Ninguno de los personajes de Twilight me pertenece, tampoco los actores que los interpretan aunque si por mi fuera esos dos se la pasarian juntos hasta en la sopa.
Se cambiaron los apellidos de los actores por cuestiones de que pueden cerrarme el pequeño blog.
Gracias por leer.
Kristen y Robert
El sueño, la pesadez y el cansancio duraron en Kristen hasta las 04:00 hora en la que despertó abruptamente con imágenes de lo que había estado soñando demasiado vividas, parpadeaba intentando alejarlas pero cuando cerraba los ojos las imágenes aun estaban ahí, entremezcladas con la somnolencia, sin poder dejarlas en el inconsciente. Y lo peor de todo, o al menos eso le parecía a ella, era que todos los sueños estaban relacionados con Parkinson y ella en posiciones y situaciones que hacían que su cara se llenara de congestión y sonrojo, y que la hubieran hecho despertarse de súbito, tan de súbito como lo había hecho.
Parpadeó unas veces más hasta que lo único que hubo frente a sus ojos fue la oscuridad de la habitación.
Se paso una mano temblorosa por la frente perlada de sudor, la piel a pesar de esto estaba fría y suave, temblorosa, débil.
¿Porque se sentía de esa manera? No podía llegar a considerarse a sí misma, al menos en la actualidad, exactamente virginal, no tenia que temblar por haber tenido un sueño de esa categoría con Parkinson, un chico al que apenas conocía y que era casi su amigo. Espero a que su pulso se normalizara y a medida que lo iba haciendo comenzaba a visualizar en su mente cosas, imágenes, recuerdos de ese sueño, partes que hubiera querido censurar pero que volvían irremediablemente a ella… Las manos finas y grandes de Parkinson, acariciándole lentamente los brazos, la espalda, las caderas, levantando el sweater que portaba en ese sueño y que por cosas de la vida era el más viejo y más grande que tenia, mientras lo levantaba rozaba con la punta de los dedos la piel que iba dejando al descubierto…hasta llegar a…
Sintió la garganta seca y se levanto quitándose las cobijas de encima y dirigiéndose al baño. Tanteo con sus manos temblorosas el interruptor de la luz y esta se encendió. De inmediato su imagen le devolvió la mirada reflejada en el gran espejo del cuarto de baño. Su cabello enmarañado y húmedo de sudor, las mejillas, habitualmente pálidas y blancas, estaban teñidas levemente de un rubor de excitación involuntaria, miro a sus propios ojos profundos y… ¿Qué?, brillantes, como una lumbre…hacía mucho tiempo que no tenía los ojos de esa manera, desde…
Aun no podía recordarlo y le sorprendió no querer hacerlo.
Incluso ahora tenía pensamientos demasiado contradictorios y sentía que la cabeza se le había hecho un salpicón de donde no podía escoger nada para ordenar.
Desde que conocía a Mike había creído que lo que sentía con él era amor, aun quería creerlo, había sido el primer y el único hombre con el que había mantenido relaciones y guardaba bastantes sentimientos por él.
Pero inevitablemente analizaba su situación actual las dudas comenzaban a acrecentarse dentro de su pecho, dudas, particularmente, respecto a sus sentimientos por él y los de el por ella. Siempre le decía que la quería, que la amaba, pero el trato con su familia era pésimo y si la quisiera de verdad habría hecho un esfuerzo por llevarse mejor con todos ellos, cosa que hacía muy al contrario. Ellos lo aceptaban, a regañadientes pero lo hacían, pero aun en presencia de ella no podían evitar el desdén que sentían hacia él. Decían que él no le convenía pero ella, tozuda como era, se había negado a las palabras de ello confiando en el amor que sentía por él para que la guiara. Pero ahora, su corazón le dictaba cosas demasiado diferentes que las de hace unos años. Su corazón palpitaba en contra de continuar con la relación, pero su mente le decía que no podía echar por la borda tantos años de relación. Debía darle una oportunidad, una más, para poder saber si estaban destinados a estar juntos o solamente se habían complementado uno al otro temporalmente hasta encontrar al verdadero otro.
