sábado, 31 de julio de 2010

CAOITULO IV

Robert & Kristen


Robert subió precariamente al bus seguido de Kristen, estaban junto con los de producción y diseño y de los actores solo se encontraban ellos dos. Robert se sentó y para su inmensa satisfacción, o al menos así quería llamar a la intensa emoción que sintió en ese momento, Kristen se sentó en la silla de al lado. Se dio cuenta de que la expresión de Kristen no había cambiado desde hacía unos minutos cuando casi le había sonreído, no quería pensar que algo estaba mal, pero se sentía malditamente curioso, especialmente si la súbita desolación en su semblante tenía que ver con el enano que la acompañaba el día anterior. Pero no se sentía en ánimo de preguntarle nada tan directamente así que en vez de eso, y llenándose de un tipo de valor que no creía poseer la miro directamente bebiéndose la forma de camafeo de su blanco perfil, hasta que ella pareció darse cuenta de su mirada y se la devolvió con creces.


- - ¿sucede algo? – le pregunto esperando que su tono no fuera tan abiertamente intimo. Kristen sintió algo parecido a un zangoloteo en la boca del estomago cuando se fijo en las azules pupilas de Robert. Durante casi un segundo se quedo mirando fijamente esos dos ojos que parecían taladrarla a la vez que la hacían sentir de maneras muy extrañas-

- - ¿porque lo preguntas? – dijo ella apartando sus propios ojos antes de que fuera demasiado tarde. Miro hacia la silla del frente donde uno de los de producción había comenzado a tocar una armónica lentamente.

- - te siento diferente – Robert se maldijo porque innecesariamente parecía estar revelando que estaba más que interesado en ella, y que había estado demasiado pendiente de su actitud, tuvo ganas de volver a darse coscorrones pero se contuvo en pos y confiando en que ella no fuera tan aguda como para darse cuenta. Ella sonrió débilmente confirmando así, silenciosamente, que algo si estaba sucediendo.

- - tengo…unos cuantos problemas – murmuro ella ahora mirándose las manos que permanecían entrelazadas sobre su regazo y piernas cubiertas por un jean oscuro -

Antes de poder contenerse Robert le soltó.

- - ¿es algo que pueda saber? - “Tonto, tonto, tonto” por supuesto que ella no le iba a decir nada…apenas tenían horas, si contaba bien, de conocerse y hacer contacto. Pero el tenia esa necesidad de ser algo más que un simple conocido, y si, el rango al que quería aspirar bien podía ser el de confidente…lo que ella quisiera. “¿Que me pasa?” volvía a preguntarse Robert mientas el abatimiento que ella manifestaba comenzaba a afectarlo de manera seria.

- -no…- murmuro ella otra vez.

Si, así que eso se sentía ser humildemente rechazado. Los ánimos de Robert recayeron un poco pero no sintió que debiera rendirse. Su misión ese día era hacer que Kristen volviera a sonreír un poco, y si tenía que hacer estupideces bien podía intentarlo.

- - ¿sabes que odio llamarme como me llamo?- comento como quien no quiere la cosa, unos días antes de conocerla había hecho una entrevista en donde mencionaba este hecho. Prefería llamarse Robert y no Claudia, como le llamaban sus hermanas, pero la combinación de su nombre y apellidos siempre le había parecido algo demasiado rimbombante, preferiría llamarse Kurt…o Jack…o Spunk…

- - ¿qué?- dijo ella mirándolo algo desconcertada y a la vez riendo un poco de lado – ¿por qué?-

- - creo que la combinación Parkinson con Robert es algo inverosímil. – comento el haciendo cara de estar probando un limón.

- - ¿y entonces? –

- - dije a todo el mundo que quería llamarse Spunk Ransom.

El tintineo de una risita seguido de una carcajada fue música para los oídos de Robert, de repente Kristen comenzó a reír sin parar ante el absurdo nombre que había tomado de mote.

Cuando ella dejo de reír se volvió hacia él y le dijo.

- - no voy a llamarte Spunk, por más que no te guste tu nombre. – dijo haciendo cara de estar pensando profundamente - Seguiré el ejemplo de Catherine y te llamare….Rob? – añadió mirándolo y probando a ver si ese otro mote si era aprobado por el Ransom.

- - Rob está bien – dijo él, “mas que bien” pensó deleitándose, solo sus amigos le llamaban Rob.

Pasaron cerca de una hora haciendo bromas y chistes, jamás, pensó Robert, había congeniado con alguien tan inmediatamente, eso podía tratarse de lo que la mayoría de gente llamaba química. La expresión desolada de Kristen había pasado a ser una de decente tranquilidad y Robert se sentía feliz de ser el causante.

Arribaron a St. Helens después de unos minutos, Robert y Kristen bajaron del bus mientras los de producción hacían los suyo. Ambos se dedicaron a repasar un poco el libreto para ese día.

