esperando listas para partir hacia la casa de Catherine, escenario en donde se daría vida a la habitación de Bella.
- la casa no está lejos, pero quería terminar de trasladar un equipo que hacía falta-explico Catherine moviéndose a la parte de adelante mientras los dos muchachos subían a la de atrás.
Kristen estaba teniendo una debacle interna de la que no quería ser parte, quería estar tranquila, como una profesional en la actuación, pero le estaba costando mucho trabajo, especialmente por la manera en que Robert la miraba, tal vez lo hacia inconscientemente pero sentía sobre ella sus ojos todo el tiempo, y no de manera amistosa, cabía aclarar, pero tenía que controlarse para no hacer lo mismo con él y revelarle la realidad de los recuerdos que, en ese momento, estaban atormentando a su mente. La esencia de ser actriz consistía en enmascarar tus emociones y dejarlas para ti, e inventarte unas nuevas, las del personaje que interpretabas y llevarlas a cabo de manera creíble. Conocer a personas nuevas era un rito para los actores que siempre estaban moviéndose y actuando con personas a las que no habían visto nunca, esa era una parte que ella solía sobrellevar bien, pero no ahora, no con el muchacho a su lado. Quería ser tan indiferente como la situación lo permitiera, seguía en sus trece respecto a mantener a raya cualquier intención de Robert de acercarse a ella más que para una amistad.
¿En verdad estaba dispuesta a botar a la basura los años de relación que había compartido con Mike por un encandilamiento que seguramente sería tan pasajero como una gripa? Se tenía en mejor concepto y respetaba a Mike aunque él no lo hiciera con ella.
Se sentía repentinamente débil, débil de carácter y como persona por culpa de los problemas que le estaba causando todo esto que había empezado como un proyecto que tenia pinta de fracaso a la primera.
Suspiro silenciosamente. Se había prometido a si misma que iba a cultivar una amistad, solo una amistad, con Robert Parkinson, una amistad como la que hacía con todos los compañeros de actuación que había tenido y eso iba a hacer, iba a poner todo de su parte para arreglar su situación con Mike y no iba a estar pensando en cosas indebidas con Parkinson.
-¿que tal noche? – pregunto ella mirándolo a la boca inconscientemente, la que se abría lentamente para responderle.
- pasable – contesto el mirándola a los ojos – las he tenido mejores, para ser sincero.
Robert sabía que estaba mintiendo, tanto como sabia en su mente que no tenía sentido presionarla, sabia que no podía responderle a esa pregunta con algo como “dormí placenteramente, especialmente porque soñé que estaba haciendo el amor contigo” No, definitivamente no era una respuesta
- Si, yo también – menciono Kristen distraídamente, pensando en cuan diferente podía ser el motivo por el que la noche de él había sido pasable, sin saber que realmente era muy similar.
- todavía estas… - Kristen volvió a verlo con tanta rapidez que a Robert se le secaron las palabras de la boca - aun tienes… ¿ese problema? –
-eh…ya lo solucione – contesto ella luchando por mantenerse firme en su propósito. – aclare las cosas con Michael y…- Kristen sabía que no era completamente cierto pero cuanto más hiciera más pronto las cosas regresarían a la normalidad – seguiremos juntos y hasta que podamos arreglar nuestras diferencias.
Robert se sintió decepcionado consigo mismo y con ella, especialmente con ella, pero sabía que no era su culpa, como sabía que si estuviera en sus manos haría desaparecer a ese pelmazo de la vida de la muchacha sin mayores contemplaciones, además se había hecho ilusiones estúpidas respecto a ella con tan solo esperanzas y estaba sintiendo como todas ellas se estaba desvaneciendo sin sentido.
Intento que no se notara en su rostro la manera en que esa información le estaba afectando, y creía haberlo logrado hasta que ella le pregunto:
- ¿te pasa algo? –
Kristen casi presentía que el estado de ánimo en el que rápidamente se había convertido la cara de Robert era por su causa, seguía insistiendo en que era lo mejor.
- No, estoy bien - respondió el joven sintiendo un acceso de celos tan poderosos que tuvo que darse de patadas mentalmente para disimular.
Kristen asintió y permanecieron en silencio hasta que llegaron a la casa de Catherine, en donde había cierto despliegue de actividades mientras el personal adecuaba una de las habitaciones de la casa para adaptarla a lo que sería la habitación de Bella Swan.
Kristen se quedo apoyada contra la van texteando a su madre sobre donde estaba y su estado actual. Robert la miraba a lo lejos pensando que se veía un poco cansada pero al mismo tiempo regañándose por preocuparse por ella cuando era evidente que ella no necesitaba de su preocupación, le había servido un poco mientras estaba en problemas pero ahora que había decidido luchar por la relación que mantenía con el motero lo ignoraba completamente, ¿acaso creía que él era una amenaza? ¿Lo era?
Kristen sabía que Robert la estaba mirando e intento concentrarse en lo que le respondía su mama y no en responder a esa mirada. Ojala pudiera hacer algo para que él se pusiera mejor, estaba comenzando a sospechar que Parkinson quería más que una amistad con ella.
- ¡Chicos, suban en quince minutos! – dijo Catherine desde la ventana.
Kristen dejo su teléfono cuando empezó a sentir que sus dedos comenzaban a temblar ligeramente. Se sentía contrariada consigo misma por estar dejando que todos esos sentimientos que tenia ahora la gobernaran. Sentía que estaba perdiendo su habilidad actoral, sentía…
Sus pasos la llevaron lentamente al interior de la casa que ya conocía, su conciencia le decía que debía haber ido con Parkinson como una amiga mas, haber ingresado juntos a la casa. Lo estaba alejando con demasiada frialdad y no podía evitar sentirse mal por ello, aunque no entendiera muy bien las razones. ¿Qué demonios le estaba pasando? Cuando entro a la habitación una de las mujeres de vestuario se le acerco con la ropa que tendría que usar para esa escena.
Inevitablemente sintió su pulso acelerarse otro poco al ver la diminuta ropa que le tocaba ponerse. , no era como si no se hubiera puesto nunca un pantaloncito caliente pero al descubrir su reciente sensibilidad hacia Parkinson se sentía también casi avergonzada. Tomo la ropa sin rechistar pensando que ya estaba bien de estupideces, entro a cambiarse a uno de los baños. Escucho los pasos de Parkinson subir las escaleras. Se apoyo contra la puerta respirando profundamente. Comenzó a cambiarse con lentitud regulando el ritmo de su respiración y diciéndose que solo era una película más, con un actor más, una película que pasaría sobre ella sin tocarla ni cambiarla.
Cuando estuvo lista se desordeno el cabello como si hubiese estado remoloneando en las sabanas, tal como el libreto decía que estaba Bella.
“Soy una actriz, no una adolescente gobernada por sus hormonas” se dijo una vez más.
Salió mientras los luminotécnicos, los camarógrafos y demás continúan arreglando todo para la escena.
Dio los pasos descalza hasta la cama, hacia un poco de frio pero, dentro de sí, sabia que las cosas iban a entrar en calor quisiera o no.
Robert subió la escalera mientras la puerta del baño se cerraba. La mujer de vestuario le entrego la ropa que debía usar para la escena. Entro a la habitación del lado y se cambio rápidamente. Cuando termino lo sentaron en el otro baño, en donde habían desplegado una especie de tienda de maquillaje interna para hacerlo volver a parecer vampiro.
Kristen espero sentada en la cama, con las piernas recogidas a que terminaran de maquillarlo a él, también tuvo que esperar mientras él fue rociado del spray que evitaba que el maquillaje se corriera fácilmente.
Tomo del lado su cartilla del libreto y comenzó a releerlo casi innecesariamente y para ganar tiempo. Una de las maquilladoras asistentes se le acerco y comenzó a darle ciertos retoques a su cabello, para que siguiera pareciendo desaliñado, le habían informado que tendría que usar una peluca para poder emular más de cerca la cabellera que le describían a la protagonista. Eso le hizo preguntarse si tendrían que re grabar alguna escena pero no lo pregunto ya que en ese momento tenia cosas mucho más profundas en las que pensar. Aunque esperaba fielmente que los de producción pudieran hacer algo respecto a las escenas no editadas, y pudieran obtener los mejores ángulos para no enfocar el pelo, aunque había firmado sabia que si tenían que re grabar lo más probable es que acabara agotada y no pudiera asistir a sus exámenes finales por correo, y aunque también tenia la ventaja del régimen horario por ser menor de edad eso no la cubría de grabar y grabar una y otra vez dentro de esas horas fijadas.
Dejo que la maquilladora hiciera su trabajo, mientras escuchaba el siseo del spray, indicando que el trabajo de maquillaje de Robert estaba por terminar. Se preparo mentalmente para encararlo y cuando la maquilladora le pidió por favor que tomara el lugar de Robert supo que había llegado el momento. Se puso de pie ignorando el temblor de sus piernas, ese que parecía que había llegado con refuerzos desde la última vez que lo sintió.
Robert se dio la vuelta en el momento justo para verla caminar hacia él, tan pequeña, delgada y frágil…y sensualmente medio vestido. Cuando enfoco la vista en su cuerpo apenas cubierto por unos shorts cortos y una camiseta pequeña que ceñía sus esbeltas curvas supo que estaba perdido, jamas podría separar la realidad de la actuación a pesar de que lo considerara poco ético y estúpido, pero ahora, cuando volvía a mirarla y volvía a caer presa de su silencioso encanto se daba cuenta una y otra vez que estaba perdido.
Kristen le sonrió ligeramente y fue a sentarse en la silla a que la maquilladora la alistara, el olor de ella flotaba en el ambiente. Robert podía sentirlo, no era un perfume artificial, era el olor de ella misma lo que impregnaba su nariz y lo hacía arder por ella. Se hizo a un lado para intentar no mirar estar piernas de formas armoniosas y piel blanca y suave.
Iba a ser difícil contener el ímpetu que estaba comenzando a sentir dentro de su cuerpo, pero sabría salir de esto, debía pasar esa prueba que le estaba poniendo el destino. Ella no era para él y aunque le atrajera mucho, demasiado, no podía hacer nada para hacerla suya.
Los minutos pasaron y finalmente estuvo lista.
Catherine comenzó a dar las indicaciones mientras todo el equipo se ponía en disposición para grabar.
Kristen trepo suavemente a la cama dándole a Robert la vista que lo obligo a apartar la mirada inmediatamente por la manera lasciva en que sus pensamientos comenzaron a envolverla.
Se puso detrás de la pared mientras empezaban a grabar con ella hablando con su madre.
Grabarían solo una parte de la conversación para que en la otra entrar de improvisto dando la impresión de que lo hacía a velocidad vampírica.
Escucho el clic de la madera del cortador de escena y comenzó a escuchar la voz suavemente oscura de Kristen mencionando los pasajes del libreto.
Hizo una pregunta riendose. El silencio le respondió, supuso que debía contar los segundos haciendo de cuenta que su madre le respondía al otro lado de la línea. Se rio otro poco – te extraño. – dijo. Se hizo otro silencio y Kristen le respondió algo, cuando su madre le respondió ella dijo – Forks está creciendo dentro de mi –
Improvisaba con buenos tiempos, pensó para sí Robert escuchándola hablar
- ¡corten!- grito la voz de Catherine haciendo una seña a Robert para que apareciera en la habitación.
Él dejo su libreto a un lado y camino hacia la ventaba desde donde empezaría su supuesta llegada vampírica. Sentía que hacía un calor impresionante aunque tal vez solo se tratara de él y la ardiente perspectiva de besarse con la señorita Stanford.
Cuando entro a la habitación vio a Stanford recostada contra la cama como cualquier sirena de sueño, esperando….suspirando en la cama.
¿Qué demonios estaba pensando?, ¿como podían salirle esos pensamientos precisamente en el momento en que más necesitaba estar sereno?
Intento tranquilizar su alborotada conciencia mientras seguía dando los pasos que le hacían falta para quedar de pie frente a la cama. Como si fueran un par de amantes que fueran a tener un encuentro en su habitación.
Ya podía imaginar a todos los luminotécnicos, a la directora, a todo el equipo desapareciendo en medio de su fantasía para dejarlo a solas con ella.
Sacudió casi imperceptiblemente la cabeza y procedió a situarse donde Catherine le estaba indicando intentando no mirar las blancas piernas de su compañera de escena.
-Ponte ahí, cuando de la señal intervén cuando Kristen este hablando, ella tomara el rumbo de la escena y la seguirás todo respecto al libreto, ok?-
- si – dijo Robert, preguntándose como demonios podía ahora incluso hacerse de su boca.
Todos tomaron las posiciones, y cuando Catherine dijo acción comenzaron a rodar la primera toma de la escena.
Kristen comenzó a representar la escena en el punto en que la dejo. Sintió la cama hundirse cerca de la región de sus tobillos, se fingió asustada al percatarse de la presencia de otra persona en la habitación. Lo miro viéndola con esa sonrisa que bien podía ser tímida o taimada.
- mama, ¿puedo llamarte luego? - dijo Kristen poniendo su mejor cara de desconcierto, oprimió el botón del celular y lo dejo a un lado para volverse hacia Robert y mirarlo interrogante. - ¿Cómo llegaste aquí?- le pregunto en su papel de Bella.
- por la ventana – respondió el con la misma sonrisa que estaba comenzando a hacer que todas las defensas de Kristen colapsaran
- ¿lo haces a menudo? – le dijo.
- solo por los últimos meses.- ella volvían a poner cara de desconcierto y él le respondió – me gusta mirarte mientras duermes, es algo fascinante para mí.
Ella permaneció callada mirándolo a los ojos, Robert volvía a sentir que se podía perder en ellos de lo profundos que eran.
- en realidad quería intentar algo – dijo acercándose a ese rostro que lo miraba casi aturdido, el asumía que era la manera en que ella suponía que debía estar Bella cuando Edward se le acercaba como lo estaba haciendo en ese momento.
Acerco más su cuerpo al de ella de manera que pudo olerla casi tan bien como antes. Miro hacia la boca sonrosada que se abría exhalando mientras él seguía avanzando pulgada por pulgada para intentar besar a su novia humana por primera vez.
Bebió el aliento que ella dejaba salir entrecortadamente de sus labios sin ser consciente de que el estado de aturdimiento de ella no se debía a que estuviera interpretando al personaje sino que ella, tal como él, estaba teniendo dificultades para disociar la realidad de la escena.
El primer contacto fue electrizante, para ambos, duro unos segundos, pero cada uno de ellos sintió la textura de los labios del otro como una caricia sumamente sensible a sus labios y a todas las terminaciones nerviosas de sus cuerpos.
Otra vez, un segundo beso, una sensación demasiado agradable para no ser tenida en cuenta.
Robert sentía que los dedos le picaban, sentía que debía mover las manos por el cuello de ella y palpar su pulso solamente para comprobar que estaba tan errático como el de él, pero no se atrevía, no solo por que el libreto decía que tenia que contenerse como lo haría un vampiro tentado por el olor de la sangre, sino por que le estaba costando contenerse como hombre.
Kristen se movió hacia él y le puso las manos en la cabeza. Sintió las caricias de esos dedos en su cuerpo cabelludo y levanto una de sus propias manos para acariciarle levemente la cintura, la chica se impulso mas con sus piernas hacia el sellando completamente el beso que estaba comenzando a volverse agresivo.
Era el cielo, tal como él lo había imaginado, besar a esa mujer era como tocar el cielo, si así era besarla no quería imaginarse lo que sería hacer el amor con ella.
Cerro su mente a imágenes de ella y el entrelazados en otra cama, desnudos y tocándose. Le puso las manos en la cintura como si no pudiera soportar más su contacto e intento alejarla.
Ella se aferro a su cuello con fuerza y antes que pode evitarlo, se abalanzo sobre ella, no como Edward Cullen, sino como Robert Parkinson, succionando su labio inferior con fuerza y apoyándola con más fuerza contra la cama.
Hizo un movimiento en falso y su errático equilibrio lo hizo caerse de la cama y que la escena se interrumpiera.
Nadie rio, por que de alguna manera todos sabían que las cosas se habían salido de control en algún momento durante el primer beso.
Robert se puso de pie intentando reírse para no darle importancia pero sabia que todos sabían que se hallaba en un deplorable estado de excitación. Se sentía como el peor de los tontos y no quería imaginarse lo que esa chica debía estar pensando de él. Pero que debía pensar si era culpa de ella, ¿aunque ella no lo supiera realmente?
Kristen se apoyo en la cama mientras Catherine ordenaba un descanso de cinco minutos. Todavía sentía que el corazón quería salírsele del pecho. Era como si hubiera sido su primera beso, hacia demasiado tiempo que no sentía ese cosquilleo en el estomago y en la parte baja de su vientre. La emoción de un beso, los besos de Michael eran mecánicos, fríos, como los de un robot, casi ni cálidos.
Lo había disfrutado a conciencia, aunque se sintiera terriblemente mal por ello… ¿que le esperaba ahora?
Tendría que intentar hacer caso omiso de ello, lo suficiente para poder tener sus sentimientos en orden.