Miro a su reflejo nuevamente intentando darle el valor requerido a las determinaciones que estaba tomando, bajo la mirada al lavamanos y levantando la mano hacia la llave la abrió, el agua fría pego en sus palmas y así fría se la lanzo a la cara para despertarse del todo a la realidad. Pero a la vez que el agua caía en su cuello y orejas, las imágenes del sueño que había tenido antes comenzaron a pasar una tras de otra frente a ella, como en unas diapositivas.
Ahora estaba esta situación que estaba comenzando a enloquecerla, ¿de qué serviría tener una amistad tan perturbadora como era la de Robert si estaba tomando las determinaciones necesarias para continuar su relación tormentosa con su novio?
Tal vez, inconscientemente, estaba dándole a entender a él cosas que no eran, tal vez en un intento por controlar su propia confusión podía haberlo arrastrado a él a un malentendido con el que no se sentía lo suficientemente fuerte para pelear. Él le inspiraba cosas más profundas que el simple gusto por su atractivo, así no lo conociera realmente. Algo había en el que la llamaba inexorablemente y si quería que su relación, o la oportunidad que le estaba dando funcionara, debía apartar de si sentimientos que no correspondieran a una sincera amistad con Robert. Esperaba no haberlo lastimado, esperaba no haber hecho nada que pudiera perjudicarlo de alguna manera, el había sido muy bueno con ella y tendría que compensarlo algún día.
Analizaría las cosas, una vez más, pero sabía que llegaría a la misma conclusión, hasta no ver no creer y ella iba a agotas hasta las últimas posibilidades para intentar salvar su relación, iba a poner su parte, la parte que le tocaba como novia, ahora todo dependería de Mike y de lo que realmente quisiera con ellos.
Se puso la ropa, se recogió el cabello en una desordenada coleta, y comenzó a hacer la tarea que tenía pendiente del curso. Avanzo tanto en ella que cuando amaneció ya la tenía lista para enviarla a su tutor.
Cuando lo hizo cerro la laptop y se vistió para bajar a desayunar, recordando mientras bajaba las escaleras, algo en lo que no había pensado realmente y era en que pasaría el día de hoy, cuando ambos tuvieran que besarse para emular una de las escenas del libro. Un estremecimiento involuntario la recorrió cuando pensó en ello. Pero quiso dejarlo en paz, al menos por el momento, y para su propia tranquilidad mental.
Apartando su cabeza de pensamientos estúpidos termino de arreglarse y salió de la habitación rumbo al comedor para desayunar. Era la primera en levantarse, por lo que vio, ya que las mesas estaban listas pero no había nadie en el comedor excepto los cocineros, se sentó en una de las sillas y eligió un panecillo relleno de mantequilla y un café más bien negro para desayunar.
Comenzó a beberlo mirando a la nada y repasando mentalmente lo que había leído del libreto y la escena, cogió el cuadernillo que había traído con ella y comenzó a repasar una y otra vez sus propios diálogos, y aunque estaba empeñada en ellos y sabia la mayoría, también sabía que su cabeza estaba muy lejos de allí.
Robert abrió los ojos rápidamente, intentando aclarar la vista, despertar a la realidad después de lo que había estado soñando se le antojaba irritante.
Sacudió la cabeza, en toda su vida nunca había tenido un sueño tan vivido con una mujer, ni siquiera con sus esporádicas novias y no en la posición en la que se encontraba cuando había soñado con Stanford, parecía que el haber estado mirándola en fotografías había hecho alguna especie de puente entre él y su subconsciente, emulándola en sus pensamientos y ahora en sus sueños. Se quito el pelo de los ojos al mismo tiempo que miraba alrededor de la habitación sintiéndose como un estúpido por desear que ese sueño no hubiese acabado nunca, o no en el momento en que lo hizo. Intento imaginarse por unos segundos cual sería la reacción de Stanford si algún día se enterara de la clase de sueños que le estaba inspirando.
La imagen se le antojo tan real en ese momento, deslizaba lentamente la lengua por la piel de su abdomen, sus dedos tocaban sus suaves piernas, sus labios besaban casi imperceptiblemente toda la extensión de su piel…
Se burlo de sí mismo y aparto la imagen antes de que hiciera mella en su fisonomía y se llamo todas las formas de estúpido nuevamente pensando en que nunca tendría oportunidad de hacer algo semejante y una depresión y desazón nada propia de un hombre le atenazo el pecho. Miro a su reloj de viaje apoyado en la mesa de noche y se dio cuenta de que se le estaba haciendo tarde para levantarse. Le tomo menos tiempo del que creía arreglarse y quedar listo para el día.
Cuando llego al comedor solamente había una figura solitaria en el comedor y la reconoció tan fácilmente que hizo una mueca, también el gesto se debía a la manera en como su corazón comenzó a palpitar sin ningún tipo de control ni ritmo. Observo sus movimientos lentamente mientras esta llevaba la taza a sus labios y sus ojos seguían las líneas del cuadernillo que reconoció como el libreto.
Sus pasos siguieron llevándolo inexorablemente a ella pero se detuvo a unos pasos para admirarla detalladamente, sin cuidado de que ella se enterara, algo que no podría hacer más adelante. Luego siguió avanzando hacia ella.
Kristen escucho unos pasos pesados detrás de ella pero no se volvió por que su instinto le revelo quien era el que caminaba así, la sombra de este cubrió los tímidos rayos de sol que hasta ese momento estaban comenzando a iluminar el hotel. EL se sentó en la silla frente a ella.
- Buenos Días – saludo cortésmente sonriéndole, esperando que no tomara a mal ese gesto. Se dio cuenta de la poco elegante, pero adorable, manera en que tragaba el pedazo de panecillo que había estado masticando.
- Hola –saludo ella entre bocados, con un gesto de la mano.
Robert la analizo con una maña que estaba comenzando a adquirir para con ella. Ella le devolvió el gesto por unos segundos para después concentrarse en otro panecillo y en la lectura del libreto. Robert se sirvió un café negro extrañando la típica bebida inglesa al desayuno, té. No tenía demasiado apetito por lo que le dio unos sorbos lentos mientras pensaba en la mejor manera de abordar una conversación. Igual consumiría todas las calorías que le hacían falta con el almuerzo.
En ese momento, antes de que él pudiera hablar se les unió Catherine con una lata de redbull como única acompañante.
- Hola, chicos – dijo suspirando y sentándose al lado de Kristen – vaya mañana, estoy a punto de congelarme – le dio un sorbo largo a la redbull y se volvió a Kristen con una mirada de orgullo – me alegra que practiques, la escena de hoy debe quedar muy bien – dijo mirándolos a los dos. – creo que es mejor que te apresures, Kristen, es mejor que empecemos temprano, para terminar temprano, espero, con suerte grabar algo de los Cullen hoy.
Kristen se metió un panecillo entero en la boca y lo bajo con el café. Se puso de pie al mismo tiempo que Robert y ambos caminaron con Catherine hacia la salida del hotel.
Robert repasaba mentalmente el libreto, se lo sabía de memoria así como sabía de memoria la escena que grabarían ese día. Sentía que las manos volvían a sudarle al pensar en estar tan cerca de esa muchacha.
Las vanes los estaban esperando listas para partir hacia la casa de Catherine, escenario en donde se daría vida a la habitación de Bella.
- la casa no está lejos, pero quería terminar de trasladar un equipo que hacía falta-explico Catherine moviéndose a la parte de adelante mientras los dos muchachos subían a la de atrás.
Kristen estaba teniendo una debacle interna de la que no quería ser parte, quería estar tranquila, como una profesional en la actuación, pero le estaba costando mucho trabajo, especialmente por la manera en que Robert la miraba, tal vez lo hacia inconscientemente pero sentía sobre ella sus ojos todo el tiempo, y no de manera amistosa, cabía aclarar, pero tenía que controlarse para no hacer lo mismo con él y revelarle la realidad de los recuerdos que, en ese momento, estaban atormentando a su mente. La esencia de ser actriz consistía en enmascarar tus emociones y dejarlas para ti, e inventarte unas nuevas, las del personaje que interpretabas y llevarlas a cabo de manera creíble. Conocer a personas nuevas era un rito para los actores que siempre estaban moviéndose y actuando con personas a las que no habían visto nunca, esa era una parte que ella solía sobrellevar bien, pero no ahora, no con el muchacho a su lado. Quería ser tan indiferente como la situación lo permitiera, seguía en sus trece respecto a mantener a raya cualquier intención de Robert de acercarse a ella más que para una amistad.
¿En verdad estaba dispuesta a botar a la basura los años de relación que había compartido con Mike por un encandilamiento que seguramente sería tan pasajero como una gripa? Se tenía en mejor concepto y respetaba a Mike aunque él no lo hiciera con ella.
Se sentía repentinamente débil, débil de carácter y como persona por culpa de los problemas que le estaba causando todo esto que había empezado como un proyecto que tenia pinta de fracaso a la primera.
Suspiro silenciosamente. Se había prometido a si misma que iba a cultivar una amistad, solo una amistad, con Robert Parkinson, una amistad como la que hacía con todos los compañeros de actuación que había tenido y eso iba a hacer, iba a poner todo de su parte para arreglar su situación con Mike y no iba a estar pensando en cosas indebidas con Parkinson.
-¿que tal noche? – pregunto ella mirándolo a la boca inconscientemente, la que se abría lentamente para responderle.
- pasable – contesto el mirándola a los ojos – las he tenido mejores, para ser sincero.
Robert sabía que estaba mintiendo, tanto como sabia en su mente que no tenía sentido presionarla, sabia que no podía responderle a esa pregunta con algo como “dormí placenteramente, especialmente porque soñé que estaba haciendo el amor contigo” No, definitivamente no era una respuesta
- Si, yo también – menciono Kristen distraídamente, pensando en cuan diferente podía ser el motivo por el que la noche de él había sido pasable, sin saber que realmente era muy similar.
- todavía estas… - Kristen volvió a verlo con tanta rapidez que a Robert se le secaron las palabras de la boca - aun tienes… ¿ese problema? –
-eh…ya lo solucione – contesto ella luchando por mantenerse firme en su propósito. – aclare las cosas con Michael y…- Kristen sabía que no era completamente cierto pero cuanto más hiciera más pronto las cosas regresarían a la normalidad – seguiremos juntos y hasta que podamos arreglar nuestras diferencias.
Robert se sintió decepcionado consigo mismo y con ella, especialmente con ella, pero sabía que no era su culpa, como sabía que si estuviera en sus manos haría desaparecer a ese pelmazo de la vida de la muchacha sin mayores contemplaciones, además se había hecho ilusiones estúpidas respecto a ella con tan solo esperanzas y estaba sintiendo como todas ellas se estaba desvaneciendo sin sentido.
Intento que no se notara en su rostro la manera en que esa información le estaba afectando, y creía haberlo logrado hasta que ella le pregunto:
- ¿te pasa algo? –
Kristen casi presentía que el estado de ánimo en el que rápidamente se había convertido la cara de Robert era por su causa, seguía insistiendo en que era lo mejor.
- No, estoy bien - respondió el joven sintiendo un acceso de celos tan poderosos que tuvo que darse de patadas mentalmente para disimular.
Kristen asintió y permanecieron en silencio hasta que llegaron a la casa de Catherine, en donde había cierto despliegue de actividades mientras el personal adecuaba una de las habitaciones de la casa para adaptarla a lo que sería la habitación de Bella Swan.
Kristen se quedo apoyada contra la van texteando a su madre sobre donde estaba y su estado actual. Robert la miraba a lo lejos pensando que se veía un poco cansada pero al mismo tiempo regañándose por preocuparse por ella cuando era evidente que ella no necesitaba de su preocupación, le había servido un poco mientras estaba en problemas pero ahora que había decidido luchar por la relación que mantenía con el motero lo ignoraba completamente, ¿acaso creía que él era una amenaza? ¿Lo era?
Kristen sabía que Robert la estaba mirando e intento concentrarse en lo que le respondía su mama y no en responder a esa mirada. Ojala pudiera hacer algo para que él se pusiera mejor, estaba comenzando a sospechar que Parkinson quería más que una amistad con ella.
- ¡Chicos, suban en quince minutos! – dijo Catherine desde la ventana.
Kristen dejo su teléfono cuando empezó a sentir que sus dedos comenzaban a temblar ligeramente. Se sentía contrariada consigo misma por estar dejando que todos esos sentimientos que tenia ahora la gobernaran. Sentía que estaba perdiendo su habilidad actoral, sentía…
Sus pasos la llevaron lentamente al interior de la casa que ya conocía, su conciencia le decía que debía haber ido con Parkinson como una amiga mas, haber ingresado juntos a la casa. Lo estaba alejando con demasiada frialdad y no podía evitar sentirse mal por ello, aunque no entendiera muy bien las razones. ¿Qué demonios le estaba pasando? Cuando entro a la habitación una de las mujeres de vestuario se le acerco con la ropa que tendría que usar para esa escena.
Inevitablemente sintió su pulso acelerarse otro poco al ver la diminuta ropa que le tocaba ponerse. , no era como si no se hubiera puesto nunca un pantaloncito caliente pero al descubrir su reciente sensibilidad hacia Parkinson se sentía también casi avergonzada. Tomo la ropa sin rechistar pensando que ya estaba bien de estupideces, entro a cambiarse a uno de los baños. Escucho los pasos de Parkinson subir las escaleras. Se apoyo contra la puerta respirando profundamente. Comenzó a cambiarse con lentitud regulando el ritmo de su respiración y diciéndose que solo era una película más, con un actor más, una película que pasaría sobre ella sin tocarla ni cambiarla.
Cuando estuvo lista se desordeno el cabello como si hubiese estado remoloneando en las sabanas, tal como el libreto decía que estaba Bella.
“Soy una actriz, no una adolescente gobernada por sus hormonas” se dijo una vez más.
Salió mientras los luminotécnicos, los camarógrafos y demás continúan arreglando todo para la escena.
Dio los pasos descalza hasta la cama, hacia un poco de frio pero, dentro de sí, sabia que las cosas iban a entrar en calor quisiera o no.
Robert subió la escalera mientras la puerta del baño se cerraba. La mujer de vestuario le entrego la ropa que debía usar para la escena. Entro a la habitación del lado y se cambio rápidamente. Cuando termino lo sentaron en el otro baño, en donde habían desplegado una especie de tienda de maquillaje interna para hacerlo volver a parecer vampiro.
Kristen espero sentada en la cama, con las piernas recogidas a que terminaran de maquillarlo a él, también tuvo que esperar mientras él fue rociado del spray que evitaba que el maquillaje se corriera fácilmente.
Tomo del lado su cartilla del libreto y comenzó a releerlo casi innecesariamente y para ganar tiempo. Una de las maquilladoras asistentes se le acerco y comenzó a darle ciertos retoques a su cabello, para que siguiera pareciendo desaliñado, le habían informado que tendría que usar una peluca para poder emular más de cerca la cabellera que le describían a la protagonista. Eso le hizo preguntarse si tendrían que re grabar alguna escena pero no lo pregunto ya que en ese momento tenia cosas mucho más profundas en las que pensar. Aunque esperaba fielmente que los de producción pudieran hacer algo respecto a las escenas no editadas, y pudieran obtener los mejores ángulos para no enfocar el pelo, aunque había firmado sabia que si tenían que re grabar lo más probable es que acabara agotada y no pudiera asistir a sus exámenes finales por correo, y aunque también tenia la ventaja del régimen horario por ser menor de edad eso no la cubría de grabar y grabar una y otra vez dentro de esas horas fijadas.
Dejo que la maquilladora hiciera su trabajo, mientras escuchaba el siseo del spray, indicando que el trabajo de maquillaje de Robert estaba por terminar. Se preparo mentalmente para encararlo y cuando la maquilladora le pidió por favor que tomara el lugar de Robert supo que había llegado el momento. Se puso de pie ignorando el temblor de sus piernas, ese que parecía que había llegado con refuerzos desde la última vez que lo sintió.
Robert se dio la vuelta en el momento justo para verla caminar hacia él, tan pequeña, delgada y frágil…y sensualmente medio vestido. Cuando enfoco la vista en su cuerpo apenas cubierto por unos shorts cortos y una camiseta pequeña que ceñía sus esbeltas curvas supo que estaba perdido, jamas podría separar la realidad de la actuación a pesar de que lo considerara poco ético y estúpido, pero ahora, cuando volvía a mirarla y volvía a caer presa de su silencioso encanto se daba cuenta una y otra vez que estaba perdido.
Kristen le sonrió ligeramente y fue a sentarse en la silla a que la maquilladora la alistara, el olor de ella flotaba en el ambiente. Robert podía sentirlo, no era un perfume artificial, era el olor de ella misma lo que impregnaba su nariz y lo hacía arder por ella. Se hizo a un lado para intentar no mirar estar piernas de formas armoniosas y piel blanca y suave.
Iba a ser difícil contener el ímpetu que estaba comenzando a sentir dentro de su cuerpo, pero sabría salir de esto, debía pasar esa prueba que le estaba poniendo el destino. Ella no era para él y aunque le atrajera mucho, demasiado, no podía hacer nada para hacerla suya.
Los minutos pasaron y finalmente estuvo lista.
Catherine comenzó a dar las indicaciones mientras todo el equipo se ponía en disposición para grabar.
Kristen trepo suavemente a la cama dándole a Robert la vista que lo obligo a apartar la mirada inmediatamente por la manera lasciva en que sus pensamientos comenzaron a envolverla.
Se puso detrás de la pared mientras empezaban a grabar con ella hablando con su madre.
Grabarían solo una parte de la conversación para que en la otra entrar de improvisto dando la impresión de que lo hacía a velocidad vampírica.
Escucho el clic de la madera del cortador de escena y comenzó a escuchar la voz suavemente oscura de Kristen mencionando los pasajes del libreto.
Hizo una pregunta riendose. El silencio le respondió, supuso que debía contar los segundos haciendo de cuenta que su madre le respondía al otro lado de la línea. Se rio otro poco – te extraño. – dijo. Se hizo otro silencio y Kristen le respondió algo, cuando su madre le respondió ella dijo – Forks está creciendo dentro de mi –
Improvisaba con buenos tiempos, pensó para sí Robert escuchándola hablar
- ¡corten!- grito la voz de Catherine haciendo una seña a Robert para que apareciera en la habitación.
Él dejo su libreto a un lado y camino hacia la ventaba desde donde empezaría su supuesta llegada vampírica. Sentía que hacía un calor impresionante aunque tal vez solo se tratara de él y la ardiente perspectiva de besarse con la señorita Stanford.
Cuando entro a la habitación vio a Stanford recostada contra la cama como cualquier sirena de sueño, esperando….suspirando en la cama.
¿Qué demonios estaba pensando?, ¿como podían salirle esos pensamientos precisamente en el momento en que más necesitaba estar sereno?
Intento tranquilizar su alborotada conciencia mientras seguía dando los pasos que le hacían falta para quedar de pie frente a la cama. Como si fueran un par de amantes que fueran a tener un encuentro en su habitación.
Ya podía imaginar a todos los luminotécnicos, a la directora, a todo el equipo desapareciendo en medio de su fantasía para dejarlo a solas con ella.
Sacudió casi imperceptiblemente la cabeza y procedió a situarse donde Catherine le estaba indicando intentando no mirar las blancas piernas de su compañera de escena.
-Ponte ahí, cuando de la señal intervén cuando Kristen este hablando, ella tomara el rumbo de la escena y la seguirás todo respecto al libreto, ok?-
- si – dijo Robert, preguntándose como demonios podía ahora incluso hacerse de su boca.
Todos tomaron las posiciones, y cuando Catherine dijo acción comenzaron a rodar la primera toma de la escena.
Kristen comenzó a representar la escena en el punto en que la dejo. Sintió la cama hundirse cerca de la región de sus tobillos, se fingió asustada al percatarse de la presencia de otra persona en la habitación. Lo miro viéndola con esa sonrisa que bien podía ser tímida o taimada.
- mama, ¿puedo llamarte luego? - dijo Kristen poniendo su mejor cara de desconcierto, oprimió el botón del celular y lo dejo a un lado para volverse hacia Robert y mirarlo interrogante. - ¿Cómo llegaste aquí?- le pregunto en su papel de Bella.
- por la ventana – respondió el con la misma sonrisa que estaba comenzando a hacer que todas las defensas de Kristen colapsaran
- ¿lo haces a menudo? – le dijo.
- solo por los últimos meses.- ella volvían a poner cara de desconcierto y él le respondió – me gusta mirarte mientras duermes, es algo fascinante para mí.
Ella permaneció callada mirándolo a los ojos, Robert volvía a sentir que se podía perder en ellos de lo profundos que eran.
- en realidad quería intentar algo – dijo acercándose a ese rostro que lo miraba casi aturdido, el asumía que era la manera en que ella suponía que debía estar Bella cuando Edward se le acercaba como lo estaba haciendo en ese momento.
Acerco más su cuerpo al de ella de manera que pudo olerla casi tan bien como antes. Miro hacia la boca sonrosada que se abría exhalando mientras él seguía avanzando pulgada por pulgada para intentar besar a su novia humana por primera vez.
Bebió el aliento que ella dejaba salir entrecortadamente de sus labios sin ser consciente de que el estado de aturdimiento de ella no se debía a que estuviera interpretando al personaje sino que ella, tal como él, estaba teniendo dificultades para disociar la realidad de la escena.
El primer contacto fue electrizante, para ambos, duro unos segundos, pero cada uno de ellos sintió la textura de los labios del otro como una caricia sumamente sensible a sus labios y a todas las terminaciones nerviosas de sus cuerpos.
Otra vez, un segundo beso, una sensación demasiado agradable para no ser tenida en cuenta.
Robert sentía que los dedos le picaban, sentía que debía mover las manos por el cuello de ella y palpar su pulso solamente para comprobar que estaba tan errático como el de él, pero no se atrevía, no solo por que el libreto decía que tenia que contenerse como lo haría un vampiro tentado por el olor de la sangre, sino por que le estaba costando contenerse como hombre.
Kristen se movió hacia él y le puso las manos en la cabeza. Sintió las caricias de esos dedos en su cuerpo cabelludo y levanto una de sus propias manos para acariciarle levemente la cintura, la chica se impulso mas con sus piernas hacia el sellando completamente el beso que estaba comenzando a volverse agresivo.
Era el cielo, tal como él lo había imaginado, besar a esa mujer era como tocar el cielo, si así era besarla no quería imaginarse lo que sería hacer el amor con ella.
Cerro su mente a imágenes de ella y el entrelazados en otra cama, desnudos y tocándose. Le puso las manos en la cintura como si no pudiera soportar más su contacto e intento alejarla.
Ella se aferro a su cuello con fuerza y antes que pode evitarlo, se abalanzo sobre ella, no como Edward Cullen, sino como Robert Parkinson, succionando su labio inferior con fuerza y apoyándola con más fuerza contra la cama.
Hizo un movimiento en falso y su errático equilibrio lo hizo caerse de la cama y que la escena se interrumpiera.
Nadie rio, por que de alguna manera todos sabían que las cosas se habían salido de control en algún momento durante el primer beso.
Robert se puso de pie intentando reírse para no darle importancia pero sabia que todos sabían que se hallaba en un deplorable estado de excitación. Se sentía como el peor de los tontos y no quería imaginarse lo que esa chica debía estar pensando de él. Pero que debía pensar si era culpa de ella, ¿aunque ella no lo supiera realmente?
Kristen se apoyo en la cama mientras Catherine ordenaba un descanso de cinco minutos. Todavía sentía que el corazón quería salírsele del pecho. Era como si hubiera sido su primera beso, hacia demasiado tiempo que no sentía ese cosquilleo en el estomago y en la parte baja de su vientre. La emoción de un beso, los besos de Michael eran mecánicos, fríos, como los de un robot, casi ni cálidos.
Lo había disfrutado a conciencia, aunque se sintiera terriblemente mal por ello… ¿que le esperaba ahora?
Tendría que intentar hacer caso omiso de ello, lo suficiente para poder tener sus sentimientos en orden.
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