- - Robert, ven aquí- dijo Catherine levantando una mano – tu también Kristen, tengo un regalo para los dos.

Ambos muchachos caminaron hacia la directora del proyecto mientras todo el equipo era metido en la escuela secundaria de la ciudad, cafetería de la cual había sido escogida para copiar la cafetería de la escuela secundaria de Forks, lugar donde se desarrollaba la trama.

Cuando ambos llegaron donde Catherine esta tendió dos pares de lentes de contacto.

- - Sabes que los ojos de Bella son de color marrón, y los de Edward de color amarillo.

Kristen hizo una mueca pero sabía que eso iba a pasar, no es que le gustara mucho pegarse esas cosas a los ojos, pero bueno, el proyecto así lo exigía. Kristen hizo una mueca infantil de desagrado y se dirigió hacia un espejo que habían acabado de acomodar en una tienda móvil.

Catherine se alejo rezumbando hacia dentro del instituto.

Kristen estaba terminando de ponerse el lente izquierdo cuando alguien susurro en su oído.

- - ¿Arte comestible?.... –

Se sobresalto un poco pero no por lo que muchos considerarían miedo después de estar bastante concentrada poniéndose los ojos, sino porque el aliento de té de Robert trepo por su oreja. La mano le tembló un poco cuando termino de acomodarse el lente, sonrió un poco ante la sutil manera de abordar la práctica de la escena. Lo miro a través del espejo y el dijo.

- -Bella – Aun tenía los ojos azules y la intensidad de ellos volvió a hacerla sentir incomoda, pero decidió ceñirse al extraño juego de práctica que el parecía querer jugar.

- - sabes, tus cambios de humor están comenzando a darme tortícolis.

Se removió del espejo cuando los ojos comenzaron a llorarle un poco ante la desacostumbrada sensación de tener lentes sobre ellos. Robert comenzó a ponerse los de él mientras hablaba.

- - solo dije que sería mejor que no fuéramos amigos, no que no quisiera serlo. – Aun a través del espejo parecía concentrarse en ella y no en los lentes y Kristen temió por que pudiera sacarse un ojo en el proceso.

- -¿qué significa eso? - se cruzo de brazos mientras lo venia batallar como ella minutos antes.

- - significa que si eres inteligente, te alejaras de mi. – los ojos, ahora dorados le devolvieron la mirada directamente cuando se dio la vuelta para mostrarle. Ambos se miraban a los ojos ahora cubiertos cada uno por la capa de plástico ligero que podía hacer poco para ocultar la intensidad de ambas miradas.

- -ok, digamos que no soy inteligente… ¿me dirás la verdad? -

- -no lo creo, prefiero oír tus teorías -

Kristen lo miro por unos segundos, parecía tan cómodo en el papel como si se lo supiera de memoria, era un buen actor, y parecía ser un buen chico. Llego a plantearse la posibilidad de que fueran buenos amigos, pero una imagen mental de Mike. Aparto la mirada de Robert, como se suponía que hacia Bella mientras una desazón que no había experimentado antes comenzaba a allanarla, ¿por qué tenía que sentir que estaba traicionando a Mike si veía a Robert como un potencial amigo? –

- - He considerado a las arañas radioactivas y la kriptonita.

Robert no hablo mas, todo se detuvo en el momento en que volvió a sentir la negativa emanación de ánimo de ella, ya no se encontraba realmente en la escena, ahora parecía contemplarla desde fuera. No era lo que, una actriz experimentada como ella debiera hacer, no sabía cuáles eran sus problemas, pero no debían afectar su vida laboral.

- - Kristen…- dijo el haciendo que ella lo mirara. – si no te sientes bien deberías decírselo a Catherine, tal vez podamos grabar otra escena en donde solo aparezca Edward o yo que se…-

- - ¿por qué dices eso?- los ojos de ella lo miraron a través de las lentes intentando no transmitir nada. ¿Porque estaba tan deprimida? ¿Así que en verdad amaba al enano, y los pequeños avances que él quería hacer estaban comenzado a afectarla?

Kristen tuvo ganas de patearse a sí misma hasta el cansancio. ¿De cuándo acá se había vuelto una señorita sentimental? Por que anteriormente las ligeras peleas que tenia con Michael se solucionaban rápidamente y de repente sentía que no era suficiente estar con él. El parecía quiere mas cada día… ahora que lo pensaba la relación no estaba andando nada bien. Pero se sentía triste porque, al fin y al cabo, Mike había sido su amigo y novio desde que era una niña.

- - lo siento…no sé qué me pasa- confeso con la mirada perdida- por favor no se lo digas a Catherine…me abre repuesto en unos momentos.