Se cambiaron los apellidos de los actores por cuestiones de que pueden cerrarme el pequeño blog.
Gracias por leer.
Kristen y Robert
El sueño, la pesadez y el cansancio duraron en Kristen hasta las 04:00 hora en la que despertó abruptamente con imágenes de lo que había estado soñando demasiado vividas, parpadeaba intentando alejarlas pero cuando cerraba los ojos las imágenes aun estaban ahí, entremezcladas con la somnolencia, sin poder dejarlas en el inconsciente. Y lo peor de todo, o al menos eso le parecía a ella, era que todos los sueños estaban relacionados con Parkinson y ella en posiciones y situaciones que hacían que su cara se llenara de congestión y sonrojo, y que la hubieran hecho despertarse de súbito, tan de súbito como lo había hecho.
Parpadeó unas veces más hasta que lo único que hubo frente a sus ojos fue la oscuridad de la habitación.
Se paso una mano temblorosa por la frente perlada de sudor, la piel a pesar de esto estaba fría y suave, temblorosa, débil.
¿Porque se sentía de esa manera? No podía llegar a considerarse a sí misma, al menos en la actualidad, exactamente virginal, no tenia que temblar por haber tenido un sueño de esa categoría con Parkinson, un chico al que apenas conocía y que era casi su amigo. Espero a que su pulso se normalizara y a medida que lo iba haciendo comenzaba a visualizar en su mente cosas, imágenes, recuerdos de ese sueño, partes que hubiera querido censurar pero que volvían irremediablemente a ella… Las manos finas y grandes de Parkinson, acariciándole lentamente los brazos, la espalda, las caderas, levantando el sweater que portaba en ese sueño y que por cosas de la vida era el más viejo y más grande que tenia, mientras lo levantaba rozaba con la punta de los dedos la piel que iba dejando al descubierto…hasta llegar a…
Sintió la garganta seca y se levanto quitándose las cobijas de encima y dirigiéndose al baño. Tanteo con sus manos temblorosas el interruptor de la luz y esta se encendió. De inmediato su imagen le devolvió la mirada reflejada en el gran espejo del cuarto de baño. Su cabello enmarañado y húmedo de sudor, las mejillas, habitualmente pálidas y blancas, estaban teñidas levemente de un rubor de excitación involuntaria, miro a sus propios ojos profundos y… ¿Qué?, brillantes, como una lumbre…hacía mucho tiempo que no tenía los ojos de esa manera, desde…
Aun no podía recordarlo y le sorprendió no querer hacerlo.
Incluso ahora tenía pensamientos demasiado contradictorios y sentía que la cabeza se le había hecho un salpicón de donde no podía escoger nada para ordenar.
Desde que conocía a Mike había creído que lo que sentía con él era amor, aun quería creerlo, había sido el primer y el único hombre con el que había mantenido relaciones y guardaba bastantes sentimientos por él.
Pero inevitablemente analizaba su situación actual las dudas comenzaban a acrecentarse dentro de su pecho, dudas, particularmente, respecto a sus sentimientos por él y los de el por ella. Siempre le decía que la quería, que la amaba, pero el trato con su familia era pésimo y si la quisiera de verdad habría hecho un esfuerzo por llevarse mejor con todos ellos, cosa que hacía muy al contrario. Ellos lo aceptaban, a regañadientes pero lo hacían, pero aun en presencia de ella no podían evitar el desdén que sentían hacia él. Decían que él no le convenía pero ella, tozuda como era, se había negado a las palabras de ello confiando en el amor que sentía por él para que la guiara. Pero ahora, su corazón le dictaba cosas demasiado diferentes que las de hace unos años. Su corazón palpitaba en contra de continuar con la relación, pero su mente le decía que no podía echar por la borda tantos años de relación. Debía darle una oportunidad, una más, para poder saber si estaban destinados a estar juntos o solamente se habían complementado uno al otro temporalmente hasta encontrar al verdadero otro.
Miro a su reflejo nuevamente intentando darle el valor requerido a las determinaciones que estaba tomando, bajo la mirada al lavamanos y levantando la mano hacia la llave la abrió, el agua fría pego en sus palmas y así fría se la lanzo a la cara para despertarse del todo a la realidad. Pero a la vez que el agua caía en su cuello y orejas, las imágenes del sueño que había tenido antes comenzaron a pasar una tras de otra frente a ella, como en unas diapositivas.
Ahora estaba esta situación que estaba comenzando a enloquecerla, ¿de qué serviría tener una amistad tan perturbadora como era la de Robert si estaba tomando las determinaciones necesarias para continuar su relación tormentosa con su novio?
Tal vez, inconscientemente, estaba dándole a entender a él cosas que no eran, tal vez en un intento por controlar su propia confusión podía haberlo arrastrado a él a un malentendido con el que no se sentía lo suficientemente fuerte para pelear. Él le inspiraba cosas más profundas que el simple gusto por su atractivo, así no lo conociera realmente. Algo había en el que la llamaba inexorablemente y si quería que su relación, o la oportunidad que le estaba dando funcionara, debía apartar de si sentimientos que no correspondieran a una sincera amistad con Robert. Esperaba no haberlo lastimado, esperaba no haber hecho nada que pudiera perjudicarlo de alguna manera, el había sido muy bueno con ella y tendría que compensarlo algún día.
Analizaría las cosas, una vez más, pero sabía que llegaría a la misma conclusión, hasta no ver no creer y ella iba a agotas hasta las últimas posibilidades para intentar salvar su relación, iba a poner su parte, la parte que le tocaba como novia, ahora todo dependería de Mike y de lo que realmente quisiera con ellos.
Se puso la ropa, se recogió el cabello en una desordenada coleta, y comenzó a hacer la tarea que tenía pendiente del curso. Avanzo tanto en ella que cuando amaneció ya la tenía lista para enviarla a su tutor.
Cuando lo hizo cerro la laptop y se vistió para bajar a desayunar, recordando mientras bajaba las escaleras, algo en lo que no había pensado realmente y era en que pasaría el día de hoy, cuando ambos tuvieran que besarse para emular una de las escenas del libro. Un estremecimiento involuntario la recorrió cuando pensó en ello. Pero quiso dejarlo en paz, al menos por el momento, y para su propia tranquilidad mental.
Apartando su cabeza de pensamientos estúpidos termino de arreglarse y salió de la habitación rumbo al comedor para desayunar. Era la primera en levantarse, por lo que vio, ya que las mesas estaban listas pero no había nadie en el comedor excepto los cocineros, se sentó en una de las sillas y eligió un panecillo relleno de mantequilla y un café más bien negro para desayunar.
Comenzó a beberlo mirando a la nada y repasando mentalmente lo que había leído del libreto y la escena, cogió el cuadernillo que había traído con ella y comenzó a repasar una y otra vez sus propios diálogos, y aunque estaba empeñada en ellos y sabia la mayoría, también sabía que su cabeza estaba muy lejos de allí.
Robert abrió los ojos rápidamente, intentando aclarar la vista, despertar a la realidad después de lo que había estado soñando se le antojaba irritante.
Sacudió la cabeza, en toda su vida nunca había tenido un sueño tan vivido con una mujer, ni siquiera con sus esporádicas novias y no en la posición en la que se encontraba cuando había soñado con Stanford, parecía que el haber estado mirándola en fotografías había hecho alguna especie de puente entre él y su subconsciente, emulándola en sus pensamientos y ahora en sus sueños. Se quito el pelo de los ojos al mismo tiempo que miraba alrededor de la habitación sintiéndose como un estúpido por desear que ese sueño no hubiese acabado nunca, o no en el momento en que lo hizo. Intento imaginarse por unos segundos cual sería la reacción de Stanford si algún día se enterara de la clase de sueños que le estaba inspirando.
La imagen se le antojo tan real en ese momento, deslizaba lentamente la lengua por la piel de su abdomen, sus dedos tocaban sus suaves piernas, sus labios besaban casi imperceptiblemente toda la extensión de su piel…
Se burlo de sí mismo y aparto la imagen antes de que hiciera mella en su fisonomía y se llamo todas las formas de estúpido nuevamente pensando en que nunca tendría oportunidad de hacer algo semejante y una depresión y desazón nada propia de un hombre le atenazo el pecho. Miro a su reloj de viaje apoyado en la mesa de noche y se dio cuenta de que se le estaba haciendo tarde para levantarse. Le tomo menos tiempo del que creía arreglarse y quedar listo para el día.
Cuando llego al comedor solamente había una figura solitaria en el comedor y la reconoció tan fácilmente que hizo una mueca, también el gesto se debía a la manera en como su corazón comenzó a palpitar sin ningún tipo de control ni ritmo. Observo sus movimientos lentamente mientras esta llevaba la taza a sus labios y sus ojos seguían las líneas del cuadernillo que reconoció como el libreto.
Sus pasos siguieron llevándolo inexorablemente a ella pero se detuvo a unos pasos para admirarla detalladamente, sin cuidado de que ella se enterara, algo que no podría hacer más adelante. Luego siguió avanzando hacia ella.
Kristen escucho unos pasos pesados detrás de ella pero no se volvió por que su instinto le revelo quien era el que caminaba así, la sombra de este cubrió los tímidos rayos de sol que hasta ese momento estaban comenzando a iluminar el hotel. EL se sentó en la silla frente a ella.
- Buenos Días – saludo cortésmente sonriéndole, esperando que no tomara a mal ese gesto. Se dio cuenta de la poco elegante, pero adorable, manera en que tragaba el pedazo de panecillo que había estado masticando.
- Hola –saludo ella entre bocados, con un gesto de la mano.
Robert la analizo con una maña que estaba comenzando a adquirir para con ella. Ella le devolvió el gesto por unos segundos para después concentrarse en otro panecillo y en la lectura del libreto. Robert se sirvió un café negro extrañando la típica bebida inglesa al desayuno, té. No tenía demasiado apetito por lo que le dio unos sorbos lentos mientras pensaba en la mejor manera de abordar una conversación. Igual consumiría todas las calorías que le hacían falta con el almuerzo.
En ese momento, antes de que él pudiera hablar se les unió Catherine con una lata de redbull como única acompañante.
- Hola, chicos – dijo suspirando y sentándose al lado de Kristen – vaya mañana, estoy a punto de congelarme – le dio un sorbo largo a la redbull y se volvió a Kristen con una mirada de orgullo – me alegra que practiques, la escena de hoy debe quedar muy bien – dijo mirándolos a los dos. – creo que es mejor que te apresures, Kristen, es mejor que empecemos temprano, para terminar temprano, espero, con suerte grabar algo de los Cullen hoy.
Kristen se metió un panecillo entero en la boca y lo bajo con el café. Se puso de pie al mismo tiempo que Robert y ambos caminaron con Catherine hacia la salida del hotel.
Robert repasaba mentalmente el libreto, se lo sabía de memoria así como sabía de memoria la escena que grabarían ese día. Sentía que las manos volvían a sudarle al pensar en estar tan cerca de esa muchacha.
Las vanes los estaban esperando listas para partir hacia la casa de Catherine, escenario en donde se daría vida a la habitación de Bella.
- la casa no está lejos, pero quería terminar de trasladar un equipo que hacía falta-explico Catherine moviéndose a la parte de adelante mientras los dos muchachos subían a la de atrás.
Kristen estaba teniendo una debacle interna de la que no quería ser parte, quería estar tranquila, como una profesional en la actuación, pero le estaba costando mucho trabajo, especialmente por la manera en que Robert la miraba, tal vez lo hacia inconscientemente pero sentía sobre ella sus ojos todo el tiempo, y no de manera amistosa, cabía aclarar, pero tenía que controlarse para no hacer lo mismo con él y revelarle la realidad de los recuerdos que, en ese momento, estaban atormentando a su mente. La esencia de ser actriz consistía en enmascarar tus emociones y dejarlas para ti, e inventarte unas nuevas, las del personaje que interpretabas y llevarlas a cabo de manera creíble. Conocer a personas nuevas era un rito para los actores que siempre estaban moviéndose y actuando con personas a las que no habían visto nunca, esa era una parte que ella solía sobrellevar bien, pero no ahora, no con el muchacho a su lado. Quería ser tan indiferente como la situación lo permitiera, seguía en sus trece respecto a mantener a raya cualquier intención de Robert de acercarse a ella más que para una amistad.
¿En verdad estaba dispuesta a botar a la basura los años de relación que había compartido con Mike por un encandilamiento que seguramente sería tan pasajero como una gripa? Se tenía en mejor concepto y respetaba a Mike aunque él no lo hiciera con ella.
Se sentía repentinamente débil, débil de carácter y como persona por culpa de los problemas que le estaba causando todo esto que había empezado como un proyecto que tenia pinta de fracaso a la primera.
Suspiro silenciosamente. Se había prometido a si misma que iba a cultivar una amistad, solo una amistad, con Robert Parkinson, una amistad como la que hacía con todos los compañeros de actuación que había tenido y eso iba a hacer, iba a poner todo de su parte para arreglar su situación con Mike y no iba a estar pensando en cosas indebidas con Parkinson.
-¿que tal noche? – pregunto ella mirándolo a la boca inconscientemente, la que se abría lentamente para responderle.
- pasable – contesto el mirándola a los ojos – las he tenido mejores, para ser sincero.
Robert sabía que estaba mintiendo, tanto como sabia en su mente que no tenía sentido presionarla, sabia que no podía responderle a esa pregunta con algo como “dormí placenteramente, especialmente porque soñé que estaba haciendo el amor contigo” No, definitivamente no era una respuesta
- Si, yo también – menciono Kristen distraídamente, pensando en cuan diferente podía ser el motivo por el que la noche de él había sido pasable, sin saber que realmente era muy similar.
- todavía estas… - Kristen volvió a verlo con tanta rapidez que a Robert se le secaron las palabras de la boca - aun tienes… ¿ese problema? –
-eh…ya lo solucione – contesto ella luchando por mantenerse firme en su propósito. – aclare las cosas con Michael y…- Kristen sabía que no era completamente cierto pero cuanto más hiciera más pronto las cosas regresarían a la normalidad – seguiremos juntos y hasta que podamos arreglar nuestras diferencias.
Robert se sintió decepcionado consigo mismo y con ella, especialmente con ella, pero sabía que no era su culpa, como sabía que si estuviera en sus manos haría desaparecer a ese pelmazo de la vida de la muchacha sin mayores contemplaciones, además se había hecho ilusiones estúpidas respecto a ella con tan solo esperanzas y estaba sintiendo como todas ellas se estaba desvaneciendo sin sentido.
Intento que no se notara en su rostro la manera en que esa información le estaba afectando, y creía haberlo logrado hasta que ella le pregunto:
- ¿te pasa algo? –
Kristen casi presentía que el estado de ánimo en el que rápidamente se había convertido la cara de Robert era por su causa, seguía insistiendo en que era lo mejor.
- No, estoy bien - respondió el joven sintiendo un acceso de celos tan poderosos que tuvo que darse de patadas mentalmente para disimular.
Kristen asintió y permanecieron en silencio hasta que llegaron a la casa de Catherine, en donde había cierto despliegue de actividades mientras el personal adecuaba una de las habitaciones de la casa para adaptarla a lo que sería la habitación de Bella Swan.
Kristen se quedo apoyada contra la van texteando a su madre sobre donde estaba y su estado actual. Robert la miraba a lo lejos pensando que se veía un poco cansada pero al mismo tiempo regañándose por preocuparse por ella cuando era evidente que ella no necesitaba de su preocupación, le había servido un poco mientras estaba en problemas pero ahora que había decidido luchar por la relación que mantenía con el motero lo ignoraba completamente, ¿acaso creía que él era una amenaza? ¿Lo era?
Kristen sabía que Robert la estaba mirando e intento concentrarse en lo que le respondía su mama y no en responder a esa mirada. Ojala pudiera hacer algo para que él se pusiera mejor, estaba comenzando a sospechar que Parkinson quería más que una amistad con ella.
- ¡Chicos, suban en quince minutos! – dijo Catherine desde la ventana.
Kristen dejo su teléfono cuando empezó a sentir que sus dedos comenzaban a temblar ligeramente. Se sentía contrariada consigo misma por estar dejando que todos esos sentimientos que tenia ahora la gobernaran. Sentía que estaba perdiendo su habilidad actoral, sentía…
Sus pasos la llevaron lentamente al interior de la casa que ya conocía, su conciencia le decía que debía haber ido con Parkinson como una amiga mas, haber ingresado juntos a la casa. Lo estaba alejando con demasiada frialdad y no podía evitar sentirse mal por ello, aunque no entendiera muy bien las razones. ¿Qué demonios le estaba pasando? Cuando entro a la habitación una de las mujeres de vestuario se le acerco con la ropa que tendría que usar para esa escena.
Inevitablemente sintió su pulso acelerarse otro poco al ver la diminuta ropa que le tocaba ponerse. , no era como si no se hubiera puesto nunca un pantaloncito caliente pero al descubrir su reciente sensibilidad hacia Parkinson se sentía también casi avergonzada. Tomo la ropa sin rechistar pensando que ya estaba bien de estupideces, entro a cambiarse a uno de los baños. Escucho los pasos de Parkinson subir las escaleras. Se apoyo contra la puerta respirando profundamente. Comenzó a cambiarse con lentitud regulando el ritmo de su respiración y diciéndose que solo era una película más, con un actor más, una película que pasaría sobre ella sin tocarla ni cambiarla.
Cuando estuvo lista se desordeno el cabello como si hubiese estado remoloneando en las sabanas, tal como el libreto decía que estaba Bella.
“Soy una actriz, no una adolescente gobernada por sus hormonas” se dijo una vez más.
Salió mientras los luminotécnicos, los camarógrafos y demás continúan arreglando todo para la escena.
Dio los pasos descalza hasta la cama, hacia un poco de frio pero, dentro de sí, sabia que las cosas iban a entrar en calor quisiera o no.
Robert subió la escalera mientras la puerta del baño se cerraba. La mujer de vestuario le entrego la ropa que debía usar para la escena. Entro a la habitación del lado y se cambio rápidamente. Cuando termino lo sentaron en el otro baño, en donde habían desplegado una especie de tienda de maquillaje interna para hacerlo volver a parecer vampiro.
Kristen espero sentada en la cama, con las piernas recogidas a que terminaran de maquillarlo a él, también tuvo que esperar mientras él fue rociado del spray que evitaba que el maquillaje se corriera fácilmente.
Tomo del lado su cartilla del libreto y comenzó a releerlo casi innecesariamente y para ganar tiempo. Una de las maquilladoras asistentes se le acerco y comenzó a darle ciertos retoques a su cabello, para que siguiera pareciendo desaliñado, le habían informado que tendría que usar una peluca para poder emular más de cerca la cabellera que le describían a la protagonista. Eso le hizo preguntarse si tendrían que re grabar alguna escena pero no lo pregunto ya que en ese momento tenia cosas mucho más profundas en las que pensar. Aunque esperaba fielmente que los de producción pudieran hacer algo respecto a las escenas no editadas, y pudieran obtener los mejores ángulos para no enfocar el pelo, aunque había firmado sabia que si tenían que re grabar lo más probable es que acabara agotada y no pudiera asistir a sus exámenes finales por correo, y aunque también tenia la ventaja del régimen horario por ser menor de edad eso no la cubría de grabar y grabar una y otra vez dentro de esas horas fijadas.
Dejo que la maquilladora hiciera su trabajo, mientras escuchaba el siseo del spray, indicando que el trabajo de maquillaje de Robert estaba por terminar. Se preparo mentalmente para encararlo y cuando la maquilladora le pidió por favor que tomara el lugar de Robert supo que había llegado el momento. Se puso de pie ignorando el temblor de sus piernas, ese que parecía que había llegado con refuerzos desde la última vez que lo sintió.
Robert se dio la vuelta en el momento justo para verla caminar hacia él, tan pequeña, delgada y frágil…y sensualmente medio vestido. Cuando enfoco la vista en su cuerpo apenas cubierto por unos shorts cortos y una camiseta pequeña que ceñía sus esbeltas curvas supo que estaba perdido, jamas podría separar la realidad de la actuación a pesar de que lo considerara poco ético y estúpido, pero ahora, cuando volvía a mirarla y volvía a caer presa de su silencioso encanto se daba cuenta una y otra vez que estaba perdido.
Kristen le sonrió ligeramente y fue a sentarse en la silla a que la maquilladora la alistara, el olor de ella flotaba en el ambiente. Robert podía sentirlo, no era un perfume artificial, era el olor de ella misma lo que impregnaba su nariz y lo hacía arder por ella. Se hizo a un lado para intentar no mirar estar piernas de formas armoniosas y piel blanca y suave.
Iba a ser difícil contener el ímpetu que estaba comenzando a sentir dentro de su cuerpo, pero sabría salir de esto, debía pasar esa prueba que le estaba poniendo el destino. Ella no era para él y aunque le atrajera mucho, demasiado, no podía hacer nada para hacerla suya.
Los minutos pasaron y finalmente estuvo lista.
Catherine comenzó a dar las indicaciones mientras todo el equipo se ponía en disposición para grabar.
Kristen trepo suavemente a la cama dándole a Robert la vista que lo obligo a apartar la mirada inmediatamente por la manera lasciva en que sus pensamientos comenzaron a envolverla.
Se puso detrás de la pared mientras empezaban a grabar con ella hablando con su madre.
Grabarían solo una parte de la conversación para que en la otra entrar de improvisto dando la impresión de que lo hacía a velocidad vampírica.
Escucho el clic de la madera del cortador de escena y comenzó a escuchar la voz suavemente oscura de Kristen mencionando los pasajes del libreto.
Hizo una pregunta riendose. El silencio le respondió, supuso que debía contar los segundos haciendo de cuenta que su madre le respondía al otro lado de la línea. Se rio otro poco – te extraño. – dijo. Se hizo otro silencio y Kristen le respondió algo, cuando su madre le respondió ella dijo – Forks está creciendo dentro de mi –
Improvisaba con buenos tiempos, pensó para sí Robert escuchándola hablar
- ¡corten!- grito la voz de Catherine haciendo una seña a Robert para que apareciera en la habitación.
Él dejo su libreto a un lado y camino hacia la ventaba desde donde empezaría su supuesta llegada vampírica. Sentía que hacía un calor impresionante aunque tal vez solo se tratara de él y la ardiente perspectiva de besarse con la señorita Stanford.
Cuando entro a la habitación vio a Stanford recostada contra la cama como cualquier sirena de sueño, esperando….suspirando en la cama.
¿Qué demonios estaba pensando?, ¿como podían salirle esos pensamientos precisamente en el momento en que más necesitaba estar sereno?
Intento tranquilizar su alborotada conciencia mientras seguía dando los pasos que le hacían falta para quedar de pie frente a la cama. Como si fueran un par de amantes que fueran a tener un encuentro en su habitación.
Ya podía imaginar a todos los luminotécnicos, a la directora, a todo el equipo desapareciendo en medio de su fantasía para dejarlo a solas con ella.
Sacudió casi imperceptiblemente la cabeza y procedió a situarse donde Catherine le estaba indicando intentando no mirar las blancas piernas de su compañera de escena.
-Ponte ahí, cuando de la señal intervén cuando Kristen este hablando, ella tomara el rumbo de la escena y la seguirás todo respecto al libreto, ok?-
- si – dijo Robert, preguntándose como demonios podía ahora incluso hacerse de su boca.
Todos tomaron las posiciones, y cuando Catherine dijo acción comenzaron a rodar la primera toma de la escena.
Kristen comenzó a representar la escena en el punto en que la dejo. Sintió la cama hundirse cerca de la región de sus tobillos, se fingió asustada al percatarse de la presencia de otra persona en la habitación. Lo miro viéndola con esa sonrisa que bien podía ser tímida o taimada.
- mama, ¿puedo llamarte luego? - dijo Kristen poniendo su mejor cara de desconcierto, oprimió el botón del celular y lo dejo a un lado para volverse hacia Robert y mirarlo interrogante. - ¿Cómo llegaste aquí?- le pregunto en su papel de Bella.
- por la ventana – respondió el con la misma sonrisa que estaba comenzando a hacer que todas las defensas de Kristen colapsaran
- ¿lo haces a menudo? – le dijo.
- solo por los últimos meses.- ella volvían a poner cara de desconcierto y él le respondió – me gusta mirarte mientras duermes, es algo fascinante para mí.
Ella permaneció callada mirándolo a los ojos, Robert volvía a sentir que se podía perder en ellos de lo profundos que eran.
- en realidad quería intentar algo – dijo acercándose a ese rostro que lo miraba casi aturdido, el asumía que era la manera en que ella suponía que debía estar Bella cuando Edward se le acercaba como lo estaba haciendo en ese momento.
Acerco más su cuerpo al de ella de manera que pudo olerla casi tan bien como antes. Miro hacia la boca sonrosada que se abría exhalando mientras él seguía avanzando pulgada por pulgada para intentar besar a su novia humana por primera vez.
Bebió el aliento que ella dejaba salir entrecortadamente de sus labios sin ser consciente de que el estado de aturdimiento de ella no se debía a que estuviera interpretando al personaje sino que ella, tal como él, estaba teniendo dificultades para disociar la realidad de la escena.
El primer contacto fue electrizante, para ambos, duro unos segundos, pero cada uno de ellos sintió la textura de los labios del otro como una caricia sumamente sensible a sus labios y a todas las terminaciones nerviosas de sus cuerpos.
Otra vez, un segundo beso, una sensación demasiado agradable para no ser tenida en cuenta.
Robert sentía que los dedos le picaban, sentía que debía mover las manos por el cuello de ella y palpar su pulso solamente para comprobar que estaba tan errático como el de él, pero no se atrevía, no solo por que el libreto decía que tenia que contenerse como lo haría un vampiro tentado por el olor de la sangre, sino por que le estaba costando contenerse como hombre.
Kristen se movió hacia él y le puso las manos en la cabeza. Sintió las caricias de esos dedos en su cuerpo cabelludo y levanto una de sus propias manos para acariciarle levemente la cintura, la chica se impulso mas con sus piernas hacia el sellando completamente el beso que estaba comenzando a volverse agresivo.
Era el cielo, tal como él lo había imaginado, besar a esa mujer era como tocar el cielo, si así era besarla no quería imaginarse lo que sería hacer el amor con ella.
Cerro su mente a imágenes de ella y el entrelazados en otra cama, desnudos y tocándose. Le puso las manos en la cintura como si no pudiera soportar más su contacto e intento alejarla.
Ella se aferro a su cuello con fuerza y antes que pode evitarlo, se abalanzo sobre ella, no como Edward Cullen, sino como Robert Parkinson, succionando su labio inferior con fuerza y apoyándola con más fuerza contra la cama.
Hizo un movimiento en falso y su errático equilibrio lo hizo caerse de la cama y que la escena se interrumpiera.
Nadie rio, por que de alguna manera todos sabían que las cosas se habían salido de control en algún momento durante el primer beso.
Robert se puso de pie intentando reírse para no darle importancia pero sabia que todos sabían que se hallaba en un deplorable estado de excitación. Se sentía como el peor de los tontos y no quería imaginarse lo que esa chica debía estar pensando de él. Pero que debía pensar si era culpa de ella, ¿aunque ella no lo supiera realmente?
Kristen se apoyo en la cama mientras Catherine ordenaba un descanso de cinco minutos. Todavía sentía que el corazón quería salírsele del pecho. Era como si hubiera sido su primera beso, hacia demasiado tiempo que no sentía ese cosquilleo en el estomago y en la parte baja de su vientre. La emoción de un beso, los besos de Michael eran mecánicos, fríos, como los de un robot, casi ni cálidos.
Lo había disfrutado a conciencia, aunque se sintiera terriblemente mal por ello… ¿que le esperaba ahora?
Tendría que intentar hacer caso omiso de ello, lo suficiente para poder tener sus sentimientos en orden.
viernes, 22 de abril de 2011
CAPITULO IX
Las vidas de Pattinson y Stewart son solo de ellos, yo solo me limito a echarle mas leña al fuego.
Los personajes de Twilight son propiedad e Steph Meyer y Summit Enterteinment.
Por seguridad y para que no me saquen el blog del aire se cambiaron los apellidos de nuestros queridos (Pattinson/Parkinson) y (Stewart/Stanford), así como se apreciaran cambios en la productora Summit (Subbit) y los nombres de los actores.
Gracias por leer
Robert y Kristen
Las grabaciones de ese día se extendieron bastante más tiempo de lo normal, cuando terminaron era casi media noche y todo el personal se hallaba agotado, se habían grabado las escenas correspondientes al estacionamiento de la escuela de Forks, era en realidad una azotea ambientada para que pareciera un estacionamiento y habían tenido que hacer las escenas muchas veces mientras cada una de ellas se acomodaba en una sola toma y quedaba lista para que les aplicaran los efectos especiales.
Kristen había tenido muchas caídas, especialmente porque quiso elaborar ella misma la escena y no dejar que una extra la hiciera.
Así que había hecho múltiples escenas en donde Rob la sostenía y ambos caían al piso mientras sostenía su mano al frente para aparentar que detenía el auto solo con su mano.
Kristen sentía que cada vez que Rob y ella caían al piso el intentaba sostenerla y soportar la fuerza de la caída, y hasta que no dominaron la caída para evitar lastimarse Catherine no les dejo terminar.
Robert estaba algo cansado pero contento de poder haber estado cerca de Kristen durante todo el día, parecía que se había recuperado, en mayor parte, de lo que le había contado al inicio del día.
Ella había sonreído y se sentía orgulloso de haberla hecho sonreír aunque tuviera esos inconvenientes. Esperaba llegar más lejos y convertirse en algo parecido a un confidente con ella.
Esperaba también no encontrarse con aquella cara de rata para no rompérsela por ser un estúpido con esa chica maravillosa.
También estaban presentes Ashley, Kellan, Nikki y Jackson, habían grabado esa misma escena ya que tenían que ver en el momento en que Edward salvaba a Bella.
Entraron a la carpa en donde habían sido maquillados para ese día, Kristen sacudió la cabeza rociando toda la tienda.
Y a Robert que venía justo detrás de ella y el cual se quedo mirando el juego que el cabello oscuro llevaba a cabo en el blanco rostro.
Kristen se sentó y empapo una pompa desechable de loción desmaquilladora y comenzó a retirarse la máscara de su personaje.
-Jodido maquillaje…- murmuro mirándose al espejo y pasándose la pompa varias veces por el mismo sitio.
Robert estaba al lado de ella y la contemplaba fijamente esperando ver a la Kristen que se escondía bajo el maquillaje, la cual no era menos bella que su personaje, sonrió ante la exasperación de la joven al quitarse la mezcla.
El siguió su ejemplo aunque se sentía un poco, solo un poco, amanerado al tener que retirar el maquillaje de su rostro, pero no podían poner a los de maquillaje, que bastante trabajo tenían, a desmaquillarlos como debían. El sabía bien de eso pues al haber participado en otras películas, los de maquillaje eran obligados también a dejar inmaculada la piel de los actores.
Catherine se acerco a la tienda en el momento en que Kristen se retiraba las lentes de contacto, ella los miraba con suspicacia y algo mas, Kristen espero que no fuera lo que estaba imaginando, Catherine tenía esa mirada siempre que se venía algo difícil en las grabaciones, y como la conocía de antes de comenzar a rodar la película, sabia cuales eran las expresiones de su rostro y había aprendido a identificar a la mayoría de ellas.
-lo hicieron maravillosamente, congenian de una manera que no había visto nunca. Por eso he decidido que mañana nos desplazaremos a lo que va a ser el bosquejo de la casa de la protagonista, estaremos todo el día grabando la escena del…beso, en la habitación de Bella.
Se detuvo un poco en la última frase esperando a que los jóvenes la asimilaran, Kristen hizo lo posible por no ponerse colorada, e intento mantener la expresión serena, no quería que Robert se enterara de que su corazón había comenzado a revolucionar, aun recordaba la audición en donde habían estado tan cerca de besarse y el momento en que el había sido seleccionado como Edward.
Había habido algo ahí que había quedado casi como “pendiente”, un contacto que ambos habían deseado casi inconscientemente y que se había visto interrumpido por las circunstancias.
Ahora tendrían que hacerlo, las veces que la directora exigiera, para que la escena quedara retratando la esencia de un beso entre la humana y el vampiro.
Robert miro a Kristen pero no vio en ella nada que pudiera identificar como si estuviera perturbada por algo, el también podía jugar a que no le importaba, o no le daba ningún tipo de trascendencia, pero dentro de él algo bullo y ardió, el saber que besaría a esa chica le parecía algo descomunal y sintió que las manos le sudaban mientras ellas mismas deseaban tener contacto con la blanca piel de Kristen.
Se sintió perturbado, extrañado y raramente ansioso por que el día siguiente llegara, pero no debía agobiarla con sus propios deseos, puede que no estuviera del todo recuperada de la pelea con la rata y no se sentía capaz de mayores entusiasmos, esperaba poder contener sus sentimientos hacia ella en el momento en que la tuviera cerca, la besara y la tocara.
Sabia por el libreto que la escena era algo subida de tono, lo que podía considerarse de esa manera, y no quería que ella se sintiera incomoda o tuviera algún tipo de prejuicio por la relación que mantenía.
Respiro hondo y asintió aceptando los designios de su directora, y del destino, de una manera neutral, como todo buen actor haría.
Kristen, aunque mantenía su expresión estoica, se encontraba casi en la misma situación que Robert, su curiosidad femenina parecía alentarla a intentar comprobar cómo besaba un chico como Parkinson, pero la parte más macabra de ella quería saber lo que era estar en brazos de él. No entendía el sentido de sus pensamientos y menos cuando estos se trasladaron a Mike y lo que sucedía entre ellos, y que no le importara realmente lo que pasara cuando él se estaba encargando de destruir cualquier sentimiento positivo que tuviera hacia él.
No debía esperar con algún sentimiento de ansiedad que el día siguiente llegara más rápido, pero sí que lo hacía.
Ambos jóvenes salieron en silencio de la tienda de maquillaje y se direccionaron hacia el trasporte que los llevaría de vuelta al hotel.
Cuando subieron Robert se hizo a su lado y la miro durante unos segundos antes de volverse a mirar hacia el frente.
Un celular vibro, aun a un hombro de distancia Robert sintió que ella se ponía muy tensa, como si de alguna manera temiera por esa llamada.
La sintió moverse a su lado e hizo lo posible por no mirarla e interrumpir la privacidad que requería recibir esa llamada.
- Hola, ma – dijo en voz baja la joven relajando la tensión de sus hombros notablemente. – terminando otro día de grabación, estamos camino al hotel.
No se escuchaba lo que su madre decía pero parecía que el hablar con ella le subió un poco más el ánimo, cosa que, sin explicación, le subió el ánimo a él también.
Pero luego algo le dijo que borro la sonrisa inmediatamente. Robert casi sintió la puñalada de tristeza.
- no es posible – dijo Kristen negando con la cabeza y cerrando los ojos. – lo siento mama, hablare con él.
Kristen siguió hablando con su madre más tiempo casi hasta que llegaron al hotel. Cuando corto la comunicación desde el móvil, suspiro pesadamente aun con los ojos cerrados.
- ¿sucedió algo? – se atrevió a preguntar Robert al verla tan abatida sintiendo un picor incomodo en el pecho.
- ya sabes de qué se trata –dijo Kristen inclinando un poco la cabeza – Michael tuvo una discusión con mi madre en donde no salí muy bien parada…y se volvió un poco pesado.
Otra vez… pensó Robert intentando no mostrar una expresión demasiado odiosa, para que ella no se diera cuenta de lo profundamente que le afectaba el hecho de que fuera novia de ese guarro.
- todo va a estar bien – dijo el alargando su mano, estuvo a punto de ponerla en su mejilla pero le pareció que el gesto podría ser considerado atrevido y termino posando la mano en su delgado hombro. – ya verás que todo…se va a solucionar.
No quería decir realmente eso, pero quería verla animada y si eso implicaba que ella tuviera esperanzas de reconciliarse con ese matacho, pues no tenía otra opción que darle todas las que pudiera.
Ella sonrió y puso su mano sobre la de él, que estaba apoyada en su hombro a manera de aprecio. Luego el retiro, la de ella, dejándolo a él acariciar compresivamente su hombro y deleitarse con el calor que la piel de ella trasmitía a través de la tela del sweater que estaba usando.
El bus se detuvo y todos bajaron, los últimos en bajar fueron los muchachos. Robert iba detrás de Kristen intentando leer cada una de sus expresiones, clasificando cuales eran buenas y cuales malas, al final ganaron las malas, pero eso no evito que la acompañara hasta la puerta de su habitación del hotel para cerciorarse de que estaba todo bien.
Cuando ella abrió la puerta con la tarjeta se volvió, por un momento Robert vio que sus ojos parecían mirarlo más intensamente que nunca, pero luego, tan rápidamente que creyó haberlo imaginado, la expresión fue sustituida por una de cansancio, la muchacha le sonrió benévolamente.
- muchas gracias, Rob, por todo – y quería decir por todo, pensó Kristen, gracias a el había realmente disfrutado el día, al menos la mayor parte de este, lo había sentido tan cerca cada vez que tropezaban grabando la famosa escena del auto descontrolado. Había tenido permanentemente bajo su nariz ese olor a té que lo envolvía, como su olor natural.
- no es nada, espero que de verdad estés bien, descansa, mañana será un día pesado – lo dijo rápidamente, como si no quisiera darle importancia, y aunque a oídos de ella así pareció, ella sabía en el fondo, que al menos de su lado, el día siguiente tendría una trascendencia en la que no quería pensar, pero que indudablemente estaría presente.
- buenas noches – dijo Kristen cerrando suavemente la puerta.
Sola en su habitación, en silencio, echaba de menos la compañía de alguien, no era que no estuviera a acostumbrada a estar sola, ni tampoco que no pudiera vivir sin alguien al lado, pero extrañaba tener a alguien con quien hablar.
Normalmente, en algunos de sus viajes, Michael la acompañaba, y se sentía a gusto con él, pero la situación de esta película era otra, parecía que desde el momento en que había firmado el contrato para Twilight, toda su vida había dado giros inesperados, una vida que consideraba casi organizada, a excepción de los múltiples viajes y películas, era como si de repente hubiese abierto los ojos ante la realidad que tal vez, ciega de gusto o amor por Michael y su forma de vida independiente, se había negado a ver.
Se sentó en la cama y envió un mensaje de texto al móvil de Orégano.
“Necesitamos hablar, ahora”
No podía dejar pasar la noche sin hablar con él, su madre le había dicho que la había llamado perra y que no podía esperar para verla para escupirle en la cara.
No conocía esa faceta de Mike, y necesitaba saber qué demonios estaba pasando, no podía creer que todo su hostil comportamiento se debiera simplemente a un estúpido ataque de celos.
Ella sabía que él era posesivo y cuando se beso con Ryan Reynolds en Adventureland, habían peleado bastante, pero jamás así, jamás una filmación se había metido en su vida personal de esa manera, ella era muy cuidadosa con su privacidad y le molestaba bastante tener personas alrededor intentando averiguar cosas que no les concernían.
Unos minutos después el teléfono vibro, cuando apretó el botón de contestar un estallido de música casi la deja sorda.
- ¿Mike? – pregunto casi gritando- Michael, ¿me escuchas?-
Durante unos momentos no fue posible escuchar si los gritos provenían de la algarabía o si era el mismo gritando, luego se calmaron un poco cuando el pareció moverse dentro del sitio donde se suponía que estaba.
- Kris…- dijo el chico con la voz tomada, Kristen se estremeció de ira, era imposible que le dijera lo que tenía que decirle con tanto trago en su cuerpo, sabía que al día siguiente no se acordaría de nada. Pero algo quería fluir de ella, quería sentir que había cumplido con advertirle a Mike que si se volvía a meter con su madre o con ella, o a insultarlas, las cosas iban a tener que quedarse donde estaban.
-si soy yo – dijo ella poniéndose de pie en la habitación – ¿quien te crees que eres para ir a decirle a mi madre que soy una perra?, ¿que demonios es lo que te está pasando, Mike?, ¿acaso no quieres que sigamos juntos, es eso?, actúas de esta jodida manera por qué quieres que sea yo la que corte con esta relación… ¿enfermiza?
- nunca te habías referido a nosotros de esa manera – dijo él, parecía que estuviera hablando con un niño y casi lograba hacerla sentir…mal
- nunca me habías llamado lo que me llamaste delante de mi mama.
El se quedo en silencio, Kristen incluso pensó que se había quedado dormido.
- ¡contéstame!, ¿quieres que dejemos esto aquí?, necesito tiempo Mike, tengo que asimilar la manera en la que estas actuando, y tengo que pensar si es lo que quiero para mi…
- cuando teníamos quince años…juramos que íbamos a estar juntos para siempre… pedirle tiempo a una relación…es como terminarla en tiempo lento…- dijo el chico, su voz se escuchaba cerca al llanto, ¡maldición! Pensó ella, el alcohol le había alborotado los sentimientos.
-cuando tenía quince años espere que eso sucediera Mike, aun lo espero pero…tu…tu no eres el mismo de siempre, algo pasa en tu vida, siempre me cuentas todo, confiamos tanto el uno en el otro, Mike, que esta situación se antoja demasiado extraña, demasiado…se que algo sucede, y no es de mi parte…- una imagen de Robert Parkinson escogió ese momento para cruzar por su mente haciendo que el pulso contra el celular le temblara perceptiblemente, lo que le daba la señal, la pequeña señal de que en parte si podía ser culpa de ella. – yo te quiero Mike, estamos juntos desde hace mucho tiempo…pero tienes que plantearte las cosas, yo amo mi trabajo, amo actuar, cada vez que inicio un proyecto con una pareja diferente a ti te comportas de una manera terrible…- “No aguanto más”, pensó la joven internamente. Esperaba que el entendiera que necesitaba tiempo para reflexionar las cosas.
- no me dejes – dijo él solamente, su voz se escuchaba como si estuviera poniendo la bocina en la comisura de su boca.- no me dejes, por favor.
Kristen sintió que se hundía un poco, sentía el remordimiento y sensaciones de compasión que el siempre sabia despertar en ella, aunque se consideraba una chica fuerte, Mike sabia cuáles eran sus debilidades, lamentablemente él se encontraba entre ellas, aun a pesar de lo acontecido ese día.
- no voy a dejarte…pero no me obligues a hacerlo Mike. – dijo ella antes de poder detenerse.
El silencio reino entre ellos por unos momentos, luego el suspirando hablo con esa voz arrastrada de alcohol.
- está bien…lo siento mucho…pero te echo de menos…quiero verte.
Kristen pensó unos momentos en que el pudiera acudir a alguna de las grabaciones, pero al recordar lo que había pasado la primera vez que el Robert se encontraron y lo que hallo en la mirada de ambos, lo pensó mejor.
- espero volver a la ciudad pronto, algunas de las grabaciones son allá. En cuanto tenga noticias de cuando regresaremos, te lo hare saber. – Kristen intento hablar con entusiasmo, seguro que con lo ebrio que estaba no podía discernir si ella estaba animada o no.
- yo también lo espero…ansiosamente – escucho que respiraba fuertemente y un momento después escucho sus arcadas.
Estaba trasbocando.
Kristen se masajeo la frente pecosa con fuerza, esperaba tener la suficiente entereza para seguir hasta que la relación diera.
Pero en el fondo sabía que algo había cambiado, y que ese cambio seria definitivo para ambos, Mike y ella.
Se despidió deseando que se pusiera mejor y dejando el móvil en la mesa de noche, se quito los zapatos y las medias, y sin preocuparse por cambiarse o quitarse la ropa se metió debajo de las cobijas y se durmió de inmediato.
Tan pronto como la puerta se cerró Robert camino sin ganas hacia su habitación pensando irremediablemente en ella. En ella y en todas las sensaciones, incluido el instinto de protección, el deseo, la atracción y la ternura. Aun le costaba trabajo creer que en tan poco tiempo esa chiquilla pudiera inspirarle tanto.
Nunca se había “enamorado” realmente y se pregunto si este sería el caso. Tenía muchos de los síntomas que implicaban un enamoramiento, o al menos lo que había leído.
Y no podía ser presa de ese sentimiento en el momento menos oportuno. Cuando el objeto de sus recién descubiertos sentimientos estaba atravesando por la crisis de su único noviazgo conocido a lo largo de su vida.
Si, ahora se hallaba con su portátil en la habitación mirando nuevamente, una y otra vez, las biografías y fotografías que había de ella en la red.
Se sintió una vez más como el fan obseso, y se sintió aun mas enfermo cuando vio fotografías que enfatizaban la belleza de sus ojos y de toda ella. Algunas sensuales, otras tomadas al azar, pero todas ellas lo suficientemente claras y precisas para hacer que sus hormonas despertaran más de lo necesario.
- Kristen…- murmuro inconscientemente mientras levantaba su mano y deslizaba su dedo índice por una fotografía en donde se la apreciaba con el cabello rubio y una camisa blanca sin mangas. Se veía preciosa…y la deseo mucho en ese momento.
Pero no se sentía mal de desearla, al fin y al cabo era hombre y el deseo o atracción sexual era solo una de las muchas cosas que le llamaban la atención de esa muchacha.
Su carácter reservado pero a todas luces fuerte cuando debía serlo, sus movimientos inconscientes y consientes, su manera de caminar, de mirar, de levantar esa ceja enloquecedora, de fijar su mirada intensa en el. De…tanto.
El teléfono celular comenzó a sonar sacándolo de sus ensoñaciones.
-¿hola? – pregunto pensando que en Londres seria de día.
- Robert Parkinson…- dijo una voz que no supo identificar si enfurecida o tranquila, era la voz de su madre que siempre lo llamaba por su nombre completo cuando estaba enfadada por algo.
- ¿ma? – pregunto desconcertado y sintiéndose culpable al instante al recordar que unas semanas atrás había acordado llamarla y contarle como iba todo, pero entre ajetreo de grabaciones, de…sus recién descubiertos sentimientos y otras cosas lo había olvidado completamente.
- ah!- dijo la mujer apartando el teléfono de su boca o eso pareció – finalmente se acuerda de que tiene una madre – dijo la mujer.
- ¡oh maldición! – dijo Robert entre dientes pensando en esa manera en que su madre se dirigía – ma, lo siento mucho, maldición, he tenido unos días muy agotadores, no he podido…
- en algún momento de tu día podrías sacar ese maldito aparato cuadrado al que llamas móvil y llamar hacia la casa de tus progenitores, no sale muy económico pero incluso así, hay algo llamado mail y mensajería instantánea.
-si, ma, lo sé, créeme que lo sé, y te pido mil perdones, no tengo cara para…
- no tienes voz más bien, jovencito,- escucho la voz de su padre cerca con lo que confirmo que su madre había puesto el altavoz.
- te oyes mal, Claudia – dijo lentamente Lizzi, acercándose al teléfono, ¡ay Dios! Ahí estaban, todos los Parkinson para hacerle la vida de cuadros.
- déjame en paz, monstruo – dijo Robert en voz baja intentando parecer serio sin lograrlo, nunca iba a poder quitarle esas mañanas a sus “queridas” hermanas, así que ni mejor se esforzaba.- que haces escuchando conversaciones de menores
- cállate Claudia, ahora dime, como es eso que vas a interpretara un vampiro? Mama me lo conto todo.
“Maldición” pensó el joven un poco contrariado, pensó que su madre guardaría el secreto por unos días mas pero era evidente que no lo iba a hacer, y cuando sus hermanas se enteraran de que la película era basada en algún libro harían de las suyas leyendo toda la serie y burlándose de los pasajes en el libro que le corresponderían a él cómo Edward Cullen.
Su madre le reprendió noblemente y le pidió que no olvidara llamarlos para reportarles cualquier novedad, hacía tiempo que se había hecho mayor de edad pero su madre lo trataba como si fuera un niño, se había sentido orgullosa de el por su interpretación en Harry Potter, pero no había dejado de tratarlo como si aun tuviera esa edad.
Cuando corto la comunicación sus ojos inmediatamente se dirigieron a la pantalla del la laptop, en donde seguía brillando, hermosamente, la figura de Kristen en esa filmación, In The Land of Women.
Deseaba más que nada volver a su habitación para asegurarse de que estaba bien, que estaba durmiendo, descansando, como debía ser. Y casi había dado los pasos que le faltaban cuando retrocedió.
No podía presionarla, no quería hacerlo, quería que lo aceptara libremente, quería enamorarla realmente, quería ser agradable a sus ojos, quería…besar su boca. Nada más a eso aspiraba de momento.
Suspirando cual idiota enamorado de la luna, se quito la camisa y sin preocuparse por retirarse los jeans se metió bajo las cobijas a descansar.
Bueno en el siguiente Cap. grabaran la escena del beso y las cosas se descontrolaran un poquin, no pude adelantar esa escena porque tengo mucho trabajo, pero espero poner la actualización tan pronto como mi tiempo me lo permita, nuevamente gracias al que se tome el trabajo de leer esto. Las situaciones son ficticias, mezcladas con la realidad de las grabaciones como tiempo lugares y tal vez algunas escenas, de resto es como me imagino yo, está loca cabeza, que comenzó a surgir la hermosa relación que parecen tener estos dos en la vida real, muchas gracias nuevamente.
Los personajes de Twilight son propiedad e Steph Meyer y Summit Enterteinment.
Por seguridad y para que no me saquen el blog del aire se cambiaron los apellidos de nuestros queridos (Pattinson/Parkinson) y (Stewart/Stanford), así como se apreciaran cambios en la productora Summit (Subbit) y los nombres de los actores.
Gracias por leer
Robert y Kristen
Las grabaciones de ese día se extendieron bastante más tiempo de lo normal, cuando terminaron era casi media noche y todo el personal se hallaba agotado, se habían grabado las escenas correspondientes al estacionamiento de la escuela de Forks, era en realidad una azotea ambientada para que pareciera un estacionamiento y habían tenido que hacer las escenas muchas veces mientras cada una de ellas se acomodaba en una sola toma y quedaba lista para que les aplicaran los efectos especiales.
Kristen había tenido muchas caídas, especialmente porque quiso elaborar ella misma la escena y no dejar que una extra la hiciera.
Así que había hecho múltiples escenas en donde Rob la sostenía y ambos caían al piso mientras sostenía su mano al frente para aparentar que detenía el auto solo con su mano.
Kristen sentía que cada vez que Rob y ella caían al piso el intentaba sostenerla y soportar la fuerza de la caída, y hasta que no dominaron la caída para evitar lastimarse Catherine no les dejo terminar.
Robert estaba algo cansado pero contento de poder haber estado cerca de Kristen durante todo el día, parecía que se había recuperado, en mayor parte, de lo que le había contado al inicio del día.
Ella había sonreído y se sentía orgulloso de haberla hecho sonreír aunque tuviera esos inconvenientes. Esperaba llegar más lejos y convertirse en algo parecido a un confidente con ella.
Esperaba también no encontrarse con aquella cara de rata para no rompérsela por ser un estúpido con esa chica maravillosa.
También estaban presentes Ashley, Kellan, Nikki y Jackson, habían grabado esa misma escena ya que tenían que ver en el momento en que Edward salvaba a Bella.
Entraron a la carpa en donde habían sido maquillados para ese día, Kristen sacudió la cabeza rociando toda la tienda.
Y a Robert que venía justo detrás de ella y el cual se quedo mirando el juego que el cabello oscuro llevaba a cabo en el blanco rostro.
Kristen se sentó y empapo una pompa desechable de loción desmaquilladora y comenzó a retirarse la máscara de su personaje.
-Jodido maquillaje…- murmuro mirándose al espejo y pasándose la pompa varias veces por el mismo sitio.
Robert estaba al lado de ella y la contemplaba fijamente esperando ver a la Kristen que se escondía bajo el maquillaje, la cual no era menos bella que su personaje, sonrió ante la exasperación de la joven al quitarse la mezcla.
El siguió su ejemplo aunque se sentía un poco, solo un poco, amanerado al tener que retirar el maquillaje de su rostro, pero no podían poner a los de maquillaje, que bastante trabajo tenían, a desmaquillarlos como debían. El sabía bien de eso pues al haber participado en otras películas, los de maquillaje eran obligados también a dejar inmaculada la piel de los actores.
Catherine se acerco a la tienda en el momento en que Kristen se retiraba las lentes de contacto, ella los miraba con suspicacia y algo mas, Kristen espero que no fuera lo que estaba imaginando, Catherine tenía esa mirada siempre que se venía algo difícil en las grabaciones, y como la conocía de antes de comenzar a rodar la película, sabia cuales eran las expresiones de su rostro y había aprendido a identificar a la mayoría de ellas.
-lo hicieron maravillosamente, congenian de una manera que no había visto nunca. Por eso he decidido que mañana nos desplazaremos a lo que va a ser el bosquejo de la casa de la protagonista, estaremos todo el día grabando la escena del…beso, en la habitación de Bella.
Se detuvo un poco en la última frase esperando a que los jóvenes la asimilaran, Kristen hizo lo posible por no ponerse colorada, e intento mantener la expresión serena, no quería que Robert se enterara de que su corazón había comenzado a revolucionar, aun recordaba la audición en donde habían estado tan cerca de besarse y el momento en que el había sido seleccionado como Edward.
Había habido algo ahí que había quedado casi como “pendiente”, un contacto que ambos habían deseado casi inconscientemente y que se había visto interrumpido por las circunstancias.
Ahora tendrían que hacerlo, las veces que la directora exigiera, para que la escena quedara retratando la esencia de un beso entre la humana y el vampiro.
Robert miro a Kristen pero no vio en ella nada que pudiera identificar como si estuviera perturbada por algo, el también podía jugar a que no le importaba, o no le daba ningún tipo de trascendencia, pero dentro de él algo bullo y ardió, el saber que besaría a esa chica le parecía algo descomunal y sintió que las manos le sudaban mientras ellas mismas deseaban tener contacto con la blanca piel de Kristen.
Se sintió perturbado, extrañado y raramente ansioso por que el día siguiente llegara, pero no debía agobiarla con sus propios deseos, puede que no estuviera del todo recuperada de la pelea con la rata y no se sentía capaz de mayores entusiasmos, esperaba poder contener sus sentimientos hacia ella en el momento en que la tuviera cerca, la besara y la tocara.
Sabia por el libreto que la escena era algo subida de tono, lo que podía considerarse de esa manera, y no quería que ella se sintiera incomoda o tuviera algún tipo de prejuicio por la relación que mantenía.
Respiro hondo y asintió aceptando los designios de su directora, y del destino, de una manera neutral, como todo buen actor haría.
Kristen, aunque mantenía su expresión estoica, se encontraba casi en la misma situación que Robert, su curiosidad femenina parecía alentarla a intentar comprobar cómo besaba un chico como Parkinson, pero la parte más macabra de ella quería saber lo que era estar en brazos de él. No entendía el sentido de sus pensamientos y menos cuando estos se trasladaron a Mike y lo que sucedía entre ellos, y que no le importara realmente lo que pasara cuando él se estaba encargando de destruir cualquier sentimiento positivo que tuviera hacia él.
No debía esperar con algún sentimiento de ansiedad que el día siguiente llegara más rápido, pero sí que lo hacía.
Ambos jóvenes salieron en silencio de la tienda de maquillaje y se direccionaron hacia el trasporte que los llevaría de vuelta al hotel.
Cuando subieron Robert se hizo a su lado y la miro durante unos segundos antes de volverse a mirar hacia el frente.
Un celular vibro, aun a un hombro de distancia Robert sintió que ella se ponía muy tensa, como si de alguna manera temiera por esa llamada.
La sintió moverse a su lado e hizo lo posible por no mirarla e interrumpir la privacidad que requería recibir esa llamada.
- Hola, ma – dijo en voz baja la joven relajando la tensión de sus hombros notablemente. – terminando otro día de grabación, estamos camino al hotel.
No se escuchaba lo que su madre decía pero parecía que el hablar con ella le subió un poco más el ánimo, cosa que, sin explicación, le subió el ánimo a él también.
Pero luego algo le dijo que borro la sonrisa inmediatamente. Robert casi sintió la puñalada de tristeza.
- no es posible – dijo Kristen negando con la cabeza y cerrando los ojos. – lo siento mama, hablare con él.
Kristen siguió hablando con su madre más tiempo casi hasta que llegaron al hotel. Cuando corto la comunicación desde el móvil, suspiro pesadamente aun con los ojos cerrados.
- ¿sucedió algo? – se atrevió a preguntar Robert al verla tan abatida sintiendo un picor incomodo en el pecho.
- ya sabes de qué se trata –dijo Kristen inclinando un poco la cabeza – Michael tuvo una discusión con mi madre en donde no salí muy bien parada…y se volvió un poco pesado.
Otra vez… pensó Robert intentando no mostrar una expresión demasiado odiosa, para que ella no se diera cuenta de lo profundamente que le afectaba el hecho de que fuera novia de ese guarro.
- todo va a estar bien – dijo el alargando su mano, estuvo a punto de ponerla en su mejilla pero le pareció que el gesto podría ser considerado atrevido y termino posando la mano en su delgado hombro. – ya verás que todo…se va a solucionar.
No quería decir realmente eso, pero quería verla animada y si eso implicaba que ella tuviera esperanzas de reconciliarse con ese matacho, pues no tenía otra opción que darle todas las que pudiera.
Ella sonrió y puso su mano sobre la de él, que estaba apoyada en su hombro a manera de aprecio. Luego el retiro, la de ella, dejándolo a él acariciar compresivamente su hombro y deleitarse con el calor que la piel de ella trasmitía a través de la tela del sweater que estaba usando.
El bus se detuvo y todos bajaron, los últimos en bajar fueron los muchachos. Robert iba detrás de Kristen intentando leer cada una de sus expresiones, clasificando cuales eran buenas y cuales malas, al final ganaron las malas, pero eso no evito que la acompañara hasta la puerta de su habitación del hotel para cerciorarse de que estaba todo bien.
Cuando ella abrió la puerta con la tarjeta se volvió, por un momento Robert vio que sus ojos parecían mirarlo más intensamente que nunca, pero luego, tan rápidamente que creyó haberlo imaginado, la expresión fue sustituida por una de cansancio, la muchacha le sonrió benévolamente.
- muchas gracias, Rob, por todo – y quería decir por todo, pensó Kristen, gracias a el había realmente disfrutado el día, al menos la mayor parte de este, lo había sentido tan cerca cada vez que tropezaban grabando la famosa escena del auto descontrolado. Había tenido permanentemente bajo su nariz ese olor a té que lo envolvía, como su olor natural.
- no es nada, espero que de verdad estés bien, descansa, mañana será un día pesado – lo dijo rápidamente, como si no quisiera darle importancia, y aunque a oídos de ella así pareció, ella sabía en el fondo, que al menos de su lado, el día siguiente tendría una trascendencia en la que no quería pensar, pero que indudablemente estaría presente.
- buenas noches – dijo Kristen cerrando suavemente la puerta.
Sola en su habitación, en silencio, echaba de menos la compañía de alguien, no era que no estuviera a acostumbrada a estar sola, ni tampoco que no pudiera vivir sin alguien al lado, pero extrañaba tener a alguien con quien hablar.
Normalmente, en algunos de sus viajes, Michael la acompañaba, y se sentía a gusto con él, pero la situación de esta película era otra, parecía que desde el momento en que había firmado el contrato para Twilight, toda su vida había dado giros inesperados, una vida que consideraba casi organizada, a excepción de los múltiples viajes y películas, era como si de repente hubiese abierto los ojos ante la realidad que tal vez, ciega de gusto o amor por Michael y su forma de vida independiente, se había negado a ver.
Se sentó en la cama y envió un mensaje de texto al móvil de Orégano.
“Necesitamos hablar, ahora”
No podía dejar pasar la noche sin hablar con él, su madre le había dicho que la había llamado perra y que no podía esperar para verla para escupirle en la cara.
No conocía esa faceta de Mike, y necesitaba saber qué demonios estaba pasando, no podía creer que todo su hostil comportamiento se debiera simplemente a un estúpido ataque de celos.
Ella sabía que él era posesivo y cuando se beso con Ryan Reynolds en Adventureland, habían peleado bastante, pero jamás así, jamás una filmación se había metido en su vida personal de esa manera, ella era muy cuidadosa con su privacidad y le molestaba bastante tener personas alrededor intentando averiguar cosas que no les concernían.
Unos minutos después el teléfono vibro, cuando apretó el botón de contestar un estallido de música casi la deja sorda.
- ¿Mike? – pregunto casi gritando- Michael, ¿me escuchas?-
Durante unos momentos no fue posible escuchar si los gritos provenían de la algarabía o si era el mismo gritando, luego se calmaron un poco cuando el pareció moverse dentro del sitio donde se suponía que estaba.
- Kris…- dijo el chico con la voz tomada, Kristen se estremeció de ira, era imposible que le dijera lo que tenía que decirle con tanto trago en su cuerpo, sabía que al día siguiente no se acordaría de nada. Pero algo quería fluir de ella, quería sentir que había cumplido con advertirle a Mike que si se volvía a meter con su madre o con ella, o a insultarlas, las cosas iban a tener que quedarse donde estaban.
-si soy yo – dijo ella poniéndose de pie en la habitación – ¿quien te crees que eres para ir a decirle a mi madre que soy una perra?, ¿que demonios es lo que te está pasando, Mike?, ¿acaso no quieres que sigamos juntos, es eso?, actúas de esta jodida manera por qué quieres que sea yo la que corte con esta relación… ¿enfermiza?
- nunca te habías referido a nosotros de esa manera – dijo él, parecía que estuviera hablando con un niño y casi lograba hacerla sentir…mal
- nunca me habías llamado lo que me llamaste delante de mi mama.
El se quedo en silencio, Kristen incluso pensó que se había quedado dormido.
- ¡contéstame!, ¿quieres que dejemos esto aquí?, necesito tiempo Mike, tengo que asimilar la manera en la que estas actuando, y tengo que pensar si es lo que quiero para mi…
- cuando teníamos quince años…juramos que íbamos a estar juntos para siempre… pedirle tiempo a una relación…es como terminarla en tiempo lento…- dijo el chico, su voz se escuchaba cerca al llanto, ¡maldición! Pensó ella, el alcohol le había alborotado los sentimientos.
-cuando tenía quince años espere que eso sucediera Mike, aun lo espero pero…tu…tu no eres el mismo de siempre, algo pasa en tu vida, siempre me cuentas todo, confiamos tanto el uno en el otro, Mike, que esta situación se antoja demasiado extraña, demasiado…se que algo sucede, y no es de mi parte…- una imagen de Robert Parkinson escogió ese momento para cruzar por su mente haciendo que el pulso contra el celular le temblara perceptiblemente, lo que le daba la señal, la pequeña señal de que en parte si podía ser culpa de ella. – yo te quiero Mike, estamos juntos desde hace mucho tiempo…pero tienes que plantearte las cosas, yo amo mi trabajo, amo actuar, cada vez que inicio un proyecto con una pareja diferente a ti te comportas de una manera terrible…- “No aguanto más”, pensó la joven internamente. Esperaba que el entendiera que necesitaba tiempo para reflexionar las cosas.
- no me dejes – dijo él solamente, su voz se escuchaba como si estuviera poniendo la bocina en la comisura de su boca.- no me dejes, por favor.
Kristen sintió que se hundía un poco, sentía el remordimiento y sensaciones de compasión que el siempre sabia despertar en ella, aunque se consideraba una chica fuerte, Mike sabia cuáles eran sus debilidades, lamentablemente él se encontraba entre ellas, aun a pesar de lo acontecido ese día.
- no voy a dejarte…pero no me obligues a hacerlo Mike. – dijo ella antes de poder detenerse.
El silencio reino entre ellos por unos momentos, luego el suspirando hablo con esa voz arrastrada de alcohol.
- está bien…lo siento mucho…pero te echo de menos…quiero verte.
Kristen pensó unos momentos en que el pudiera acudir a alguna de las grabaciones, pero al recordar lo que había pasado la primera vez que el Robert se encontraron y lo que hallo en la mirada de ambos, lo pensó mejor.
- espero volver a la ciudad pronto, algunas de las grabaciones son allá. En cuanto tenga noticias de cuando regresaremos, te lo hare saber. – Kristen intento hablar con entusiasmo, seguro que con lo ebrio que estaba no podía discernir si ella estaba animada o no.
- yo también lo espero…ansiosamente – escucho que respiraba fuertemente y un momento después escucho sus arcadas.
Estaba trasbocando.
Kristen se masajeo la frente pecosa con fuerza, esperaba tener la suficiente entereza para seguir hasta que la relación diera.
Pero en el fondo sabía que algo había cambiado, y que ese cambio seria definitivo para ambos, Mike y ella.
Se despidió deseando que se pusiera mejor y dejando el móvil en la mesa de noche, se quito los zapatos y las medias, y sin preocuparse por cambiarse o quitarse la ropa se metió debajo de las cobijas y se durmió de inmediato.
Tan pronto como la puerta se cerró Robert camino sin ganas hacia su habitación pensando irremediablemente en ella. En ella y en todas las sensaciones, incluido el instinto de protección, el deseo, la atracción y la ternura. Aun le costaba trabajo creer que en tan poco tiempo esa chiquilla pudiera inspirarle tanto.
Nunca se había “enamorado” realmente y se pregunto si este sería el caso. Tenía muchos de los síntomas que implicaban un enamoramiento, o al menos lo que había leído.
Y no podía ser presa de ese sentimiento en el momento menos oportuno. Cuando el objeto de sus recién descubiertos sentimientos estaba atravesando por la crisis de su único noviazgo conocido a lo largo de su vida.
Si, ahora se hallaba con su portátil en la habitación mirando nuevamente, una y otra vez, las biografías y fotografías que había de ella en la red.
Se sintió una vez más como el fan obseso, y se sintió aun mas enfermo cuando vio fotografías que enfatizaban la belleza de sus ojos y de toda ella. Algunas sensuales, otras tomadas al azar, pero todas ellas lo suficientemente claras y precisas para hacer que sus hormonas despertaran más de lo necesario.
- Kristen…- murmuro inconscientemente mientras levantaba su mano y deslizaba su dedo índice por una fotografía en donde se la apreciaba con el cabello rubio y una camisa blanca sin mangas. Se veía preciosa…y la deseo mucho en ese momento.
Pero no se sentía mal de desearla, al fin y al cabo era hombre y el deseo o atracción sexual era solo una de las muchas cosas que le llamaban la atención de esa muchacha.
Su carácter reservado pero a todas luces fuerte cuando debía serlo, sus movimientos inconscientes y consientes, su manera de caminar, de mirar, de levantar esa ceja enloquecedora, de fijar su mirada intensa en el. De…tanto.
El teléfono celular comenzó a sonar sacándolo de sus ensoñaciones.
-¿hola? – pregunto pensando que en Londres seria de día.
- Robert Parkinson…- dijo una voz que no supo identificar si enfurecida o tranquila, era la voz de su madre que siempre lo llamaba por su nombre completo cuando estaba enfadada por algo.
- ¿ma? – pregunto desconcertado y sintiéndose culpable al instante al recordar que unas semanas atrás había acordado llamarla y contarle como iba todo, pero entre ajetreo de grabaciones, de…sus recién descubiertos sentimientos y otras cosas lo había olvidado completamente.
- ah!- dijo la mujer apartando el teléfono de su boca o eso pareció – finalmente se acuerda de que tiene una madre – dijo la mujer.
- ¡oh maldición! – dijo Robert entre dientes pensando en esa manera en que su madre se dirigía – ma, lo siento mucho, maldición, he tenido unos días muy agotadores, no he podido…
- en algún momento de tu día podrías sacar ese maldito aparato cuadrado al que llamas móvil y llamar hacia la casa de tus progenitores, no sale muy económico pero incluso así, hay algo llamado mail y mensajería instantánea.
-si, ma, lo sé, créeme que lo sé, y te pido mil perdones, no tengo cara para…
- no tienes voz más bien, jovencito,- escucho la voz de su padre cerca con lo que confirmo que su madre había puesto el altavoz.
- te oyes mal, Claudia – dijo lentamente Lizzi, acercándose al teléfono, ¡ay Dios! Ahí estaban, todos los Parkinson para hacerle la vida de cuadros.
- déjame en paz, monstruo – dijo Robert en voz baja intentando parecer serio sin lograrlo, nunca iba a poder quitarle esas mañanas a sus “queridas” hermanas, así que ni mejor se esforzaba.- que haces escuchando conversaciones de menores
- cállate Claudia, ahora dime, como es eso que vas a interpretara un vampiro? Mama me lo conto todo.
“Maldición” pensó el joven un poco contrariado, pensó que su madre guardaría el secreto por unos días mas pero era evidente que no lo iba a hacer, y cuando sus hermanas se enteraran de que la película era basada en algún libro harían de las suyas leyendo toda la serie y burlándose de los pasajes en el libro que le corresponderían a él cómo Edward Cullen.
Su madre le reprendió noblemente y le pidió que no olvidara llamarlos para reportarles cualquier novedad, hacía tiempo que se había hecho mayor de edad pero su madre lo trataba como si fuera un niño, se había sentido orgullosa de el por su interpretación en Harry Potter, pero no había dejado de tratarlo como si aun tuviera esa edad.
Cuando corto la comunicación sus ojos inmediatamente se dirigieron a la pantalla del la laptop, en donde seguía brillando, hermosamente, la figura de Kristen en esa filmación, In The Land of Women.
Deseaba más que nada volver a su habitación para asegurarse de que estaba bien, que estaba durmiendo, descansando, como debía ser. Y casi había dado los pasos que le faltaban cuando retrocedió.
No podía presionarla, no quería hacerlo, quería que lo aceptara libremente, quería enamorarla realmente, quería ser agradable a sus ojos, quería…besar su boca. Nada más a eso aspiraba de momento.
Suspirando cual idiota enamorado de la luna, se quito la camisa y sin preocuparse por retirarse los jeans se metió bajo las cobijas a descansar.
Bueno en el siguiente Cap. grabaran la escena del beso y las cosas se descontrolaran un poquin, no pude adelantar esa escena porque tengo mucho trabajo, pero espero poner la actualización tan pronto como mi tiempo me lo permita, nuevamente gracias al que se tome el trabajo de leer esto. Las situaciones son ficticias, mezcladas con la realidad de las grabaciones como tiempo lugares y tal vez algunas escenas, de resto es como me imagino yo, está loca cabeza, que comenzó a surgir la hermosa relación que parecen tener estos dos en la vida real, muchas gracias nuevamente.
domingo, 6 de marzo de 2011
CAPITULO VIII
Las vidas de Pattinson y Stewart son solo de ellos, yo solo me limito a echarle mas leña al fuego.
Los personajes de Twilight son propiedad e Steph Meyer y Summit enterteinment.
Por seguridad y para que no me saquen el blog del aire se cambiaron los apellidos de nuestros queridos (Pattinson/Parkinson) y (Stewart/Stanford), asi como se apreciaran cambios en la productora Summit (Subbit) y los nombres de los actores.
Gracias por leer
Robert
Arribaron después de media hora a la otra locación, la mitad del equipo de producción ya estaba ahí, la tarde estaba terminando de caer por lo que era perfecto para dejar grabada al menos esa escena.
- Robert, ¿crees que podríamos salir de la escena en donde rescatas a Bella? – le preguntó Catherine mientras hacia algunos ajustes a sus escritos.
-no veo por qué no, aun me queda un poco de ese maquillaje y supongo que la noche y algo de edición puede ocultarlo.
- perfecto entonces intentaremos dejar lista para edición la escena en donde Edward rescata a Bella.
Cuando finalmente llegaron había una serie de muchachos que estaban tomando sodas, saludaron a Catherine entusiastamente.
Eran los moteros que intentarían abusar de Bella.
Bajaron lo que hacía falta para arreglar la locación. Cuando estuvo lista Robert comenzó a practicar la conducción peligrosa de Edward con un experto en autos y sus frenos, comenzaban a avanzar y daban la vuelta a velocidad de rayo, una y otra vez hasta que salía casi humo de las llantas, Robert sentía que tenía el cuello algo tensionado y bastante adolorido de la velocidad, pero según Catherine era lo más rápido que se pudiera, ya que edición intentaría hacerlo aun mas rápido.
Por la ventana del volvo de pruebas vio a Kristen quien se había cambiado de ropa y a quien si estaban retocando un poco de maquillaje. Estaba diferente, se veía tensa, parecía que en ese lapso de tiempo que no habían estado en contacto le había pasado algo.
Kristen
Cuando subieron al bus de trasporte su Nokia retumbo y vibro en su bolsillo.
- ¿hola? – saludo ella mirando hacia la ventana y hacia los edificios que quedaban atrás.
-¿donde estas? – pregunto una voz grosera que inmediatamente reconoció.
-¿Michael? – pregunto ella negando con la cabeza, la voz se le escuchaba tomada y por el soplido que sintió en el oído del otro lado del teléfono, su querido novio debía estar fumando algo, cigarrillo, nicotina, marihuana o lo que fuera
- ¿quien más crees? Te pregunté dónde estabas. –
- en Portland, te deje razón con mi madre que grabaríamos muchas de las escenas aquí
- sabes que mami no me quiere así que no entiendo cómo pudiste dejar la razón en manos de ella…- seguía hablando mordazmente por lo que ella pudo calcular que si estaba bien furioso, tal como lo había planeado.
- Mike…- sabia que se arrepentiría de lo que iba a decir pero se estaba cansando de esa actitud.- somos novios, pero no tengo por qué darte cuenta de TODOS mis movimientos.
-que falsa eres – dijo el – debes estar muy feliz con tu pareja de película – dijo babosamente, ella sabía que debía estar haciendo una mueca
- ¿para eso me llamaste?, ¿para pelear?, si es así no tengo tiempo, tengo escena en dos minutos.
- -eso, corre, seguro que el tonto ese ya te está haciendo gestos para que vayas con él.
- eres un idiota, Michael, hablaremos cuando estés menos ebrio – dijo ella y antes de que él pudiera contestarle con alguna otra barbaridad le colgó el Nokia.
Se lo guardo en el bolsillo y se quedo mirando fijamente la ventana para evitar que los que iban con ella se dieran cuenta de que estaba llorando.
Cuando llegaron al otro set ya se había calmado un poco, además solo había podido derramar dos lagrimas a pesar de que sabía que tenía muchas más, debía ser profesional y no dejar que eso afectara su calidad de trabajo.
Se bajo del bus y enseguida fue llamada a maquillaje nuevamente. La mujer no parecía muy contenta de los defectos que tenía el primer maquillaje que había hecho, pero no había podido contener esas dos lágrimas que salieron.
Mientras era retocada pensaba en Michael, pero debía admitir que no era el mismo chico del que se había enamorado cuando tenía trece años y ambos se habían conocido en la grabación de Speak.
Crecer no le había hecho madurar para bien, es cierto que en ocasiones lo acompañaba en sus bares, en sus fumadas y en sus trifulcas, pero se estaba aburriendo de eso, aunque se consideraba una chica normalmente seria y algo metalera para los estándares de la imagen, la verdad era que se sentía agobiada por la actitud de Mike. Ya no disfrutaba amanecer en bares tan borracha de humo de cigarro y de otras cosas que quizá no debería mencionar.
Mike había aportado rebeldía a su vida, y gracias a eso la gente la consideraba normalmente como una chica apartada, diferente y que nunca sonreía, pero si sonreía, pensaba ella en medio de su cavilación…era una chica…cualquiera.
Debía hablar con él, las cosas no podían continuar de esa manera, ella no podía seguir recibiendo esas ofensivas llamadas de él sin hacer nada al respecto excepto aguantarlas. Sabía que si su madre o alguien más se enteraba de ello le pediría que dejara inmediatamente la relación con él y Kristen sabía que eso le dolería, puede que no estuviera contenta con esa situación que se había presentado de un año al presente, pero aun sentía que podía hacer algo por Mike, y por su relación.
Lamentablemente sabía también que de hacer algo lo más probable es que fuera la única que se preocupara por ello, a él parecía venirle bien como saco donde descargar sus frustraciones y ella no se sentía en la capacidad de soportarlo por más tiempo.
Suspiro haciendo que un poco de los polvos de la maquillista saliera volando en su cara haciendo que las dos tosieran, le dio un breve ataque de risa que en seguida suprimió al recordar lo que había pasado y como las palabras de Michael aun resonaban en su cerebro.
Cuando termino se sentía bastante normal, cualquier persona que la mirara con interés o más detenidamente de lo habitual se daría cuenta de que no estaba bien en absoluto…sino más bien lo contrario, pero no tenía a nadie en esa producción que fuera lo suficientemente observador para darse cuenta o sí? .
Robert
- ¿listos? – pregunto Catherine gritando y haciendo aspavimentos con los brazos para llamar a los implicados en la escena.
Robert estaba en una de las esquinas al lado del volvo esperando que fuera su turno.
Miro detenidamente a la chica, como había pasado antes, tal vez con una chica a la que dirigía una mirada cualquiera podía habérsele pasado de largo, pero se trataba de ella y de lo que emanaba y de la manera en que se comportaba que a todas luces, al menos para él, no era totalmente normal. Se veía tensa, como no lo había estado en la escena de la cafetería, fría e inamovible.
Caminaba por entre los chicos medio sonriendo con cara de temor contenido. Se veía pálida y ojerosa pero no menos Bella.
- ¡Mira…!- decía uno de los extras disfrazados de moteros mientras se atravesaban en el camino de ella.
-¿que pasa, muñeca?-
-¿a dónde vas? – le pregunto uno de ellos hablándole casi en la cara.
- ¿a dónde va? – pregunto otro de ellos también acercándose demasiado mientras ella intentaba esquivarlos cambiando la dirección de sus pasos.
- no le gusta hombre – dijo uno de ellos tocándole el hombro, ella se aparto más notoriamente.
-no me toques – dijo ella entre los dientes mientras se apartaba mas, pero otro motero en sus espaldas se lo impidió. – no me toques- dijo con más decisión levantando la rodilla mientras el hombre hacia gesto de haber sido golpeado en su parte más sensible.
- ¡corten! – dijo Catherine mientras se acercaba.
La escena se repitió cuatro veces más, hasta que llego el turno en el que Edward tendría que hacer la entrada para salvar a Bella.
La prueba debía ser hecha solo que esta vez Robert seria el que conducía, empezaba en la esquina y apretaba el acelerador a fondo para que las ruedas rechinaran en el pavimento. Luego estacionaba con mucho ruido de frenos y salía a pedirle a ella que se subiera, pero primero debía ensayar para la frenada.
Con el supervisor como copiloto Robert espero a que le dieran el visto bueno para empezar, encendió el auto y cuando vio la luz roja detrás de la cama piso el acelerador a fondo.
El auto avanzo a toda prisa y cuando cruzo por encima de la línea amarilla demarcada en el piso freno, haciendo que el cuello le doliera más, pero decidió no decir nada, si lo hacía seguramente pararían todo como cuando se lesiono el tobillo y no podrían dejar al menos otra escena lista.
Ahora debía dar reversa y dar la vuelta desde la esquina y seguir el mismo patrón, sabía que si Catherine o alguien de la producción se enteraba de que estaba arriesgando su salud suspenderían todo de inmediato, no lo iba a hacer, ya se pondría algo caliente en el cuello.
Lo hizo la segunda vez sintiéndose más familiarizado con la dirección del auto y los frenos.
A la quinta vez lo hizo a la perfección, quedo ante la cámara en el momento preciso en que debía quedar cuando Edward frenaba.
Ahora debía hacerlo desde mas adelante y frenarlo ante los chicos y Kristen para dar la impresión de que la frenaba venia desde antes.
Los chicos se arremolinaron otra vez sobre Kristen susurrándole cosas, el auto con las luces encendidas entro en escena y todos ellos se apartaron mientras alguien amagaba por computador el sonido de las ruedas frenando en asfalto.
Los muchachos se apartaron y ella se hizo a un lado mientras el salía del coche elegante pero rápidamente.
-súbete – le gruño a ella con voz impersonal.
Ella obedeció inmediatamente cuando lo dijo y subió rápidamente mientras el dejaba escapar un gruñido algo bajo que mejorarían en edición. Los muchachos se apartaron fingiendo estar asustados y el subió nuevamente al volvo para darle la vuelta rápidamente y acelerar a fondo y perderse en una esquina.
Cuando freno Robert espero la señal de vuelta pero esta no vino, Catherine estaba mirando como había quedado todo y estaba con edición discutiendo lo que se podía cambiar y lo que podían unir.
Miro hacia Kristen que miraba al frente inexpresivamente. No parecía tener deseos de hablar asi que se quedo callado.
Pero no pudo hacerlo por demasiado tiempo ya que la chiquilla, sin mayor dilación, comenzó a estremecerse y a sollozar silenciosamente.
Robert sintió que un rayo de dolor le atravesaba el pecho, de todas las emociones y sentimientos jamás pensó que le daría tan duro ver llorar a alguien como ella, no actuaba, pero si lo hubiera hecho el lo creería sin dudar. Parecía bastante dolida pero no supo qué hacer, como reaccionar. No sabía que haría ella si la abrazaba, tal como quería, no sabía que le diría si ella se dejara abrazar.
Sin pensarlo dos veces levanto su brazo y encerrando sus estrechos hombros con él la hizo que se recostara en su hombro.
Ella comenzó a llorar con más fuerza, aun seguían sin darles la señal por lo que dejo que ella siguiera desahogándose. Aun le quedaba pendiente averiguar la razón de su dolor, pero por el momento se sintió bien y colmado para darle consuelo como se merecía.
Lentamente ella dejo de temblar, y de estremecerse, los sollozos salían en menos frecuencia de ella y arrellanó su nariz en su pecho mientras sus cabellos le hacían cosquillas a él en la nariz.
Se aparto lentamente pasándose las manos por el rostro y después mirando desolada las manchas blancas de sus manos.
- Creo que Nelly va a asesinarme con su brocha cuando me vea.
Robert sonrió y le quito los restos de lágrimas de las comisuras de sus ojos, untándose de maquillaje también, bajo sus dedos pudo notar la suave y joven piel que la cubría y sintió que se estremecía involuntariamente.
- si quieres puedo decirle a Catherine que te sientes mal…- comento él.
Ella era una profesional y debía sentirse mal por haber dejado desbordar sus emociones de esa manera tan cruda y más en medio del set de grabación pero eso no le importaba a él, una persona no era persona si al menos una vez en la vida no se dejaba llevar por sus propias emociones. Ya pensaría en que decirle a Catherine.
Finalmente ella se compuso pero su rostro era un desastre desolador.
Gimió internamente al pensar que incluso así se veía deslumbrantemente hermosa.
Uno de los técnicos le dio una señal a Robert y este comenzó a conducir lentamente hacia el sitio.
Cuando llegó allí el bajo primero y rápidamente corrió a abrir la puerta a Kristen. Ella salió del auto con la cabeza baja.
Catherine decía que afortunadamente y para dicha de todos, la escena no tendría que ser regrabada ya que edición tenía poco trabajo que hacer con la toma y lo más probable era que no tuvieran que repetirla.
Esto alivio a Robert ya que seguramente Kristen no iba a estar en posición de grabar más al menos lo que le quedaba del día.
Catherine miro a Kristen un momento y después detrás de ella le hizo una seña a Robert para preguntarle si ella estaba bien, el negó con la cabeza y le hizo un gesto para que no le preguntara nada. Paso el brazo por los hombros de Kristen y ella lo acepto sin rechistar. Ambos caminaron hacia el bus, el espero que ella subiera y subió tras ella. Se acomodaron en las sillas.
Ella permaneció en silencio y Robert no sabía que decirle, no se atrevía a preguntarle nada, pero ansiaba hacerlo, ansiaba saber por qué estaba de esa manera y ansiaba poder ayudarla incondicionalmente, pero no sabía cómo su actitud podía dejarle ante sus ojos, puede que incluso la perdiera antes de llegar a tenerla realmente.
Cuando ella recostó su cabeza en el hombro de él, este sintió como una corriente de alegría infundada corría por su cuerpo.
No se movió, no le tomo la mano, tan solo se quedo quieto dejando que ella realizara todos los movimientos para darle la confianza y que confiara en el plenamente.
No hablaron en lo que duro el resto del viaje de vuelta al hotel.
Cuando llegaron Kristen aun estaba deprimida así que Robert, sin importarle si estaba actuando correctamente o no, y antes de que ella pudiera negarse o algo mas la tomo en sus brazos y bajo con ella del autobús.
No pesaba demasiado, pesaba incluso menos que unos días atrás, cuando habían hecho la escena del estudio de ballet.
Entro con ella al hotel, nadie los miro ni dijo nada, parecía que Catherine había pedido que no molestaran ni dijeran nada a Kristen mientras se reponía.
Robert subió todo el camino con ella en brazos. Cuando llegaron a su habitación le susurro preguntándole si tenía la tarjeta.
Ella metió dificultosamente la mano en la chaqueta y saco la tarjeta de la habitación. Robert la sostuvo contra él mientras abría la puerta.
Mientras entraba con ella vio que algunas de sus ropas estaban algo desordenadas en una de las sillas y que no había desempacado del todo la maleta.
La sentó en la cama y se dio media vuelta para irse.
- Robert…- dijo ella con la voz ñata por el llanto. No lo había llamado Rob, pero parecía que en esos momentos no podía reprocharle ni eso. Se dio la vuelta y la miro, estaba sentada con las piernas cruzadas en la cama y mirando hacia el piso.
-¿Si? – dijo el suavemente.
-gracias…otra vez – dijo ella sin mirarlo. A él le hubiera encantado que le hubiera agradecido mirándolo, pero después llego a la conclusión de que no quería en absoluto agradecimiento de ella, quería algo más profundo y oscuro, pero no estaba preparada para oírlo.
-no hay problema – dijo dándose la vuelta, controlando el impulso de ir a abrazarla y saliendo por puerta cerrándola suavemente.
Kristen.
Cuando escucho que la puerta se cerro volvió a dejarse llevar por el llanto, era una estúpida de primera y se estaba comportando de una manera poco profesional y que, de seguir en el proyecto, le acarrearía que la echaran por mezclar lo personal con lo laboral.
Pero no había podido contenerse, había intentado olvidar las duras e injustas palabras de Mike, había pensado que esos años de conocerse le servirían para perdonar su mal trato, recordar esos años cuando ambos eran felices la hizo entristecerse y percatarse, dolorosamente, de que la relación de entonces no era en absoluto la misma…ni siquiera se sentía segura de que siguiera amándolo de la misma manera. El comportamiento de el había cambiado mucho y no sabía a qué atenerse. No había nada nuevo nunca, desde hacía mucho tiempo. Todo eran discusiones que Mike terminaba bebiendo y dejándose en bares. Había intentando arrastrarla a ella a ese mundo pero su madre no se lo había permitido, le había puesto los puntos sobre la íes a Michael y había prohibido a Kristen llegar tarde a casa cuando salía con él. Unas veces lo cumplió, otras veces la ignoro por no separarse de Mike, pero sabía que hacía mucho tiempo lo había perdido.
Sintió las lagrimas volver a brotar de sus ojos pero se calmo. No podía tener señas de cansancio, llanto o algo mas al día siguiente, tenía que ser una profesional, toda su vida había sido una luchadora, no se iba a rendir ahora, ya tendría tiempo de pensar en lo que pasaría en su relación. Aunque no estaba seguro de que esta fuera a durar mucho tiempo si las cosas seguían así.
Presentía para sí que Michael y ella cortarían muy pronto y aunque la idea la deprimía sabía que era lo mejor, para los dos. Ella no podía lidiar con celos enfermizos siendo quien era, dedicándose a lo que se dedicaba. El no podía cambiar solo porque ella se lo pidiera así proclamara amarla. La genta cambiaba para sí por que lo deseaba realmente y ese no era el caso de él.
Se quito los jeans, la camisa y la chaqueta y se puso una pantaloneta y una camisa manga larga.
Se arrebujo debajo de las cobijas buscando calor y se sentía tan agotada que cayó dormida a la hora.
Robert.
Durante toda la noche peleo contra el impulso de ir a ver como estaba ella, de golpear a su habitación para corroborar que su tristeza había acabado, o al menos ya no la hacía llorar.
Sentía que la mierda se estaba apoderando de él. Decían que existía el amor a primera vista y aunque nunca lo creyó le pareció sentir ya el aguijón de Cupido en su pecho sangrante por esa pequeña.
Jamás le había pasado o se había sentido de manera similar cuando una mujer lloraba frente a él, aunque no se consideraba un experto.
Le pego un puño a la almohada pensando en la posibilidad de que el culpable del estado de Kristen fuera Michael, su novio aquel dejado que había visto a lo lejos. Si él fuera el novio de esa mujer se encargaría de que no volviera a derramar una sola lágrima y menos por causa de él. Solamente cuando tuviera a sus hijos, o se emocionara lo suficiente para llorar.
Volvió a golpear a la almohada, no podía conciliar el sueño y el cuello le estaba matando terriblemente por los tirones de las frenadas.
Se levanto de la cama y el frio lo pelo, pero se obligo a pedir una jarra o algo lleno de agua caliente y unas toallas a la habitación.
Estuvieron allí en diez minutos, cuando salieron mojo una de las toallas en el agua caliente y comenzó a frotarla con fuerza en la parte del cuello que más le dolía. El agua caliente le quito el frio de la piel, pero no el frio que se había instalado en su corazón al ver la primera lagrima de Kristen.
Kristen….
Ya basta, pensó en su fuero interno, debía dejarla en paz al menos por esa noche, seguramente si empezaba a mencionar sus pensamientos sobre ella acabaría gastándole el nombre en susurros.
Pero de susurros, de tiernas palabras, de caricias íntimas y de mucho más acabo susurrando su nombre en sueños en más de una ocasión.
Cuando volvió a abrir los ojos la habitación aun estaba a oscuras, miro el reloj que daba las 05:00 am. Se levante porque la cama comenzó a picarle, las sabanas estaban húmedas de sudor, lo que le revelo la profundidad de los sentimientos en sus sueños. Se sintió como un maldito pervertido pero no podía evitarlo, ella inspiraba lo más puro y a la vez lo mas erótico que se le había presentado alguna vez.
Se baño rápidamente y estuvo listo para recoger a Kristen en la habitación, esperaba que ella no se molestara ya que también esperaba haber avanzado un poco con ella la noche anterior.
Cuando estuvo frente a la puerta toco dos veces no muy seguro, para ese momento eran las 06:30 am y a las 07:00 tendrían que ir nuevamente al estacionamiento posterior de la escuela a empezar los bocetos de la escena de la llegada de Bella a la escuela.
Unos momentos después la puerta se abrió, no retrocedió dos pasos solamente por que se quedo estatico mirando el espectáculo frente a él, ella, con su blanca piel y su pequeño cuerpo envuelto solamente en una toalla lo miraban sonriente.
- ¡Rob! – dijo haciéndose a un lado. – pasa, no sabía que vendrías a recogerme…- dijo haciendo un énfasis gracioso en las últimas palabras.
El sintió que la lengua se le había comido los ratones, ella dejo la puerta abierta para que pasara y dio unos pasos hacia la cama en donde tenía la ropa informal que se pondría ese día, pero él no miraba la ropa, miraba el juego de su cabello húmedo sobre sus hombros y el movimiento suave y contoneante de sus piernas descubiertas, blancas y esbeltas.
Se aclaro la garanta silenciosamente mientras daba los pasos y cerraba la puerta controlando el impulso de echarle pasador y abalanzarse sobre esa chica sin miramientos.
- no…venia a recogerte…- consiguió decir controlando la aspereza de su voz – venia a ver….como estabas, como seguías-
El movimiento en la ropa se detuvo y los hombros se tensaron. Luego bajaron como desinflándose. Se volvió y se sentó en la cama mirándose las manos.
- puedes confiar en mi…sé que no debes acostumbrar a confiarle cosas a desconocidos, pero sabes que quiero ser tu amigo…los amigos se cuentan cosas ¿verdad? – dijo el acercándose hasta que bajo su nariz penetro el olor a piel limpia y húmeda.
Ella asintió mientras se retorcía las manos.
- tengo problemas personales…-dijo ella después de un momento.
-¿tu madre? – dijo el intentando no mostrar que sabia o al menos intuía a qué clase de problemas se refería ella.
-no…- respondió ella mirando hacia el frente – con mi novio.
Robert no sabía si alegrarse o enfurecerse por ello, las peleas entre novios bien podían desencadenar en ruptura y eso era lo que más le convenía en el caso de ella y su motero. Pero por otro lado no soportaba ver la tristeza que se apoderaba de ella cuando lo mencionaba.
- estoy seguro de que podrán resolverlos – dijo el intentando animarla aunque por dentro deseara que terminaran de una vez por todas.
-no, al contrario, no estoy tan segura de ello – dijo ella suspirando – tenemos problemas mucho más serios que una simple pelea de novios.
Robert se quedo callado mirándola. Ella se sacudió un poco pero después volvió a la sonrisa alegre, aunque el sabia que sus dotes actorales estaban haciendo mucho por ello.
- debo vestirme se nos va a hacer tarde- tomo la ropa y entro al baño – podrías recibir el desayuno que pedí, si quieres come algo de lo que trae, con la cantidad de comida que vendrá alcanzara para los dos.
El sonrió pensando en ella como una chica que comía mucho, pero cuando escucho el sonido de la toalla al caer al suelo y se imagino el rostro todo rastro de risa murió para ser sustituido por el deseo.
Sacudió la cabeza negando una y otra vez para sí. Ya era suficiente.
Cinco minutos después salió del baño pasándose la toalla por el pelo al mismo tiempo que tocaban al servicio a la habitación.
Robert recibió el desayuno mientras ella se secaba los pies, se ponía talco y luego los calcetines. Se calzo las convers usadas y se puso de pie para ayudarlo a recibir la bandeja del carrito.
Quito su ropa rápidamente de encima de la cama y la metió de cualquier manera en la maleta, ya la arreglaría luego.
Comieron rápidamente y salieron corriendo para bajar los dos últimos tramos de escalera casi saltando. Riendo, como dos amigos, hermanos…novios…
El día de grabación estaba por comenzar.
Los personajes de Twilight son propiedad e Steph Meyer y Summit enterteinment.
Por seguridad y para que no me saquen el blog del aire se cambiaron los apellidos de nuestros queridos (Pattinson/Parkinson) y (Stewart/Stanford), asi como se apreciaran cambios en la productora Summit (Subbit) y los nombres de los actores.
Gracias por leer
Robert
Arribaron después de media hora a la otra locación, la mitad del equipo de producción ya estaba ahí, la tarde estaba terminando de caer por lo que era perfecto para dejar grabada al menos esa escena.
- Robert, ¿crees que podríamos salir de la escena en donde rescatas a Bella? – le preguntó Catherine mientras hacia algunos ajustes a sus escritos.
-no veo por qué no, aun me queda un poco de ese maquillaje y supongo que la noche y algo de edición puede ocultarlo.
- perfecto entonces intentaremos dejar lista para edición la escena en donde Edward rescata a Bella.
Cuando finalmente llegaron había una serie de muchachos que estaban tomando sodas, saludaron a Catherine entusiastamente.
Eran los moteros que intentarían abusar de Bella.
Bajaron lo que hacía falta para arreglar la locación. Cuando estuvo lista Robert comenzó a practicar la conducción peligrosa de Edward con un experto en autos y sus frenos, comenzaban a avanzar y daban la vuelta a velocidad de rayo, una y otra vez hasta que salía casi humo de las llantas, Robert sentía que tenía el cuello algo tensionado y bastante adolorido de la velocidad, pero según Catherine era lo más rápido que se pudiera, ya que edición intentaría hacerlo aun mas rápido.
Por la ventana del volvo de pruebas vio a Kristen quien se había cambiado de ropa y a quien si estaban retocando un poco de maquillaje. Estaba diferente, se veía tensa, parecía que en ese lapso de tiempo que no habían estado en contacto le había pasado algo.
Kristen
Cuando subieron al bus de trasporte su Nokia retumbo y vibro en su bolsillo.
- ¿hola? – saludo ella mirando hacia la ventana y hacia los edificios que quedaban atrás.
-¿donde estas? – pregunto una voz grosera que inmediatamente reconoció.
-¿Michael? – pregunto ella negando con la cabeza, la voz se le escuchaba tomada y por el soplido que sintió en el oído del otro lado del teléfono, su querido novio debía estar fumando algo, cigarrillo, nicotina, marihuana o lo que fuera
- ¿quien más crees? Te pregunté dónde estabas. –
- en Portland, te deje razón con mi madre que grabaríamos muchas de las escenas aquí
- sabes que mami no me quiere así que no entiendo cómo pudiste dejar la razón en manos de ella…- seguía hablando mordazmente por lo que ella pudo calcular que si estaba bien furioso, tal como lo había planeado.
- Mike…- sabia que se arrepentiría de lo que iba a decir pero se estaba cansando de esa actitud.- somos novios, pero no tengo por qué darte cuenta de TODOS mis movimientos.
-que falsa eres – dijo el – debes estar muy feliz con tu pareja de película – dijo babosamente, ella sabía que debía estar haciendo una mueca
- ¿para eso me llamaste?, ¿para pelear?, si es así no tengo tiempo, tengo escena en dos minutos.
- -eso, corre, seguro que el tonto ese ya te está haciendo gestos para que vayas con él.
- eres un idiota, Michael, hablaremos cuando estés menos ebrio – dijo ella y antes de que él pudiera contestarle con alguna otra barbaridad le colgó el Nokia.
Se lo guardo en el bolsillo y se quedo mirando fijamente la ventana para evitar que los que iban con ella se dieran cuenta de que estaba llorando.
Cuando llegaron al otro set ya se había calmado un poco, además solo había podido derramar dos lagrimas a pesar de que sabía que tenía muchas más, debía ser profesional y no dejar que eso afectara su calidad de trabajo.
Se bajo del bus y enseguida fue llamada a maquillaje nuevamente. La mujer no parecía muy contenta de los defectos que tenía el primer maquillaje que había hecho, pero no había podido contener esas dos lágrimas que salieron.
Mientras era retocada pensaba en Michael, pero debía admitir que no era el mismo chico del que se había enamorado cuando tenía trece años y ambos se habían conocido en la grabación de Speak.
Crecer no le había hecho madurar para bien, es cierto que en ocasiones lo acompañaba en sus bares, en sus fumadas y en sus trifulcas, pero se estaba aburriendo de eso, aunque se consideraba una chica normalmente seria y algo metalera para los estándares de la imagen, la verdad era que se sentía agobiada por la actitud de Mike. Ya no disfrutaba amanecer en bares tan borracha de humo de cigarro y de otras cosas que quizá no debería mencionar.
Mike había aportado rebeldía a su vida, y gracias a eso la gente la consideraba normalmente como una chica apartada, diferente y que nunca sonreía, pero si sonreía, pensaba ella en medio de su cavilación…era una chica…cualquiera.
Debía hablar con él, las cosas no podían continuar de esa manera, ella no podía seguir recibiendo esas ofensivas llamadas de él sin hacer nada al respecto excepto aguantarlas. Sabía que si su madre o alguien más se enteraba de ello le pediría que dejara inmediatamente la relación con él y Kristen sabía que eso le dolería, puede que no estuviera contenta con esa situación que se había presentado de un año al presente, pero aun sentía que podía hacer algo por Mike, y por su relación.
Lamentablemente sabía también que de hacer algo lo más probable es que fuera la única que se preocupara por ello, a él parecía venirle bien como saco donde descargar sus frustraciones y ella no se sentía en la capacidad de soportarlo por más tiempo.
Suspiro haciendo que un poco de los polvos de la maquillista saliera volando en su cara haciendo que las dos tosieran, le dio un breve ataque de risa que en seguida suprimió al recordar lo que había pasado y como las palabras de Michael aun resonaban en su cerebro.
Cuando termino se sentía bastante normal, cualquier persona que la mirara con interés o más detenidamente de lo habitual se daría cuenta de que no estaba bien en absoluto…sino más bien lo contrario, pero no tenía a nadie en esa producción que fuera lo suficientemente observador para darse cuenta o sí? .
Robert
- ¿listos? – pregunto Catherine gritando y haciendo aspavimentos con los brazos para llamar a los implicados en la escena.
Robert estaba en una de las esquinas al lado del volvo esperando que fuera su turno.
Miro detenidamente a la chica, como había pasado antes, tal vez con una chica a la que dirigía una mirada cualquiera podía habérsele pasado de largo, pero se trataba de ella y de lo que emanaba y de la manera en que se comportaba que a todas luces, al menos para él, no era totalmente normal. Se veía tensa, como no lo había estado en la escena de la cafetería, fría e inamovible.
Caminaba por entre los chicos medio sonriendo con cara de temor contenido. Se veía pálida y ojerosa pero no menos Bella.
- ¡Mira…!- decía uno de los extras disfrazados de moteros mientras se atravesaban en el camino de ella.
-¿que pasa, muñeca?-
-¿a dónde vas? – le pregunto uno de ellos hablándole casi en la cara.
- ¿a dónde va? – pregunto otro de ellos también acercándose demasiado mientras ella intentaba esquivarlos cambiando la dirección de sus pasos.
- no le gusta hombre – dijo uno de ellos tocándole el hombro, ella se aparto más notoriamente.
-no me toques – dijo ella entre los dientes mientras se apartaba mas, pero otro motero en sus espaldas se lo impidió. – no me toques- dijo con más decisión levantando la rodilla mientras el hombre hacia gesto de haber sido golpeado en su parte más sensible.
- ¡corten! – dijo Catherine mientras se acercaba.
La escena se repitió cuatro veces más, hasta que llego el turno en el que Edward tendría que hacer la entrada para salvar a Bella.
La prueba debía ser hecha solo que esta vez Robert seria el que conducía, empezaba en la esquina y apretaba el acelerador a fondo para que las ruedas rechinaran en el pavimento. Luego estacionaba con mucho ruido de frenos y salía a pedirle a ella que se subiera, pero primero debía ensayar para la frenada.
Con el supervisor como copiloto Robert espero a que le dieran el visto bueno para empezar, encendió el auto y cuando vio la luz roja detrás de la cama piso el acelerador a fondo.
El auto avanzo a toda prisa y cuando cruzo por encima de la línea amarilla demarcada en el piso freno, haciendo que el cuello le doliera más, pero decidió no decir nada, si lo hacía seguramente pararían todo como cuando se lesiono el tobillo y no podrían dejar al menos otra escena lista.
Ahora debía dar reversa y dar la vuelta desde la esquina y seguir el mismo patrón, sabía que si Catherine o alguien de la producción se enteraba de que estaba arriesgando su salud suspenderían todo de inmediato, no lo iba a hacer, ya se pondría algo caliente en el cuello.
Lo hizo la segunda vez sintiéndose más familiarizado con la dirección del auto y los frenos.
A la quinta vez lo hizo a la perfección, quedo ante la cámara en el momento preciso en que debía quedar cuando Edward frenaba.
Ahora debía hacerlo desde mas adelante y frenarlo ante los chicos y Kristen para dar la impresión de que la frenaba venia desde antes.
Los chicos se arremolinaron otra vez sobre Kristen susurrándole cosas, el auto con las luces encendidas entro en escena y todos ellos se apartaron mientras alguien amagaba por computador el sonido de las ruedas frenando en asfalto.
Los muchachos se apartaron y ella se hizo a un lado mientras el salía del coche elegante pero rápidamente.
-súbete – le gruño a ella con voz impersonal.
Ella obedeció inmediatamente cuando lo dijo y subió rápidamente mientras el dejaba escapar un gruñido algo bajo que mejorarían en edición. Los muchachos se apartaron fingiendo estar asustados y el subió nuevamente al volvo para darle la vuelta rápidamente y acelerar a fondo y perderse en una esquina.
Cuando freno Robert espero la señal de vuelta pero esta no vino, Catherine estaba mirando como había quedado todo y estaba con edición discutiendo lo que se podía cambiar y lo que podían unir.
Miro hacia Kristen que miraba al frente inexpresivamente. No parecía tener deseos de hablar asi que se quedo callado.
Pero no pudo hacerlo por demasiado tiempo ya que la chiquilla, sin mayor dilación, comenzó a estremecerse y a sollozar silenciosamente.
Robert sintió que un rayo de dolor le atravesaba el pecho, de todas las emociones y sentimientos jamás pensó que le daría tan duro ver llorar a alguien como ella, no actuaba, pero si lo hubiera hecho el lo creería sin dudar. Parecía bastante dolida pero no supo qué hacer, como reaccionar. No sabía que haría ella si la abrazaba, tal como quería, no sabía que le diría si ella se dejara abrazar.
Sin pensarlo dos veces levanto su brazo y encerrando sus estrechos hombros con él la hizo que se recostara en su hombro.
Ella comenzó a llorar con más fuerza, aun seguían sin darles la señal por lo que dejo que ella siguiera desahogándose. Aun le quedaba pendiente averiguar la razón de su dolor, pero por el momento se sintió bien y colmado para darle consuelo como se merecía.
Lentamente ella dejo de temblar, y de estremecerse, los sollozos salían en menos frecuencia de ella y arrellanó su nariz en su pecho mientras sus cabellos le hacían cosquillas a él en la nariz.
Se aparto lentamente pasándose las manos por el rostro y después mirando desolada las manchas blancas de sus manos.
- Creo que Nelly va a asesinarme con su brocha cuando me vea.
Robert sonrió y le quito los restos de lágrimas de las comisuras de sus ojos, untándose de maquillaje también, bajo sus dedos pudo notar la suave y joven piel que la cubría y sintió que se estremecía involuntariamente.
- si quieres puedo decirle a Catherine que te sientes mal…- comento él.
Ella era una profesional y debía sentirse mal por haber dejado desbordar sus emociones de esa manera tan cruda y más en medio del set de grabación pero eso no le importaba a él, una persona no era persona si al menos una vez en la vida no se dejaba llevar por sus propias emociones. Ya pensaría en que decirle a Catherine.
Finalmente ella se compuso pero su rostro era un desastre desolador.
Gimió internamente al pensar que incluso así se veía deslumbrantemente hermosa.
Uno de los técnicos le dio una señal a Robert y este comenzó a conducir lentamente hacia el sitio.
Cuando llegó allí el bajo primero y rápidamente corrió a abrir la puerta a Kristen. Ella salió del auto con la cabeza baja.
Catherine decía que afortunadamente y para dicha de todos, la escena no tendría que ser regrabada ya que edición tenía poco trabajo que hacer con la toma y lo más probable era que no tuvieran que repetirla.
Esto alivio a Robert ya que seguramente Kristen no iba a estar en posición de grabar más al menos lo que le quedaba del día.
Catherine miro a Kristen un momento y después detrás de ella le hizo una seña a Robert para preguntarle si ella estaba bien, el negó con la cabeza y le hizo un gesto para que no le preguntara nada. Paso el brazo por los hombros de Kristen y ella lo acepto sin rechistar. Ambos caminaron hacia el bus, el espero que ella subiera y subió tras ella. Se acomodaron en las sillas.
Ella permaneció en silencio y Robert no sabía que decirle, no se atrevía a preguntarle nada, pero ansiaba hacerlo, ansiaba saber por qué estaba de esa manera y ansiaba poder ayudarla incondicionalmente, pero no sabía cómo su actitud podía dejarle ante sus ojos, puede que incluso la perdiera antes de llegar a tenerla realmente.
Cuando ella recostó su cabeza en el hombro de él, este sintió como una corriente de alegría infundada corría por su cuerpo.
No se movió, no le tomo la mano, tan solo se quedo quieto dejando que ella realizara todos los movimientos para darle la confianza y que confiara en el plenamente.
No hablaron en lo que duro el resto del viaje de vuelta al hotel.
Cuando llegaron Kristen aun estaba deprimida así que Robert, sin importarle si estaba actuando correctamente o no, y antes de que ella pudiera negarse o algo mas la tomo en sus brazos y bajo con ella del autobús.
No pesaba demasiado, pesaba incluso menos que unos días atrás, cuando habían hecho la escena del estudio de ballet.
Entro con ella al hotel, nadie los miro ni dijo nada, parecía que Catherine había pedido que no molestaran ni dijeran nada a Kristen mientras se reponía.
Robert subió todo el camino con ella en brazos. Cuando llegaron a su habitación le susurro preguntándole si tenía la tarjeta.
Ella metió dificultosamente la mano en la chaqueta y saco la tarjeta de la habitación. Robert la sostuvo contra él mientras abría la puerta.
Mientras entraba con ella vio que algunas de sus ropas estaban algo desordenadas en una de las sillas y que no había desempacado del todo la maleta.
La sentó en la cama y se dio media vuelta para irse.
- Robert…- dijo ella con la voz ñata por el llanto. No lo había llamado Rob, pero parecía que en esos momentos no podía reprocharle ni eso. Se dio la vuelta y la miro, estaba sentada con las piernas cruzadas en la cama y mirando hacia el piso.
-¿Si? – dijo el suavemente.
-gracias…otra vez – dijo ella sin mirarlo. A él le hubiera encantado que le hubiera agradecido mirándolo, pero después llego a la conclusión de que no quería en absoluto agradecimiento de ella, quería algo más profundo y oscuro, pero no estaba preparada para oírlo.
-no hay problema – dijo dándose la vuelta, controlando el impulso de ir a abrazarla y saliendo por puerta cerrándola suavemente.
Kristen.
Cuando escucho que la puerta se cerro volvió a dejarse llevar por el llanto, era una estúpida de primera y se estaba comportando de una manera poco profesional y que, de seguir en el proyecto, le acarrearía que la echaran por mezclar lo personal con lo laboral.
Pero no había podido contenerse, había intentado olvidar las duras e injustas palabras de Mike, había pensado que esos años de conocerse le servirían para perdonar su mal trato, recordar esos años cuando ambos eran felices la hizo entristecerse y percatarse, dolorosamente, de que la relación de entonces no era en absoluto la misma…ni siquiera se sentía segura de que siguiera amándolo de la misma manera. El comportamiento de el había cambiado mucho y no sabía a qué atenerse. No había nada nuevo nunca, desde hacía mucho tiempo. Todo eran discusiones que Mike terminaba bebiendo y dejándose en bares. Había intentando arrastrarla a ella a ese mundo pero su madre no se lo había permitido, le había puesto los puntos sobre la íes a Michael y había prohibido a Kristen llegar tarde a casa cuando salía con él. Unas veces lo cumplió, otras veces la ignoro por no separarse de Mike, pero sabía que hacía mucho tiempo lo había perdido.
Sintió las lagrimas volver a brotar de sus ojos pero se calmo. No podía tener señas de cansancio, llanto o algo mas al día siguiente, tenía que ser una profesional, toda su vida había sido una luchadora, no se iba a rendir ahora, ya tendría tiempo de pensar en lo que pasaría en su relación. Aunque no estaba seguro de que esta fuera a durar mucho tiempo si las cosas seguían así.
Presentía para sí que Michael y ella cortarían muy pronto y aunque la idea la deprimía sabía que era lo mejor, para los dos. Ella no podía lidiar con celos enfermizos siendo quien era, dedicándose a lo que se dedicaba. El no podía cambiar solo porque ella se lo pidiera así proclamara amarla. La genta cambiaba para sí por que lo deseaba realmente y ese no era el caso de él.
Se quito los jeans, la camisa y la chaqueta y se puso una pantaloneta y una camisa manga larga.
Se arrebujo debajo de las cobijas buscando calor y se sentía tan agotada que cayó dormida a la hora.
Robert.
Durante toda la noche peleo contra el impulso de ir a ver como estaba ella, de golpear a su habitación para corroborar que su tristeza había acabado, o al menos ya no la hacía llorar.
Sentía que la mierda se estaba apoderando de él. Decían que existía el amor a primera vista y aunque nunca lo creyó le pareció sentir ya el aguijón de Cupido en su pecho sangrante por esa pequeña.
Jamás le había pasado o se había sentido de manera similar cuando una mujer lloraba frente a él, aunque no se consideraba un experto.
Le pego un puño a la almohada pensando en la posibilidad de que el culpable del estado de Kristen fuera Michael, su novio aquel dejado que había visto a lo lejos. Si él fuera el novio de esa mujer se encargaría de que no volviera a derramar una sola lágrima y menos por causa de él. Solamente cuando tuviera a sus hijos, o se emocionara lo suficiente para llorar.
Volvió a golpear a la almohada, no podía conciliar el sueño y el cuello le estaba matando terriblemente por los tirones de las frenadas.
Se levanto de la cama y el frio lo pelo, pero se obligo a pedir una jarra o algo lleno de agua caliente y unas toallas a la habitación.
Estuvieron allí en diez minutos, cuando salieron mojo una de las toallas en el agua caliente y comenzó a frotarla con fuerza en la parte del cuello que más le dolía. El agua caliente le quito el frio de la piel, pero no el frio que se había instalado en su corazón al ver la primera lagrima de Kristen.
Kristen….
Ya basta, pensó en su fuero interno, debía dejarla en paz al menos por esa noche, seguramente si empezaba a mencionar sus pensamientos sobre ella acabaría gastándole el nombre en susurros.
Pero de susurros, de tiernas palabras, de caricias íntimas y de mucho más acabo susurrando su nombre en sueños en más de una ocasión.
Cuando volvió a abrir los ojos la habitación aun estaba a oscuras, miro el reloj que daba las 05:00 am. Se levante porque la cama comenzó a picarle, las sabanas estaban húmedas de sudor, lo que le revelo la profundidad de los sentimientos en sus sueños. Se sintió como un maldito pervertido pero no podía evitarlo, ella inspiraba lo más puro y a la vez lo mas erótico que se le había presentado alguna vez.
Se baño rápidamente y estuvo listo para recoger a Kristen en la habitación, esperaba que ella no se molestara ya que también esperaba haber avanzado un poco con ella la noche anterior.
Cuando estuvo frente a la puerta toco dos veces no muy seguro, para ese momento eran las 06:30 am y a las 07:00 tendrían que ir nuevamente al estacionamiento posterior de la escuela a empezar los bocetos de la escena de la llegada de Bella a la escuela.
Unos momentos después la puerta se abrió, no retrocedió dos pasos solamente por que se quedo estatico mirando el espectáculo frente a él, ella, con su blanca piel y su pequeño cuerpo envuelto solamente en una toalla lo miraban sonriente.
- ¡Rob! – dijo haciéndose a un lado. – pasa, no sabía que vendrías a recogerme…- dijo haciendo un énfasis gracioso en las últimas palabras.
El sintió que la lengua se le había comido los ratones, ella dejo la puerta abierta para que pasara y dio unos pasos hacia la cama en donde tenía la ropa informal que se pondría ese día, pero él no miraba la ropa, miraba el juego de su cabello húmedo sobre sus hombros y el movimiento suave y contoneante de sus piernas descubiertas, blancas y esbeltas.
Se aclaro la garanta silenciosamente mientras daba los pasos y cerraba la puerta controlando el impulso de echarle pasador y abalanzarse sobre esa chica sin miramientos.
- no…venia a recogerte…- consiguió decir controlando la aspereza de su voz – venia a ver….como estabas, como seguías-
El movimiento en la ropa se detuvo y los hombros se tensaron. Luego bajaron como desinflándose. Se volvió y se sentó en la cama mirándose las manos.
- puedes confiar en mi…sé que no debes acostumbrar a confiarle cosas a desconocidos, pero sabes que quiero ser tu amigo…los amigos se cuentan cosas ¿verdad? – dijo el acercándose hasta que bajo su nariz penetro el olor a piel limpia y húmeda.
Ella asintió mientras se retorcía las manos.
- tengo problemas personales…-dijo ella después de un momento.
-¿tu madre? – dijo el intentando no mostrar que sabia o al menos intuía a qué clase de problemas se refería ella.
-no…- respondió ella mirando hacia el frente – con mi novio.
Robert no sabía si alegrarse o enfurecerse por ello, las peleas entre novios bien podían desencadenar en ruptura y eso era lo que más le convenía en el caso de ella y su motero. Pero por otro lado no soportaba ver la tristeza que se apoderaba de ella cuando lo mencionaba.
- estoy seguro de que podrán resolverlos – dijo el intentando animarla aunque por dentro deseara que terminaran de una vez por todas.
-no, al contrario, no estoy tan segura de ello – dijo ella suspirando – tenemos problemas mucho más serios que una simple pelea de novios.
Robert se quedo callado mirándola. Ella se sacudió un poco pero después volvió a la sonrisa alegre, aunque el sabia que sus dotes actorales estaban haciendo mucho por ello.
- debo vestirme se nos va a hacer tarde- tomo la ropa y entro al baño – podrías recibir el desayuno que pedí, si quieres come algo de lo que trae, con la cantidad de comida que vendrá alcanzara para los dos.
El sonrió pensando en ella como una chica que comía mucho, pero cuando escucho el sonido de la toalla al caer al suelo y se imagino el rostro todo rastro de risa murió para ser sustituido por el deseo.
Sacudió la cabeza negando una y otra vez para sí. Ya era suficiente.
Cinco minutos después salió del baño pasándose la toalla por el pelo al mismo tiempo que tocaban al servicio a la habitación.
Robert recibió el desayuno mientras ella se secaba los pies, se ponía talco y luego los calcetines. Se calzo las convers usadas y se puso de pie para ayudarlo a recibir la bandeja del carrito.
Quito su ropa rápidamente de encima de la cama y la metió de cualquier manera en la maleta, ya la arreglaría luego.
Comieron rápidamente y salieron corriendo para bajar los dos últimos tramos de escalera casi saltando. Riendo, como dos amigos, hermanos…novios…
El día de grabación estaba por comenzar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)