Robert admiro la entereza con la que pareció asumir la sugerencia de él, por casi experiencia sabia que la mayoría de la gente prefería esconder emociones y decir que no pasaba nada, ella en cambio prefería esperar a que la desolación pasara. Seguía ardiendo en necesidad que saber si todo su estado de ánimo se debía a algo que había pasado con su novio. Pensaba en si ese enano imbécil podía haberle hecho algo.

Cuando Catherine volvió los mando a entrar cuando estuvo listo, la cafetería estaba casi vacía excepto por unos cuantos estudiantes reales que interpretarían a los extras. Una seria de banderas bordeaba el techo y tenia toda la pinta de ser una cafetería escolar. Kristen camino hacia una esquina en donde la maquilladora la estaba esperando y la ripa que debía usar para la escena colgaba de un gancho, Robert hizo lo mismo pero hacia la maquillista de hombres. Aun a riesgo de que Catherine o la misma Kristen lo notara se quedo mirándola todo el tiempo que pudo mientras lo iban dejando tan pálido como debía ser el vampiro.

Kristen se dedico a meditar esa nueva situación que se le estaba presentando, parecía que la llegada de este proyecto bien podía tener el poder de cambiarle la vida tal como la veía ahora, pero, ¿en verdad necesitaba ese cambio? Analizo su situación una por una pero pensó en que tal vez solo fuera paranoia y este proyecto nada fuera a cambiar, podía tratarse de solo una película de mediana importancia en donde ella protagonizaría con….Rob.

Seguía insistiendo en que parecía un buen muchacho y más bien observador por que en las dos oportunidades en que dejo translucir sus emociones él se dio cuenta, como si estuviera, de alguna manera, pendiente de lo que ella hacía.

Pero esto no era conveniente, especialmente después del episodio anterior donde tuvo esa extraña e incómoda discusión con Mike.

Mike sentía celos de Robert, pero… ¿tendría motivos?

Se dedico a analizar y reanalizar la situación anteriormente planteada pero sola podía llegar a una conclusión. No le convenía dejar que a su corazón entraran mas sentimientos diferentes a los de tener una vida de novia y, quien quitaba, esposa de Mike Orégano.

Solo que ella no podía conjurar esa imagen en su cabeza por mas que se esforzara, tenía 17 años y había pasado cuatro con Mike, se conocían muy bien tanto íntimamente como exteriormente. Confiaba en él, el podía ser su soporte…

Era mejor no arriesgarse, Robert podía ser un buen amigo, pero de ahí no podía pasar.

Aun a metros de distancia Robert podía identificar el rostro de alguien taciturno, y eso era lo que le pasaba a Kristen. Mientras le eran aplicados los polvos de la cara su expresión parecía encontrarse en cualquier sitio menos en ese set. Podía bien estar pensando en su novio y Robert no sabía por qué, el hecho de que eso pudiera ser correctamente cierto le afectaba potencialmente. En solo tres días, ahora cuatro no podía tener disparado el instinto de posesión hacia Stanford cuando ella parecía no necesitarlo en su vida. Aun no sabía cómo actual, sin palabras le había ofrecido amistan incondicional y esperaba que ella aceptara, solo así podría llegar a conocerla un poco mejor.

La grabación de esa escena no se prolongo demasiado excepto el pedazo en el que tenía que patear la manzana que caía y cogerla en sus manos para hacer una analogía al dibujo principal del libro crepúsculo. Tuvieron que repetir la tima un centenar de veces. Todos reían por los torpes pies de Robert. Hasta Kristen dejo que la diversión se colara un poco por su recién descubierto dilema.

¡Dilema! No era ningún dilema y ella creía que todo estaba más que claro en su cabeza. La confusión no le serbia, volvía a insistir, de nada servía estar confundida si al fin y al cabo, y a pesar de que casi todo el mundo la consideraba independiente, las dudas permanecerían ahí hasta ser atendidas.

Cuando la escena termino Kristen se sentía inusualmente cansada. En el bus se quedo dormida, parecía ser que la noche anterior bien podría haber dormido solo la mitad de la noche sin darse cuenta. Podía pasar y Robert lo sabía bien. Con lo que no contaba es que una curva la cabeza de Kristen terminara en su hombro y su dulce y tenue aroma revolucionara de manera algo drástica las hormonas de Robert, las que intentaba contener frente a ella. Miro la coronilla en donde descubrió el nacimiento de las breves extensiones que tenía en el cabello para seguir emulando a Bella. Recordó que horas atrás, su actuación había sido impecable, alguien que la mirara de cerca no se daría cuenta de que aun estaba inquieta, pero Robert estaba terminando de descubrir su faceta de lectura de caras. Podía no ser como Edward pero podía desarrollar un tipo de habilidad parecida.

Apoyando levemente la cabeza sobre la de Kristen para no despertarla Robert dejo que su innata e inglesa imaginación echara a volar sin ningún tipo de atadura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario